Por el Lic. Fernando Pérez Ramírez.
Don José Ricardo estaba en la sala de su casa leyendo un libro, como todas las tardes, cuando fue interrumpido por su nieto.
- Abuelo, abuelo, acompaña a la papelería. La maestra nos encargó para mañana una monografía del eclipse de sol, por el que hubo hoy. Y quiere que le explique QUE ES.
Don José Ricardo sonrió a su nieto, se puso un suéter y salió con él a la calle. Mientras caminaban le dijo:
- Un eclipse es la razón que hizo que los hombres perdieran el miedo a la oscuridad. El niño se sorprendió al escuchar esto.
- Abuelo por qué dices eso.
El anciano sonrió y le empezó a platicar esta historia.
“Hace muchos años, miles de años, los hombres trabajaban todo el día, algunos salían de cacería, otros sembraban la tierra, y las mujeres cuidaban y jugaban con los niños. Pero todos, al caer el sol se escondían en sus cuevas.
Se decía que por la noche seres enormes, malvados y fieros, vagaban por el campo devorando a todo ser viviente que encontraban. Y ese miedo, que nadie reconocía, pero que todos tenían, los llevaba a protegerse con la compañía de los otros.
Antes de dormirse y para evitar el temor platicaban de sus logros del día.
- Hoy brotaron las primeras mazorcas de maíz y para dentro de unas semanas podre cosechar grandes cantidades de grano que harán de mi un hombre rico.
- Yo compre otras cien cabezas de ganado y las hembras parirán pronto, para incrementar más mis riquezas.
- El día de hoy cace el venado más grande que jamás podrán imaginar. Ya destacé su cuerpo y mañana venderé la carne a todos ustedes.
Pero, en el fondo, ese afán de presunción no era otra cosa que la forma en que ocultaban su angustia y temor a la noche.
Una mañana en que salieron emocionados todos a hacer sus actividades cotidianas, nadie sabía ni presentía que enfrentarían enorme y secreto miedo.
Era medio día, cuando en forma inesperada empezó a hacerse de “noche”. EL SOL se ocultó con rapidez y todos fueron sorprendidos, ya que se encontraban muy lejos de su protectora guarida, a nadie le dio tiempo de regresar y tuvieron que enfrentar, irremediable, su MIEDO.
Durante algunos minutos la oscuridad total reino en el ambiente, los hombres y mujeres, al principio no sabían que estaba pasando… quizás los dioses estaban enojados o ¿se volvieron locos?
Los pájaros regresaron a sus nidos, el búho emitió su canto nocturno y los murciélagos por momentos abandonaron sus cuevas, esto confundió a los humanos. ¡Todo estaba oscuro! Pero, descubrieron que no eran ciertas sus angustias, solo el sol se había escondido tras la luna.
Ninguna criatura salvaje apareció para devorarlos… y se dieron cuenta que eran más valientes y decididos que antes”
Por eso mi niño, debes vencer TUS MIEDOS, la mayoría de las veces lo que te hace temer es irreal.
El niño tomo la mano de su abuelo y sonrió. Y le dijo a su abuelo – sabes algo, también yo puedo ser valiente. Sabiendo que él también podía enfrentar sus propios miedos.
NOTA DEL AUTOR: Este relato lo escuche de PEPE Y RICARDO MERINO, y lo escribo como un humilde homenaje de agradecimiento a ellos… amigos y maestros sabios de PNL, que cada día comparten su conocimiento con los que tenemos el honor y el gusto de cruzar por sus vidas. GRACIAS.
FERNANDO PEREZ RAMIREZ.
Comentarios