En las siguientes publicaciones hablaremos (de la manera más sencilla posible) acerca de cómo algunas partes del cuerpo están constituidas y sus funciones, con el fin de explicar la manera en la cual los Aceites Esenciales logran penetrar al cuerpo humano y actuar en él mediante los mecanismos que estimulan. Usarlos de la forma apropiada y adecuada es de la mayor importancia para aprovechar de la mejor manera posible lo mucho que tienen para aportar.
Los seres humanos somos complejos y todo lo que pudiera mencionar aquí sería insuficiente para explicar dicha complejidad, es tan extraordinariamente maravilloso nuestro cuerpo y sus funciones que rebasa el alcance de esta obra el pretender explicarlo en detalle, siglos de estudio e investigación han ido develando sus misterios y aún está por descubrirse la mayor parte de este milagro que es el cuerpo humano viviente, a pesar de ello comparto un breve esbozo.
La célula unidad fundamental de todos los seres vivos
El sistema último de acción de los AE es la célula y antes de continuar debemos definirla. La célula es la unidad básica de los seres vivos y está formada por las siguientes estructuras fundamentales: membrana plasmática (estructura que rodea al citoplasma), citoplasma (sustancia formada por un fluido denominado citosol y que rodea a los diferentes orgánulos celulares) y núcleo (contiene el ADN –ácido desoxirribonucleico– el cual codifica la información genética y controla las funciones metabólicas celulares); posee además la capacidad de desarrollar tres funciones vitales: nutrición, relación y reproducción; las diferentes células están determinadas por su función. Una célula es un sistema abierto de vida y se interrelaciona con otras células. Existen tres elementos de suma importancia para el estudio de la célula y el impacto de los AE:
Membrana plasmática
Es una capa que envuelve a toda la célula y está formada por fosfolípidos y proteínas, cuenta con unos canales que permiten la entrada y salida de diversas sustancias químicas, es decir, es permeable y de ahí su importancia para el aprovechamiento de diversas sustancias.
Citoplasma
En esta sustancia se encuentran diferentes orgánulos como la mitocondria (unidad energética de la célula) donde mediante la fosforilación oxidativa se produce ATP (trifosfato de adenosina) que es la fuente de la energía celular; el retículo endoplásmico liso, productor de proteínas; el retículo endoplásmico rugoso el cual lleva a cabo la síntesis de grasas; y el aparato de Golgi encargado de empaquetar y transportar los diferentes materiales celulares.
Núcleo
Es el sitio donde se localiza el material genético o ADN, el cual transmite a toda la célula la información para el trabajo específico que debe desarrollar y es fundamental para la reproducción celular.
Las células al unirse y relacionarse dan lugar a las siguientes estructuras:
- Varias células con una misma función forman un tejido.
- Los tejidos con funciones distintas pero complementarias forman un órgano.
- Los órganos constituyen un aparato.
- Dos o más aparatos integran un sistema.
Por su parte, las moléculas de los AE son tan microscópicas que pueden fácilmente penetrar por la capa grasa de la piel y llegar al torrente sanguíneo. La solubilidad lípida de los AE les permite viajar transcelularmente o directamente a través de las células. Como ya se ha visto, estos AE están hechos de grupos químicos y elementos químicos individuales. Entre los elementos primarios responsables de las funciones de los AE se encuentran: hidrógeno, carbono y oxígeno; mismos elementos presentes en las células.
El desarrollo embrionario es de vital importancia para la comprensión del impacto de los AE en el organismo. Es importante mencionar que, durante el desarrollo embrionario, se forman tres capas germinativas embrionarias a partir de las cuales se desarrollan todas las estructuras del nuevo organismo:
Endodermo
Es la capa más interna a partir de la cual se forman los aparatos digestivo y respiratorio.
Mesodermo
Es la capa central a partir de la cual se desarrollan el esqueleto y los sistemas locomotor, circulatorio y urogenital.
Ectodermo
Es la capa más externa a partir de la cual se desarrolla el sistema nervioso central –encéfalo y medula espinal– y los órganos de los sentidos entre los cuales están el olfato y la piel.
Lo anterior da cuenta de la gran relación y afinidad que existe entre los sistemas nervioso, olfatorio y tegumentario o piel, esto es fundamental pues los AE interactúan con el cuerpo mediante dichos sistemas para lograr sus beneficios de salud, belleza y bienestar. La vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato son los cinco sentidos con los cuales estudiamos aun sin estar conscientes el mundo que nos rodea, lo percibimos y creamos un vínculo entre nosotros y los demás, así como las situaciones y cosas que nos rodean, dependemos de estos sentidos en todo momento.
Los órganos de los sentidos a través de los ojos, nariz, lengua, oídos y piel contienen receptores dispuestos en forma y orden diferente, cuya función consiste en recibir los estímulos, impulsos o señales de nuestro entorno y en transmitir mensajes al sistema nervioso y es allí donde se identifican y se valoran las informaciones recibidas.
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