Muchas veces he pensado que debería existir esta forma legal. A los padres, muy especialmente a las madres. nos han responsabilizado de las fallas de nuestros hijos. Por ignorancia, los reyes reclamaban a las mujeres que no les daban hijos varones y ahora sabemos que es el padre el que determina el sexo de la criatura. El padre ausente, consentidor e incompetente también es responsable de la buena o mala educación de sus vástagos.
Decía mi maestro, el Dr. Ramón de la Fuente Muñiz, que admiraba a las madres de hijos malvados y terribles, por aguantarlos. Siempre he cuestionado lo incondicional del amor materno y de cualquier otra forma de amor. Es posible que sea necesario cuando la cría es pequeña y endeble, cuando está en formación y es un ser inacabado. Pero no cuando nuestros hijos adultos y en posesión de sus facultades, nos agravian. Recordemos que hay pecados de acción y los hay de omisión. Frente a grandes acontecimientos que ponen en peligro la vida de los padres o de los hijos, hay respuestas emocionales que surgen desde las áreas de nuestros elaborados cerebros que compartimos con el resto de los mamíferos. Si eso no sucede denota una grave perturbación emocional.
El divorcio de hijos con los padres ya existe. Se puede ir a la corte en algunos países, acusar a los padres de sus deficiencias y el estado nombra tutores. Si los hijos ya son capaces de bastarse a sí mismos, de meterse en problemas graves o menores sin preguntar la opinión de sus progenitores y los padres son autónomos, sanos y activos, el divorcio de hijos debería aplicarse. Para muchos sería una verdadera liberación.
¡Feliz 2013!
Patricia Rodríguez
Comentarios
Roman, no te prometo leerlo pronto. Yo también escribo y tengo muchas amigas y muchos amigos escritores. Pero mándalo a la SOGEM, está en José María Velasco, entre Felix Parra y Plateros, ahí me lo entregan sin falta. Creo que no te quedó claro mi artículo, era más simple. Como soy médica, hablo de estructuras cerebrales mamíferas que no funcionan bien. Tal vez es asunto de los tiempos actuales.
Bueno, lo que pasa es que es verdad ese dicho: "que los hijos son muy ingratos". Resulta que esto es parte de la ley de la contradicción en la cual se encuentra toda sociedad . En donde el de enfrente dice negro y yo digo blanco, el dice verde y yo digo azul y jamás se pone uno de acuerdo Esto permea hasta lo más profundo de la sociedad. Igual en la pareja. Por eso estamos como estamos no nos sujetamos a una gran verdad: en todo lugar debe haber gobernados y gobernantes, en la familia, en el trabajo, en la escuela, etc. En el caso mío (y creo que debería de ser para la mayoría) si estoy frente a una persona capaz, inteligente y se que "todo" lo que diga va a llegar a buen puerto, de inmediato me "adapto" a ella. Bueno todo debe de ser conforme a la naturaleza de las cosas llámese lógica. Pero insisto, como estamos en esa gran ley de la contradicción pues donde quiera se puede romper el hilo por lo más delgado y causar estragos de trascendencia tales como la que platicaste de gringolandia. Y la solución para todo esto es la educación que es sinónimo de transformación. Y luego nos enfrentamos a otro dilema qué tipo de educación, porque aquel asesino del cine cuando se iba a estrenar la película cuyo nombre omito para no hacer publicidad barata estaba estudiando, creo, una maestría, también sucedió en gringolandia. Pues bien conozco varios casos de hijos que han maltratado a su padre de los cuales uno es premio nacional de periodismo de 1988. Y da tristeza saber de este tipo de hijos. Patricia hoy termine de escribir mi segundo libro: MÉTODO EFICAZ PARA ENTENDER LO QUE LEEMOS. Ya lo tengo dado de alta en los derechos de autor. Lo tengo como una edición personal. Me gustaría hacértelo llegar y que me des tu opinión al respecto. ¿Qué tal, aceptas?
Román, creo que hay hijos que actúan mal y otros que no actúan cuando deben hacerlo. Hablo de pecados de acción y de omisión. No piensen que deben ser como el asesino de <oslo o el que acaba de matar a su madre y a muchos niños en Estados Unidos.
Hola Patricia:
Creo que quisiste decir que lo hijos, en algunos casos, son malvados y nos deberíamos de divorciar de ellos ¿Es así?
Para poder participar de tu comentario necesito estar seguro de lo anterior. Por tu atención, gracias. ¡Saludos!