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Hace tiempo, más de 7 años, viví al lado de un gran amigo, uno de los momentos más difíciles para él en toda nuestra amistad: lo difamaron, hablaron mal de él, le levantaron juicios que social y laboralmente lo perjudicaron mucho. Nada de lo que decían era cierto, pero ante una demanda y con tanto dinero de por medio, no se tocaron el corazón y empezaron una tregua infame en su contra.
Pocas veces he visto a un hombre tan honesto, honorable y sincero como él, venirse abajo. No encontraba la forma de salir de aquello que lo estaba afectando tanto y de paso, a su familia. Estaba apenado con la situación, triste y avergonzado de haberse topado con gente tan mala que pusiera en duda su trayectoria profesional. Le preocupaban sus hermanas, sus sobrinos, ¡su familia! ¿Cómo enfrentar a gente que inventa tantas mentiras con tal de salirse con la suya?
Difamar a alguien es, para mí, palabras mayores. Vivimos en una sociedad muy chismosa y muy difícil de afrontar. Lo vi sufrir mucho, enfrentarlos, exigir que se dijera la verdad; lo vi lleno de valentía pero muy triste de saber que gente tan allegada a él había caído en una de las acciones más bajas: la difamación. Su historia me recuerda todos los días lo fácil que es hablar, decir y opinar, pero en verdad, ¿cuántas veces conocemos la verdad en el otro?, ¿el por qué de sus acciones? Juzgar es uno de los deportes más recurrentes en nuestro ámbito y es sin duda una lacra social. ¿Cómo saber que piensa el otro? ¿Qué siente? Una de las cosas más importantes es ponernos en los zapatos del otro para ver por qué reacciona de tal o cual manera. Pero, en cambio, juzgamos a la primera, generamos chismes y juicios innecesarios o poco acertados.
Yo te invito a que pienses dos veces antes de hablar de alguien, de difamarlo o de meterlo en un chisme. Te pregunto a ti, ¿te gustaría que te hicieran lo mismo? Hay que recapacitar en este sentido. No les demos oportunidad a los otros, al escucharlos, de destrozar una vida emocionalmente hablando. Seamos más callados, más sinceros y más humanos. Cuidado con la difamación, de ella poca gente puede levantarse.
Y para despedirme, le dedico esta frase a mi amigo: Bienaventurado aquel al que ladran los cretinos, porque su alma nunca les pertenecerá.
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Comentarios
Te felicito Fernanda por esta reflexion, esta buenisima, desgraciadamente hay personas que no se tocan el corazon y destruyen la tranquilidad de las personas, provocando un gran dano moral. Pero en especial te quiero felicitar por la solidaridad hacia tu amigo, las personas tienen suerte al contar con el apoyo de una amiga que piensa con etica y profesionalismo como tu. Saludos
Muy cierto, imagina la responsabilidad de la gente de los medios como tu de averiguar bien y con honradez antes de decir algo negativo acerca de un personaje publico, sabiendo que con ello pueden desviar incluso el bienestar de un pais...como es arriba es abajo, el chisme a nivel personal destruye, a nivel de medios tambien, que buenisimo es saber que estas en contra de la difamacion y la mentira y que lo apliques a tu vida y etica profesional. Saludos.
YO FUI VICTIMA DE ALGO SEMEJANTE Y DUELE MUCHO...PERDI CLIENTES, AMIGOS Y PAREJA, ETC...CAI EN DEPRESION PROFUNDA, SIN EMBARGO ENTENDI QUE TODO PASA POR ALGO Y EL APRENDIZAJE AUNQUE DOLOROSO ME ENSEÑO APRECIARME MAS, VI EN MI... FORTALEZA Y PROFUNDAS GANAS DE SER FELIZ. HOY CAMINO CON LA FRENTE EN ALTO..PORQUE EL QUE NADA DEBE, NADA TEME
Que cierto es Fernanda que la envidia es un pecado capital, qué facil es desplumar un ave ( difamar ) y cuando se le podrán poner sus plumas nuevamente ? nunca, mi matrimonio terminó precisamente por la envidia de la esposa de mi cuñado, y no sólo el mío ha truncado el de varios cuñados y sus esposas, Dios la perdone, dice la palabra que hay de aquél que provoque ruptura en un matrimonio, pero también existe el dicho que la verdad cae por su propio peso
Ojalá ése tipo de personas recuerden estas frases, que ahorita no recuerdo quién lo dijo pero encierran una gran verdad.
Es verdad lo que vas a decir ?, me trae algún beneficio escucharlo ?, no vá en contra de alguien ?,
si no es verdad, no me beneficia, y ataca a alguien prefiero no escucharlo.
Gracias Fernanda un buen tema pues creo somos muchas personas que vivimos sobrellevando una difamación y día a día tenemos que seguir con nuestras vidas lo mejor que podamos para no dejarnos vencer por la tristeza ...Gracias
Vaya pués, qué sorprendente puede ser cuando has sido protagonista de algo tan bajo como una difamación y tener que seguir adelante, me pasó, en apariencia pierdes todo y quieres que la verdad sea gritada, sin embargo, después de algunos años, la verdad salió y todo mundo supo quién era quién. Gracias a Dios que existen Leyes universales que nos rigen, las conozcamos o no, se aplican. Hueyas inborrables, claro, sin embargo ya cicatrizadas que sólo me dejan pensar que no se trata de callarnos, se trata de "RESPETARNOS", un valor que parece ser ya tan raro de practicar en los hogares, increible más muy cierto. Resulta que ahora es tan común ver programas televisivos en los que se toman la atribución de criticar y aveces hasta juzgar a personajes públicos, sin saber que ese es un claro mensaje de que podemos meternos en lo que no nos incumbe, serán entretenidos para quienes obtienen ciertos beneficios económicos. Resiliencia, es algo que hay que tener siempre para salir de las aparentes adversidades con mayor sabiduría y poder capitalizar nuestro arendizaje. "Arrieros somos y en el camino andamos". . . . . así que cuiden lo que dicen porque la palabra es muy muy muy poderosa, más los actos y la intención de éstos también y lo mejor es que siempre regresan a quien los generó!" Muchas gracias Fernanda por recordarme lo grande que soy por haber luchado para ser la protagonista de mis días.
Todos en algún momento hemos sido victimas y victimarios. Bien dice la Biblia que la lengua es el órgano de nuestro cuerpo mas difícil de controlar.
El daño moral es del que mas difícil se me ha hecho levantarme...
Hola Fernanda
Creo que siempre tenemos a nuestro al rededor gente más mala que buena, yo también soy víctima de la difamación por una vecina, por la que he estado demandada, me ha golpeado ella junto con su hijo y cada vez que puede me agrede al igual que a mi familia. Entiendo perfectamente la situación de tu amigo y bien dicen que hay que tener cuidado con la lengua ya que al carecer de hueso es muy peligrosa.
Te felicito por éste artículo, Fernanda. Gracias por llevarnos a reflexionar sobre éste tema que, lamentablemente, está en el día a día (lo vemos en periódicos, revistas, sobremesas, conversaciones con amigos, familiares o conocidos; en cualquier lado).