Esta ungüento que se utiliza con frecuencia en los países árabes, deja la piel tersa, suave y libre de vello por cuarenta días
Cuentan que la llamada Reina del Nilo, Nefertiti, realzaba su legendaria belleza con un ungüento hecho de miel, agua y savia con el que se depilaba para dejar su piel tersa y suave. Este hábito se ha transmitido a lo largo de generaciones entre sus descendientes egipcias, e incluso ha traspasado fronteras en el mundo árabe, donde las mujeres prefieren este método tradicional a otros más modernos.
“Halaua” o “sweet”, cuya traducción del árabe y del inglés es “dulce”, son los nombres con los que se conoce en esta parte del mundo a la depilación con caramelo, la hermana oriental de la cera, cuya receta empleada en la época faraónica ha llegado hasta los tiempos modernos en forma de una mezcla de agua, azúcar o miel y limón.
En el fuego, hay que calentar medio vaso de líquido por uno de azúcar además del jugo de una pieza de fruta, aconseja Nura, una esteticista egipcia que ofrece sus servicios a domicilio.
Pero, ojo, “no hay que añadir mucha agua, porque si se pone demasiada, el caramelo puede quemarse cuando se calienta”, advierte la joven, para quien el limón es fundamental porque “da más brillo a la piel”.
Más efectivas las preparaciones caseras
De hecho, pese a que en las farmacias del mundo árabe venden la preparación ya lista para usarse, ella prefiere elaborarla en casa para añadir más limón y porque el caramelo que se comercializa contiene un cierto porcentaje de cera.
“Lo que se vende en las farmacias no se pega fuerte en la piel por la cera, mientras que el caramelo casero sí que lo hace”, explica Nura.
Más efectivo para pelos largos
Una de las características de este tipo de depilación es que arranca los pelos más largos de raíz, mientras que es menos eficaz con los más cortos.
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Comentarios
super publicacion, muy buena!!