DECIDIR ES TU DERECHO

¿Es la maternidad una prioridad para las mujeres, o más bien buscan la realización profesional? ¿Están separadas ambas aspiraciones, es posible conciliarlas? Y si la mujer decide llevar a cabo ambas, ¿debe situarse una por encima de la otra, o se puede encontrar un balance? Las anteriores son preguntas a las que resulta complejo dar una respuesta inmediata. El mundo ha cambiado en las últimas décadas, en muchos sentidos; y la mujer ha sido protagonista de algunas de esas transformaciones. Con su incursión en el ámbito laboral y la evolución de su papel —cada vez más activo— en la sociedad, diversos conceptos, como la familia, la política, la maternidad y la igualdad, entre muchos otros, han sufrido transformaciones. Obligadas por una presión social y económica, o simplemente porque lo desean, muchas mujeres trabajan hoy y han abandonado la idea de antaño de que el único rol que podían tener era el de ser madre. Hoy, millones han decidido abandonar definitivamente o postergar la maternidad, con el objetivo de convertirse en profesionales exitosas. Tener hijos ya no es prioridad. Otras han decidido combinar trabajo y maternidad. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), alrededor de 8.5 millones de mujeres son mujeres y madres trabajadoras. De las mujeres que trabajan, algunas se han convertido en "jefas de hogar", es decir, que son las que sostienen a la familia, económicamente hablando. En 2010 el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Javier Lozano Alarcón, informó que de los 57.7 millones de mujeres mexicanas, 6.9 millones son "jefas de hogar". Por desgracia, quienes buscan conciliar ambas aspiraciones —la de ser madre y la de tener éxito en el ámbito laboral— siguen enfrentando grandes dificultades, algunas de las principales: discriminación, desigualdad, temor propio y violencia por parte de su pareja. Los hombres siguen percibiendo salarios mayores a los de las mujeres. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, 42.5 por ciento de las mujeres de más de 14 años realizan alguna actividad económica, pero el ingreso por hora trabajada que reciben sigue siendo menor al de los hombres. Por otra parte, en ocasiones las mujeres se convierten en su propio límite. Cuando son madres, no se atreven a exigir un aumento de sueldo, porque se "se sienten 'aliviadas' de que se les permita continuar con sus empleos", señala un estudio de Regus. Además, dentro de la familia también se presentan dificultades. Toda la responsabilidad del cuidado de la casa y de los hijos ya no puede recaer sobre una madre que trabaja, necesita del apoyo de su pareja —en caso de no ser madre soltera— para poder salir "bien librada" y no todos los hombres participan. Qué importante es involucrar a nuestros hijos en tareas del hogar, para lograr una nueva generación que apoye a su pareja en el futuro. No podemos dejar de reconocer los logros que la mujer ha tenido en el tema de su incursión a la sociedad y al ámbito laboral. Pero no podemos pensar que ya no hay nada más que hacer. Muchas mujeres buscan ser madres y ser exitosas al mismo tiempo. Es su derecho, y no deberían ser limitadas a elegir un camino u otro, ni a restarle importancia a uno de ellos. Muchos hombres son violentos con las mujeres que trabajan por su inseguridad, al sentir que pierden el control en sus parejas. La violencia contra la mujer se ha incrementado porque cada vez más mujeres buscan su desarrollo profesional y económico. Cientos de mujeres han demostrado que se puede encontrar un equilibrio entre ambas aspiraciones. Han demostrado ser excelentes madres y profesionales, aun sin el apoyo de quienes las rodean… pero, pregunto ¿no sería mejor apoyarlas y contribuir a su felicidad? Si tu madre, hija, esposa, colega, amiga… trabaja, ¡apóyala! La participación económica debe valorarse por todos los beneficios que recibe la familia. Hagamos que ni ser madre ni querer trabajar sean un impedimento. Es tarea de todos hacer que sea posible.
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Comentarios

  • Hola, quiero compartir mi experiencia con respecto al trabajo, ser madre y sobre la competencia que existe con nuestro mismo genero en estos aspectos.
    Deje de trabajar de manera formal hace tres años. Mi decision fue a raiz de mi divorcio, ya que tenia un trabajo que absorbia mi tiempo y estaba dejando mucho tiempo a mi hijo, aunque bien cuidado pero sin mi. Definitivamente extraño el ingreso, sin embargo hago una y mil cosas para conseguirlo. Me costo mucho ser ama de casa y sobre todo apreciar esta nueva etapa, lo mejor es que esta llena de convivencia y ningun dia es igual, a pesar de la rutina. Esto me lleva a expresarles que despues de mas de 20 años de trabajo en diferentes empresas, mi conclusion es que nadie aprecia tanto nuestra presencia como nuestros hijos, recupere tiempo para mi y estoy aprendiendo y retomando valores que la misma inercia y falta de tiempo me impedian recapacitar. En esta vida las formulas para ser feliz son personales y en ocasiones, tocar fondo es necesario para encontrarnos y superarnos. Cuando trabajaba me sentia exitosa economicamente y sentia reconocimiento por lo que hacia, pero vivia estresada, corriendo para todos lados para cumplirle a todos, menos a mi. Ahora es diferente, sigo generando ingresos y lo combino perfecto con el tiempo para mi y mi familia, sin prisas, sin caer en juegos perversos de competencias con la pareja, con subalternos o jefes. Un abrazo a todas las mujeres, estemos donde estemos y hagamos lo que hagamos, siempre dejamos huella ;o)
  • yo creo que muchas veces la familia y la sociedad presionan a las parejas cuando ya tienen algun tiempo de casados para tener hijos y la pareja no quiere tambien se debe de respetar esa decicion yo creo que es mejor que vivan un tiempo como pareja que trabajen que se hagan de sus cosas ,casa,carro muebles y despues si quieren tener hijos y asi se les facilitaria mas formar una gran familia y por supuesto apollarlos en todo y respetar sus decisiones.

     

  • Sylvia, admiro la facilidad que tienes para comunicar tu pensamiento a traves de las palabras, ojala que le machismo que todavia impera en la mente del hombre fuera si es posible hacerlo a un lado, a veces pienso que el hombre no ayuda a la mujer a desarrollarse por  miedo, lo que no he entendido porque ese miedo. Y si tienes razòn hay estadisticas que indican que la mujer sola tiene mas probabilidades de tener exito que el hombre.

     

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