Idea a cargo de Francisco XavierBasada en un artículo de Kerby Anderson__________________________________Hasta ahora, hemos hablado de las consecuencias sociales y psicológicas de la cohabitación. Busquemos ahora una perspectiva bíblica.La Biblia enseña que las relaciones sexuales pueden tener un efecto de vinculación muy fuerte en dos personas. Cuando ocurre dentro del matrimonio, el hombre y la mujer se convierten en una sola carne (Efesios 5:31). Pero las relaciones sexuales fuera del matrimonio también tienen consecuencias. Al escribir a la iglesia de Corinto, el apóstol Pablo dijo que el hombre que se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella (1 Corintios 6:16).El contexto de la discusión surgió de un problema dentro de la iglesia. Un hombre de la iglesia tenía relaciones sexuales con la esposa de su padre (1 Corintios 5:1-3.). Pablo dice que esta relación es inmoral. Ante todo, era incestuosa, lo cual estaba condenado por el Antiguo Testamento (Levítico 18:8, Deuteronomio 22:30). En segundo lugar, no había ninguna unión matrimonial, sino un ejemplo de cohabitación. Pablo nos aconseja huir de la inmoralidad sexual (1 Corintios 6:18).La inmoralidad sexual se condena en más de 25 versículos del Nuevo Testamento. El término en griego es porneia, una palabra que abarca todas las formas de relaciones sexuales ilícitas. Jesús enseñó que “de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona” (Marcos 7:21-23).Pablo dijo que “la voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios” (1 Tesalonicenses 4:3-5).El matrimonio es el plan de Dios. Ofrece una compañía íntima de por vida (Génesis 2:18). Provee un contexto para la procreación y el crianza de los hijos (Efesios 6:1, 2). Y por último, el matrimonio brinda una expresión dada por Dios del deseo sexual (1 Corintios 7:2).En el Nuevo Testamento, se advierte a los creyentes contra el pecado habitual, que incluye el pecado sexual (1 Corintios 5:1-5). La iglesia tiene que hacer que los creyentes se hagan responsables de su conducta. Los creyentes deben juzgarse ellos mismos para no caer en las manos de Dios (1 Corintios 11:31, 32). El pecado sexual no debería mencionarse siquiera entre creyentes (Efesios 5:3).Convivir fuera del matrimonio no solamente viola preceptos bíblicos, sino que expone a la pareja y su futuro matrimonio al riesgo. En este artículo, he reunido varias estadísticas que hacen reflexionar acerca del impacto que puede tener la cohabitación en usted y en su relación. Si quiere tener un buen matrimonio, no haga lo que dice la sociedad; haga lo que nos enseña que hagamos la Biblia._______________________________________________NOTA: Hasta aquí la serie "La Cohabitación", la cual se ha presentado como el ideal que debe ser dentro de una sociedad equilibrada, sin embargo no podemos dejar de reconocer que las distorsiones o deformaciones existentes en la sociedad actual que la hacen víctima se deben a que está bajo ataque constante producida mediante señales anunciadas: la transmisión de imágenes y sonidos, o la reproducción de figuras en general o de elementos artísticos, o de presentar o interpretar hechos e intenciones, etc., con la disposición de ir deformándoles de modo intencionado, por parte de las fuerzas del mal dominantes, sean físicas, materiales, espirituales o invisibles. FX
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