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Un día cuando mi hijo Alex estaba pequeño (5 años para ser exacta), caminaba tras de mí tratando de convencerme de que Él si cumplía y yo sin voltear a verlo, muy molesta, recogiendo el desorden, sólo le contestaba: no papito nunca cumples, yo bajo todos tus juguetes y me prometes los pondrás en su lugar cuando termines de jugar y NUNCA CUMPLES, era tal su desesperación por convencerme de que si cumplía, que optó por jalarme de la ropa para que yo volteara a verlo, cuando ya desesperada volteo, veo   cómo en su manita pequeñita marcaba con los cinco dedos muy bien extendidos, mira mami SI CUMPLO me repetía, claro que lo abracé y  aseveré con mi actuar y le confirmé SI MI AMOR, SI CUMPLES, por supuesto ahora lo recuerdo y me río por el juego de palabras en la que nos enfrascamos, pero en el momento real me sentí muy mal por mi mala actitud al no pensar que a su corta edad el sólo entendía que SI CUMPLÍA cada año, un año más, realmente él tuvo la certeza sin lugar a dudas que SI CUMPLÍA. Ahora pienso y reflexiono ¿cuántos de nosotros los adultos tenemos la certeza de cubrir nuestras expectativas al finalizar una año? si realmente al darle estricta definición a la palabra CUMPLIR encuentro que es: Actuar con rigor y seriedad de acuerdo con una obligación, una promesa, llegar a tener o completar en un tiempo determinado, llegar a producirse lo que se anticipa, llevar a cabo algo que anteriormente nos hemos propuesto.

Ahora pensemos en el maravilloso momento de cumplir con un periodo de 365 días en donde aparentemente nos propusimos llevar a cabo satisfactoriamente una obligación o bien lograr aquello que ha vivido en nuestros pensamientos, de tal forma que para bien o para mal al llegar al término de ese periodo, evaluando el desempeño preguntemos ¿de verdad cumplo o repito un año más sin aprendizaje de lo vivido? Desmenuzando un poco diría ¿cumples un año más o estás repitiendo un periodo de nuevo en tu vida?, reflexiona el acontecer de tu existencia haciendo una sincera introspección sobre los siguientes puntos:

• ¿Qué cosas nuevas he aprendido, que han dado crecimiento a mi existir?
• ¿Cuánto he ayudado sinceramente y sin esperar nada a cambio al necesitado?
• ¿Cuántos buenos libros he disfrutado y he compartido?
• ¿Qué tanto he demostrado a los demás mi amor y gratitud?
• ¿De qué manera manejo el perdón y la humildad ante mis errores?
• ¿Cuánto invierto en momentos de paz y reconciliación conmigo mismo y con los demás?
• ¿qué tanto he comprendido las historias personales de aquellas personas que me han herido o que han intentado hacerme daño?
• ¿Qué tanto he sido FELIZ a pesar de las vicisitudes de la vida?

El mes de Julio es para mí muy especial pues mis amados hijos, así como grandes amigas y yo cumplimos años, así que a manera de homenaje dedico estas líneas a cada ser extraordinario que disfruta del bello milagro de la vida  y que tiene la oportunidad de reflexionar acerca de estas cuestiones, si las respuestas son favorables FELICIDADES, pero si en alguna estas distante, simplemente OCÚPATE en llevarlo a cabo, siempre es tiempo de direccionar el sentido.

Dios nuestro señor les colme de maravillosos aprendizajes, hoy mañana y siempre!!!

Hasta el próximo martes.