De un héroe a su amada

De un héroe a su amadaAmor mío:He regresado a ti, siguiendo el camino de nuestros recuerdos. Por ti lo perdí todo, hasta tu amor y la gloria. Mujeres que ansiaron hacerme suyo por siempre o apresaron entre sus carnes -mazmorras infernales- por su orgullo indolente, nunca me perdonaron que mis ojos y mi corazón se hubiesen fijado en ti; me censuraron hasta malditos monjes dignos de la inquisidora hoguera, manipuladores de la fe, como los capellanes de la conquista quienes permitieron la violación y el asesinato que generó la sed de oro entre esas bestias, que se creían embajadores del rey y de Dios.Hoy he regresado a nuestro hogar, desnudo, sin una capa siquiera para cubrirme de la helada lloviznas sabanera. No hay guardia ni pista alguna de las huellas de esos bravos guerreros que acompañaron por los andes, regalando libertad, porque mi sueño fue ver una América única y libre, agigantándose por el paso del tiempo gracias a una conciencia diáfana y respondiendo a todo como una gran hermandad...He recorrido con tristeza nuestra amada Bogotá, ahora no soy más que un anónimo ciudadano. Nunca debí despertar y menos haber regresado, pero necesitaba sentir las cosas y los lugares que fueron nuestros; mentiría sino reconociera que continuó tendencialmente enamorado de ti.Soy un extraño entre este infierno. Jamás concebí para mi amada América y mis adoradas ciudades esta suerte: la tragedia por destino. Tampoco para ti, que me regalaste tus mejores años y también los fueron para mí.Los jardines, amada mía, extrañan tu presencia; están tristes, se sienten solos, abandonados, lucen como si allí hubiese perdido todas mis batallas. La historia nunca nos vio como seres humanos derrochando virtudes y defectos; sino como si nuestro amor es ensuciado las páginas blancas de la historia, estas páginas grises y negras que se escribieron después con sangre y odios. Casi no pude entrar a esa casa que fue tan nuestra, mudo testigo de nuestros apasionados encuentros; esos pasillos donde nuestras miradas perdidas futurizaban momentos hermosos para América y para nosotros, pero la historia también se equivoca amada mía, y mientras nos embriagábamos en besos y piel, otros murmuraban para saciar su sed de poder. Siempre existirán murtes o hijos de puta, en el lado oscuro de las historias de nuestros países.Visité la salita, el salón principal -nuestro inolvidable gran salón- donde como emperadores danzamos ante esa “realeza criolla” que creímos aliada y franca, celebrando más de una vez nuestra libertad continental, o donde tantas veces me desnudaste y llamaste como ni otra mujer me había amado, porque tú mejor que nadie conocías esa ansiedad amatoria y casi enfermiza que me devoraba, esa necesidad permanente sentirme realmente amado, consentido, protegido, porque como todo conquistador errante vague sólo durante años por las cordilleras del continente; sólo tú sabes que entonces me sentía y era menos que medio hombre, que mi vida hecha jirones había quedado como papeles rotos por el viento por los llanos, como pedazos malatos de velas rasgadas por la brisa en el Caribe o regados por toda mi amada gran Colombia, como si mis sueños hubiesen sido descuartizados.Aún se conservan algunas cosas que fueron nuestras, pero todo es tan triste y lúgubre, amor mío, que todo tiene la aire y el color de un museo que luce muerto. Hoy soy nadie entre los habitantes del futuro y que nada tengo de emperador, reconozco que pagué demasiado alto el precio ni orgullo y que tu única alternativa como mujer era huir de ese monstruo-héroe que desconocía la humildad y la sumisión por un hogar de hombre enamorado... para un héroe siempre soplarán vientos de gloria, vientos de guerra con olor a miedo, a pólvora y a sangre.Hemos escrito las páginas más tristes de la historia de repúblicas que soñamos y que terminaron convertidas en republiquetas estratos cero tercermundistas. Naufragamos En la más hermosa y absurda tragedia. Fue como si hubiésemos ofendido a Dios con nuestro amor-ventura. Todo luce como una casa fantasma abandonada. He regresado para esperar hasta siempre por ti, como hasta hoy y siempre lo hice, mi muñeca con corazón de pólvora.Tu has sido eternamente mi pesadilla, porque es por quién reencarne una y otra vez, porque nunca podría descansar con esa profunda herida; nunca te traicione como amante -aunque reconozco que me faltó valor para vivir contigo las delicias de la imaginación- jamás supe qué fue lo que nos alejo, ni siquiera sé si fue la torpeza mis palabras, o si no supe saciar mi sed y enturbie la fuente donde deberíamos de beber los dos. ¡Oh, Dios! Soy un maldito, un miserable, un paria o tal vez el destino quiso que no tuvieras que verme morir como un miserable humano... si algunos hombres se inmortalizaron en vida, tú me divinizaste hasta colocar entre cenizas o rosas. Todo entre nosotros tenía que ser una alternativa radical, absurdamente antagónica, todo lo nuestro tenía que ser o no ser, recuerdo aquella tarde estaba llorosa y con una mirada que lo expresaba todo, me dijiste:-mi amor, nunca tendrás tiempo para la poesía y menos para ver la Rosa en la rosa. Me despediste con un beso que cauterizó mi corazón herido y partiste como toda mujer digna que sabe y comprende, que en el amor existe un momento en que se dice ¡basta! ¡Hasta aquí nomás!Ya negro, te extraño, nunca más temeré correr a tus brazos. Hoy todo lo daría por sentir uno de tus besos o una leve caricia. La ausencia ni peor tortura y tu indiferencia me lapida sin la más mínima piedad. Sabes bien que todas mis condecoraciones y laureles, todos los hubiese sacrificado por ti. Me cansé de buscarte en los cementerios y hoy más que nunca, estoy seguro que también recorres el mundo buscándome. Sé que recorrerás los mismos lugares e incluso estoy seguro que puedes ser tú, quien asuste a esos infelices que hoy habitan lo que fue nuestro.Lloro y canto nuestro amor imposible, borrascoso como el de los verdaderos amantes, imposible de olvidar. Nunca tendré la oportunidad de encontrar ese puente que me lleve a tu corazón. Sé que más nunca tu cuerpo será mío y más nunca tu desnudez embriagará a mis sentimientos, ¿por qué tuviste que desaparecer el día que desperté, para vivir en la realidad ese sueño hermoso?Donde quiera que estés, deja que mis palabras den en el sitio más sensible de tu corazón. Necesito enmendar un si, porque no soporto más que transcurra el tiempo sin ti. No quiero entrar sólo en el reino del sueño y sentir que desapareces como una estrella fugaz. No podía besarte mañana cuando tu espíritu no habite este mundo, ni soportaría sentirme perdedor por siempre, por haber llegado tarde a tu vida.Se me agota la vida, mas no lloro por ella, sino por ti y por el tiempo perdido. Desde este mirador, desde donde divisábamos Iglesias, azoteas y hasta la catedral, solíamos observar los arreboles apasionados de los atardeceres sabaneros; parecía como si los días y la naturaleza se hubiesen dormido y a veces, desde aquellos momentos nos amamos hasta la amanecer… y así día tras día... ¡aquellos maravillosos días! Cómo me duele recordar y mi alma sufre llora por mí. No fue el destierro el que me mató ni la ingratitud de mis amigos. Tu partida sería mortal para mí, porque sin ti, todo lo habría perdido. Entonces partí en busca de una salud irrecuperable y a sabiendas que era imposible un nuevo reencuentro.No acepto la realidad. El recorrido una y otra vez la casa y los jardines. Todo luce como un navío abandonado, deshuesado, como una casa fantasma sin deudos, porque falta ese calor humano tan tuyo y sobre todo tus sonrisas. Necesito sentir tus pasos, sus risas y tus guiños mímicos de mujer consentida. Ya no se confundirá el aroma de tu perfume con el canto primaveral de los pájaros, para no sentir que todos perdimos el tiempo.Ahora mientras dormita quién vigila esta casa, me sentaré por un instante en la cama que fue nuestra; o mejor no lo hago, porque no sé si podría controlar la emoción de recibir en un instante, esos momentos de pasión que hoy reposan en mi memoria. Como una tormenta siento de nuevo tu piel, tu perfume, tus senos, ese almizcle jazmines -aroma de hembra ansiosa-. Sobrevivir no es vivir y sin ti, sería hacerlo como muerto en vida.Despierto a la realidad rociando mi rostro con miles de gotas de puré cristalina agua del Páramo; saboreo y refresco mis sentimientos afiebrados, mientras observo correr por un buen rato a estas aguas que pasan desde entonces como transcurrió el tiempo, mientras nosotros jugábamos con el amor y creíamos que nos escapábamos de las olas marinas… los amantes siempre creemos que la vida siempre será presente, hasta el momento en que violentamente despertamos en otra realidad, como cuando el ayer se perdía en su repliegue y era a su vez el presente de ese mañana que nos preocupaba ayer. En estos tiempos que llaman modernos nadie ama de verdad y quien ama, no ama desinteresadamente; es como si los besos y las compañías tuviesen un precio.¡Oh mi adorada amante! Tú enriqueciste con deliciosas e impúdicas imágenes mis recuerdos, nublados únicamente por el placer orgásmico en nuestros cuerpos, que se fijaron fotográficamente en ellos.Ahora comprendo a mi maestro cuando en Europa me insistía "vive, vive como si cada momento fuese el último, porque el tiempo no es más que hojas de otoño. Recuerda: el tiempo, los momentos, los recuerdos, desaparecerán con la brisa como las hojas de otoño".Aún escucho la promesa que me hiciste, más de una vez, de que me amarías por siempre, porque no concebías como algo posible, que tu amor se agotara. Nuestro amor día a día se hacía más y más grande, mientras más nos regalábamos. Nuestro amor siempre crecía geométricamente, quizás por esto nuestro placer parecía infinito. Pero se acabó como todo lo que crece o Tiene vida. Cuando desperté del hermoso sueño, ya no estabas a mi lado.El tiempo lo ha tocado todo. El fresco aroma de los helechos se confunde con esa imagen, que el óxido y la madera gorgojada crean. Aquí todo es historia, suena y huele a cementerio, como una desflorada rosa, como una mujer avejentada -muerte en vida- que fue primavera, que fue cielo y mar, que fue vida, pero que hoy no es más que un pasado o nada, desde cuando dejó de ser. El aroma fresco del jardín me toca de nuevo como insaciables lenguas, mientras busco imágenes en las nubes como los solíamos hacer, como dos idiotas enamorados, cuando paseábamos con nuestros pies desnudos para sentir el rocío en ellos.Me alegra saber que te hice Feliz. No sé si fue en sueños o por esos hermosos momentos que vivimos aquí. He releído algunas de nuestras cartas que se exhiben aquí en algunas vitrinas y por primera vez siento vergüenza y a la vez orgullo -demasiada felicidad por sentirme bien amado- porque siempre me expresaste tu amor con estas apasionadas y hermosas palabras, que por casualidad se descubrieron con el tiempo debajo del entablado. ¿Por qué los enamorados aprendemos siempre demasiado tarde, que queremos expresar en el momento preciso lo que sentimos, como lo sentimos, con la pasión, la fuerza y el deseo del momento?Me retiro agobiado por la tristeza y despedirme una vez más con una mirada apenada y doliente, de todo lo que fue nuestro. Sé que por siempre tendré que crear mis propias ilusiones para no sufrir más desilusiones, desencantos ni despechos.Con todo mi amor y más sinceros afectosPor siempre tuyoTu locoHéctor “el perro vagabundo” Cediel 2010-04-13 hcediel2@hotmail.com
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Comentarios

  • QUÉ BÁRBARO... QUÉ DESCRIPTIVO Y QUÉ CONMOVEDOR.
    DE QUÉ GENERACION ERES Y DÓNDE NACISTE AMOROSO PERRITO? GRACIAS... SUBLIME!
    QUÉ BIEN TE EXPRESAS EN NUESTRO RIQUÍSIMO IDIOMA... PERRO DE BUENA PLUMA.
    PUBLICA MÁS, POR FAVOR. *GENA.
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