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Hace unos días me invitaron a la televisión para hablar de las abuelas actuales, lo primero que aclaré es que en el mundo hay lugares en los que nada ha cambiado, tampoco las abuelas. En el medio rural las mujeres siguen envejeciendo prematuramente por los  múltiples partos, la crianza agotadora y los trabajos domésticos. Querían saber si era mejor que las mujeres trabajadoras dejaran a los hijos con los abuelos con la servidumbre, o en las guarderías. Contesté que dependía de los abuelos, de la servidumbre y de las guarderías. Algunos abuelos están enfermos y viejos, de tal suerte que ellos necesitan ser atendidos, los hay muy activos y trabajadores, tanto como los hijos que los solicitan. A mí me ayudó mi suegra a terminar la especialidad de Psiquiatría ocupándose de mi hijo mayor y la maestría la hice confiando a mi segundo hijo a una  empleada doméstica  que lo cargaba en el rebozo. Desde un rebozo, el bebé  recibe más estímulos que si  permanece acostado en una cunita.   Cada vez es más difícil encontrar trabajadoras domésticas confiables,  en las guarderías  los que los niños aprenden a socializar más pronto que los que se quedan en las casa,  no estoy pensando en la de Hermosillo, que dejó luto en muchas familias.  El papel de los abuelos es cada día más importante en el cuidado de los nietos, pero  no debe ser una carga ni una imposición para quienes ya pasaron por el trámite de educar a sus propios hijos.

Patricia Rodríguez