Darle una salida creativa a un mal momento

Es todo un reto buscarle el lado amable a un mal momento, y más aún, darle una salida creativa a una situación en la que uno pudo haber perdido la vida.
El martes pasado tuve un accidente: una mujer borracha se estrelló contra mi coche mientras estaba yo parada en el alto esperando el siga para continuar mi camino. Afortunadamente puedo contar el incidente y decir que ni mi madre, que venía conmigo en el coche, ni yo estamos en situación grave. En mi caso traigo cuello ortopédico, un dolor de espalda y cadera francamente molesto y una sensación de cansancio incontrolable. Mi madre la pasó mal también, se le fue la presión hasta el cielo -los paramédicos pensaron que podía darle un infarto en el momento- y afortunadamente de eso no pasó. Salimos a las 4 y media de la mañana del hospital. (A mi madre se la llevaron en la ambulancia antes que a mi. Yo me quedé con mi cuñado y sobrino arreglando los trámites con el seguro y esperando a que llegaran los parientes de la mujer alcoholizada.)
¿Cómo me sentí? Furiosa. Mi respuesta en el momento fue de enojo y furia total. Me molestó muchísimo ver a esta mujer -de mi edad o un poco mayor- en ese vergonzoso estado en pleno martes y su cara de "¿qué hice?". Lo primero que alcanzó a decirme fue ¿Cuánto dinero quieres que te dé?
Me salió la rabia contenida. Lo menos que le dije es que había personas en este mundo que tenían que entender que las cosas no se arreglan con dinero y que las personas irresponsables como ella tenían que asumir el costo de sus acciones. Dudo que haya entendido algo. No pudo ni siquiera bajarse del coche.
Los policías llegaron en dos segundos, había dos oficiales en la esquina del accidente y afortunadamente se hicieron presentes. Esta mujer quería escaparse. Me paré frente a su coche y estaba dispuesta a pasar encima de mi, uno de los policías le dijo que no fuera tonta y se metiera en más problemas de los que ya tenía en ese momento.
Mientras llamaba al seguro me di cuenta de que la conductora estaba tratando de darle dinero a los policías. Al instante me paré junto a su ventana y le dije que además de ser una borracha era una corrupta. El oficial ya no recibió el dinero y ella se hizo tonta "No hice nada, no hice nada". Lo único que alcancé a decirle a los oficiales es que me sentía"orgullosa de ellos pues no habían recibido el dinero y les pedí sus nombres para hacérselos llegar al Jefe de Gobierno, pues si todos decimos que son corruptos, encontrar policías que no lo son es un milagro".
No haré la historia más larga. En resumen ella tenía el seguro vencido. Llegó su hermano con otro seguro vigente y, con todo el desenfado del mundo, le dijo a los policías y al ajustador de mi seguro "Si podían hacer un cambio y anotar que él venía manejando en lugar de ella"..... Mi ajustador le dijo con toda claridad: si quiere, hágalo, sólo que usted tendrá que pagar los gastos porque eso se llama fraude. Además, yo ya habìa hecho mi declaración y el seguro también.
Me indignó ver que la ley no le hizo nada a ella, a pesar del evidente estado de ebriedad en el que venía. No supe si logró darle dinero a los policías, o tal vez su hermano, no me consta. El famoso alcoholímetro de la Ciudad de México funciona de jueves a domingo, por ello "no le podemos hacer nada" (policía dixit) . Si yo quería, podía levantarle una demanda, pero tenía que ir junto con ella en calidad de detenida al MP, pagar multa, pagar el corralón de mi coche.... y esperarme a que los doctores, saliendo nosotras del hospital, nos dijeran que había algún daño evidente. En pocas palabras, la autoridad no hizo nada aunque el hecho fue claro y era yo la que tenía que hacer algo, además de pagar una multa por un incidente que no fue mi responsabilidad.
En todo caso, esto me ha llevado a otra reflexión. Si le pedimos a los funcionarios públicos y servidores que rindan cuentas por sus actos, es justo que los ciudadanos comunes y corrientes también rindan cuenta de sus acciones y sus irresponsabilidades. Por ello, hago público el nombre de esta mujer para ver si algún día siente un poco de vergüenza y le agradece a la vida -que al menos en esta ocasión- los daños que cometió fueron relativamente menores y lo piensa seriamente la próxima ocasión que decida conducir estando en lamentable estado de ebriedad. Se llama Blanca Laura Zamora Gutiérrez.
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Comentarios

  • ¡Hola Claudia!
    Ya vendrá una mejor etapa para recuperar el tiempo en el trabajo, todo tiempo en espera, es necesario... ya verás. Recibí tu atento correo con respecto a unirme al espacio de Mujeres Construyendo, por supuesto que estaré por ahí, será un gusto encontrarnos por allá también. Estoy preparando bien el tema con el que me gustaría iniciar el blogeo Mujeres Construyendo. Pronto nos encontraremos por allá, ya verás. Te mando un fuerte abrazo y que todo se vaya acomodando mejor. Que tengas muy buena semana.
  • Ma. Marisela,
    Gracias por tus palabras. Voy mejor, pero el cuello, literlamente, "me estorba" y me duele todo. En fin, sé que es parte del proceso. Estoy practicando mucho y de manera intensa Qi Gong para sanar más rápido. Por lo menos me está sirviendo para encontrarle una salida más positiva al incidente.

    Estuve pensando si hacer público el nombre de Blanca Laura. Primero dije "Pobrecita..." y después pensé que si seguía con esta actitud me estaba conviertiendo en cómplice de su irresponsabilidad y su alcoholismo. ¿Pobrecita? Es una mujer de más de cuarenta años, asumo que tiene algún nivel de conciencia sobre sus actos, y si su manera de beber le trae estos problemas, algo debería hacer al respecto. Afortunadamente el incidente no fue mayor (aunque claro, si me pongo a pensar en lo que de hecho ya me costó en términos profesionales: tuve que cancelar citas de trabajo, firmas, grabaciones y otra serie de cosas por el simple hecho de que no he podido moverme del dolor, no puedo manejar y mi coche está en el taller, no puedo estar mucho tiempo sentada..., en fin.)

    Por esto y por congruencia. Como lo mencionaba en el post, si los funcionarios públicos y los políticos tienen que rendir cuentas, ¿por qué los ciudadanos no? Creo que es un grano de arena en la construcción de una sociedad corresponsable, pero por algún lado se empieza, ¿no?

    Un beso y muchísimas gracias por tu comentario. Te dejo un abrazo grande, Claudia
  • Estimada Claudia,
    Lamento leer esta experiencia que has vivido recientemente. Pero me da mucho gusto saber que no pasó a situación extrema, ni para tí ni para tu mámá. Celebro que publiques el nombre de esta mujer que lamentablemente no valora su vida, pues si lo hiciera tan sólo un poco, esto no habría ocurrido.
    El famoso alcoholímetro debería ser diario, pues tristemente la irresponsabilidad no tiene hora ni día, como podemos ver. Tantas experiencias suceden a diario para que tomemos consciencia de lo que hacemos, y no nos "cae el veinte" a tiempo. Ojalá Blanca Laura no tenga que lamentar una triste historia, porque lo que está enviando al universo con sus actos, no creo que le devuelva cosas lindas. Te mando un fuerte abrazo Claudia, y todos mis deseos de que pronto estés al 100 recuperada y nuevamente, felicitaciones por tu gran valor civil para dar a conocer esto públicamente, como creo que deben darse a saber estas cosas. Afectuosamente, Marisela García.
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