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Cuando las relaciones interpersonales nos permiten compartir, debemos cuestionarnos si el tiempo ha mermado el entusiasmo, si el diario convivir ha minimizado la chispa de la emoción, me refiero a las relaciones conyugales, la vida en pareja, la Bendición del MATRIMONIO  que es la institución social que crea un lazo entre sus miembros. El matrimonio establece obligaciones y derechos que varían, dependiendo de cada sociedad.

Pero muy por encima de significados lingüísticos, está la parte del entusiasmo que es, ese estado de ánimo que nos permite estar alegres y excitados, ante cualquier situación y a pesar de la monotonía, muy bien pues cuando se pierde el entusiasmo (palabra que,  en griego significa tener un Dios dentro de sí), aceptamos el virus de la apatía y la desesperanza para que se instale en nuestro corazón, de modo que, lo que debemos hacer es adoptar esa fuerza emocional en nuestra filosofía a seguir. Cuando nos sentimos con entusiasmo, podemos vencer más fácilmente la oposición y proyectarnos con fuerza hacia el futuro.

Pues en la vida del matrimonio cada uno debe trabajar por el ánimo y entusiasmo del otro,  de ese ser que se supone tanto amamos, procurando el bienestar de cada uno; indiscutiblemente  debe ser función y compromiso de ambos. La persona que vive en el entusiasmo, tiene la capacidad de contagiar a los demás.

Como regla general cuando una persona tiene entusiasmo: todo le sale bien!!!

Ahora que estamos mi esposo y yo a punto de celebrar nuestro 22 aniversario de casados, quiero externar mi gratitud hacia Él por ser quien me motiva y a Dios por ser quien me presta a éste extraordinario ser humano en éste bello pasar por la vida.

Debemos reflexionar sobre las siguientes recomendaciones, espero les sea de utilidad, como lo ha sido en nuestra relación a lo largo de todos estos años, creo firmemente que SI hemos vivido plenamente cada año de manera distinta, de otra forma estaríamos hablando de un año repetido 22 veces ¿no es cierto? Por ello el título de éste artículo “Cumples o repites muchas veces”.

Siete recomendaciones para mantener tu matrimonio feliz.

1. Nunca se enojen al mismo tiempo. Sean prudentes, disfruten y aprendan con fortaleza, la ira es la peor consejera.

 2. Jamás se griten y mucho menos se falten al respeto. La templanza será su mayor consejera.

 3. Si uno de los dos tienen que vencer en una discusión, que te parece si haces uso de la amabilidad y le cedes la victoria a tu pareja. Deja que el amor sea el guía absoluto.

 4. No criticar, regla de oro de un matrimonio feliz, si no tienes otra opción, entonces hazlo con amor. Lealtad y solidaridad debe ser el móvil para que entonces la crítica sea constructiva y no aniquiladora.

5. Nunca revivan errores o pleitos del pasado. Ámense de verdad, recibiendo con amor incluso los defectos.

6. Importante sobre manera Nunca, nunca duerman con un desatino o problema sin resolver.

7. Una vez al día por lo menos,  trata de decirle algo grato a tu pareja. Esto suena algo así como detalles pequeños surgiendo del corazón. Sin duda serán hermosos momentos, si salen del amor.

 RECUERDA que…

La Sinceridad, la  sencillez, el respeto, el perdón  y  el AMOR total, les permitirá comprender  ¿porqué no es mérito quien no se equivoca nunca?, es digno de admiración quien reconoce, que el AMOR verdadero guía sin necesidad de señalamientos.

Así que entonces esta semana quiero compartir

Corintios 13:4-7

El amor es paciente, es servicial, no es envidioso ni busca aparentar, no es orgulloso ni actúa con bajeza, no busca su interés, no se irrita, sino que deja atrás las ofensas y las perdona, nunca se alegra de la injusticia y siempre se alegra de la verdad. Todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Sin duda alguna FELIZ y agradecida por un año más de experiencias, lágrimas, logros y satisfacciones compartidas. ¡GRACIAS NEGRITO TE AMO!

Dios con ustedes!!!

Hasta el próximo martes.