Como sabemos, en la esplendorosa cultura del Golfo de México florecieron diversos pueblos entre los siglos I y X, creativos, avanzados y prodigiosos, y que hoy son orgullo nuestro en todo el mundo.
Tan rica es en vestigios arqueológicos esa zona, que se calcula que existen más de tres mil sitios aún no descubiertos, que cuando por fin se puedan explorar, con seguridad nos revelarán datos asombrosos de la cultura de nuestros ancestros.
Asimismo, de las 57 lenguas principales que se hablan en el país, 11 se encuentran en Veracruz y están vivas. Gracias a eso, podemos contar con hablantes nahuas, totonacos, huastecos, popolucas, zapotecos, chinantecos, otomíes, mazatecos, tepehuas, mixtecos, mayas-zoques y mixes. Entre todos conforman una espléndida aportación cultural.
Otro gran ejemplo de su riqueza es que son los creadores de esa famosa danza totonaca, ahora reconocida internacionalmente, que realizan cinco hombres, uno por cada dirección del mundo prehispánico: cuatro descienden dando 13 vueltas, que multiplicadas por los cuatro, representan los 52 años que tiene el siglo indígena.
Además, provienen de un lugar que con sus nichos y estructuras es reconocido en el ámbito internacional como un centro ceremonial de vital importancia en nuestro continente.
La Cumbre Tajín fue iniciada por el entonces gobernador Miguel Alemán Velasco; luego se mantuvo y consolidó durante la administración de Fidel Herrera, y ahora se proyecta con nuevos ímpetus por el actual gobernador, Javier Duarte, como un activo cultural y turístico de la entidad, que incluye el Parque Temático Takilhsukut.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés) ya ha reconocido al ritual ceremonial de Los voladores de Papantla como patrimonio cultural intangible de la humanidad, a fin de que se mantenga, reconozca y perdure para las próximas generaciones.
Ante este provocador panorama, me resulta inevitable pensar que frente a la violencia y la inseguridad, la mejor alternativa, el antídoto más eficaz, es la promoción de la cultura. Por si eso fuera poco, además estas actividades proyectan positivamente a nuestro país en el mundo.
Así que, además de conocer y reconocer estas acciones fundamentales en el ámbito cultural, resulta indispensable apoyarlas en lo individual y en lo social, con mayor razón si atendemos a su nombre oficial: el Festival de la Identidad.
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