¡CULTURA YA!

Celebramos una trascendente jornada electoral y tras el recuento y la pronta calificación de los resultados definitivos deberemos entrar a un proceso de evaluación y análisis de las propuestas que se formularon a la ciudadanía durante las campañas. En especial, habrá que revisar los ofrecimientos del candidato ganador que, todo parece indicar, es Enrique Peña Nieto.
Me interesa sobre todo referirme al renglón de la cultura.
En general, me parece que las propuestas de los candidatos y candidata que participaron en las elecciones presidenciales son limitadas e insuficientes.
Por un lado, coinciden en algunos puntos, como cuidar más del patrimonio artístico cultural, impulsar la lectura, aplicar mayores recursos financieros o promover talleres diversos; por otra parte, tienen diferencias respecto a cuál debe ser la institución encargada de la cultura. Por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador habló de la creación de la Secretaria de Cultura, en tanto Josefina Vázquez Mota se refirió a fundar una Universidad de las Artes, además de mantener el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. A su vez, Enrique Peña Nieto ofreció instituir un órgano con una reorientación distinta a la actual, con autonomía y personalidad jurídica propia.
Si examinamos con detalle cada propuesta, veremos que, en efecto, hay puntos prescindibles y otros rescatables de cada una de ellas. También comprobaremos que ninguna contiene una visión profunda e integral de acciones y estrategias a desarrollar en el corto y mediano plazo.
De hecho, quienes compitieron en la elección presidencial no convocaron, ni en número ni en calidad, a suficientes foros, reuniones o encuentros en la materia.
Por tanto, será preciso reformular con toda amplitud y precisión los documentos disponibles, con el apoyo no solo de especialistas sino también con la participación grupos de creadores, funcionarios públicos y promotores vinculados a la cultura. Solo así podremos contar con un plan bien delineado en sus estrategias, con metas definidas, puntualización de acciones y resultados medibles.
Un plan viable, pues, que reordene en el plano jurídico, programático, económico y fiscal a nuestras instituciones culturales para fortalecerlas y conseguir que sean más eficientes, que se les dote de una orientación incluyente en el caso de los sectores privado y social que participan en el ámbito educativo y cultural. Me refiero lo mismo a industrias culturales y del espectáculo, que a universidades, fundaciones o sindicatos.
A la vez, deben conjugarse desde el principio del sexenio dos rubros que por décadas han mostrado una lamentable disociación conceptual y operativa: educación y cultura.
Por principio de cuentas, se requiere formalizar los compromisos contraídos por Enrique Peña Nieto, además de los que se deriven de una reflexión poselectoral para enriquecerlos y programarlos a cabalidad.
Eso es lo que anhela y exige la sociedad, ya no digamos quienes participamos en este campo esencial de cualquier país, que es su cultura, con toda su carga de identidad unificadora que le otorga un perfil imborrable al ser nacional.

http://www.marthachapa.net/
enlachachapa@prodigy.net.mx
Twitter: @martha_chapa
Facebook: Martha Chapa Benavides

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos

Comentarios

  • Totalmente de acuerdo con Miranda Iñiguez.  Como se puede hablar de cultura en un país donde defender tus derechos es de mal gusto, hasta pedir el cambio completo nos da pena (Soriana: le redondeamos sus 50ctv? ...Pues ...Bueno). Por eso cuando alguien quiere aplicar la LEY se dice que LE HACE AL CUENTO!!

This reply was deleted.