Publicado por Martha Chapa el 25 de Agosto de 2011 a las 5:17am
En este septiembre que ya se avecina se registrarán acontecimientos de nuestra vida nacional que son de la mayor trascendencia.Uno de ellos es el la presentación ante la Cámara de Diputados del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2012 por parte del secretario de Hacienda. Año con año este documento económico se recibe y discute en el Congreso, en medio de acalorados debates, pues los grupos parlamentarios –a veces con legítimas preocupaciones, aunque por lo general motivados por sus propios intereses– discuten de manera acalorada y tratan de imponer sus visiones particulares sobre cuánto debe gastarse y en qué rubros. Sin embargo, con tristeza y desencanto atestiguamos año con año que el fomento a la cultura ocupa un lugar ínfimo en ese presupuesto de la nación.Pese a que resulta muy difícil ser optimistas en este campo, pues pareciera una tarea tan infructuosa como arar en el mar, este año vuelvo a pedir a los legisladores federales que reflexionen y dialoguen de manera seria y responsable para que encuentren mecanismos destinados a asignar mayores recursos a la cultura como una de las grandes prioridades nacionales.Estamos conscientes de la desproporción entre los enormes problemas de la nación y los limitados recursos económicos de los que disponemos. Los renglones de atención urgente son muchos y requieren notables asignaciones, mientras los presupuestos disponibles son insuficientes. Sin embargo, queda claro también que se ha carecido de un trabajo más sistematizado y documentado, sobre todo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, a fin de que se logre mayor armonía, equilibrio y proporción adecuada para cada uno de los renglones presupuestales.Porque tan importante es respaldar y canalizar mayores recursos a la educación pública que a la infraestructura de carreteras y caminos. A la electrificación, a los programas sociales, a la procuración de justicia y la salud. Eso no hay quien lo cuestione. Pero junto a estos conceptos, el sector de la cultura no puede ni debe ser disminuido, porque a fin de cuentas un país que no preserva tanto sus acervos y patrimonios como las expresiones culturales cotidianas forjará un pueblo sin futuro, ni rostro ni rastro en el acontecer de las naciones.Pero no se trata solo de un asunto de cantidad, de suyo importante, sino de una distribución equitativa en función de las demandas reales, que por esenciales son inobjetables.Todavía más: al incremento significativo de los recursos y su distribución adecuada debe agregarse la transparencia en el manejo de los dineros, tanto en el plano federal como en los ámbitos estatal y municipal, pues así como hay instancias que merecen nuestro reconocimiento por su eficacia y transparencia –llámense institutos o casas de cultura–, existen otras que actúan con parcialidad e ineficiencia, presas de despilfarros, burocracias onerosas y otras distorsiones que afectan tanto a su programación como a su estructura administrativa.Esas discusiones y reflexiones acerca del presupuesto para la cultura tendrían que acompañarse de otras medidas, por ejemplo, de tipo fiscal, que incidan de manera provechosa y transparente en la creación, promoción y difusión de las muy diversas manifestaciones culturales. Asimismo, resulta imprescindible abrir espacios legalmente permisibles para que los sectores privado y social se sumen a lo que debería ser una gran cruzada nacional a favor de la cultura.Así que tengo fundadas razones para regresar hoy al tema, con la petición esencial e ineludible de siempre: mayores recursos para la cultura. Me animan la esperanza y la exigencia ciudadana de que avancemos en alguna medida y hasta logremos dar ese salto cualitativo que debió haber ocurrido desde hace años. Quizá sea mucho pedir o resulte demasiado ingenuo tratar de dialogar con quienes ni nos ven ni nos oyen. Tal vez sea tan inútil como predicar en el desierto. Pero vale la pena el riesgo, pues lo que sí sabemos es que un pueblo sin cultura es un pueblo que agoniza.http://www.marthachapa.net/enlachachapa@prodigy.net.mxTwitter: @martha_chapaFacebook: Martha Chapa Benavides
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Martha, propongo sea esta una carta de petición que reúna firmas de quienes creemeos que es urgentemente necesario exigir a nuestros gobernares este presupuesto. Quizá utópico no lo niego pero bien dicho es que la UNION hace la fuerza. Vaya mi firma entonces. Quien se suma?
1.- Ana Laura Tanaka Orozco. Guadalajara, Jalisco.
DESAFORTUNADAMENTE NUESTROS GOBERNANTES PONEN POCO EMPEÑO EN EL DESARROLLO DE NUESTRA CULTURA OJALA Y SE PONGAN LAS PILAS PARA DARLE MAS AUGE ,GRACIAS MARTHA.BUEN FIN DE SEMANA.
SiendoMartha chapa una mujer tan creativa es por supuesto importante que se preocupe por el grado de cultura que tenemos actualmente en México. En mi ciudad es increible que la gente de un barrio se haya dejado llevar por una figura de plástico que supuestamente era "un hada " y que filas de gente se hayan congregado para ver la maravilla que un albañil que se la encontró la puso en formol y que creyeron que estaba viva y pagaban para verla. Hace falta desarrollar el pensamiento crítico de los mexicanos a través de la educación .
Comentarios
1.- Ana Laura Tanaka Orozco. Guadalajara, Jalisco.
SiendoMartha chapa una mujer tan creativa es por supuesto importante que se preocupe por el grado de cultura que tenemos actualmente en México. En mi ciudad es increible que la gente de un barrio se haya dejado llevar por una figura de plástico que supuestamente era "un hada " y que filas de gente se hayan congregado para ver la maravilla que un albañil que se la encontró la puso en formol y que creyeron que estaba viva y pagaban para verla. Hace falta desarrollar el pensamiento crítico de los mexicanos a través de la educación .
Hilda Díaz y Borbolla