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"¡Tenía que ser mujer!" - "Mujer al volante: ¡peligro constante!"

Crecí escuchando este tipo de comentarios cuando alguien iba conduciendo lentamente por la calle, o cuando respetara la luz roja a pesar de que no venía nadie por el sentido contrario, o cuando frenaba en un semáforo con luz amarilla.. Fuera mi padre, mis tios, o cualquier hombre (entiéndase por hombre: aquél ser único ungido por la divina providencia, capáz de conducir una máquina llamada: Automovil) los que emitían el comentario a viva voz, seguido de un movimiento de cabeza, o algún gesto facial: "¡Tenía que ser mujer!"

Cuando con los calores de la adolescencia, pedía mi papá que me enseñara a manejar, el me contestaba: "Cuando trabajes y te compres tu carro". Cosa que me molestaba sobremanera sobretodo porque veía como a mi hermano, si le enseñaba a conducir. Afortunadamente para mi, nunca me tomaba los NO en serio, así que, aprovechándome de que un compañero del colegio, que ya tenía su propio carrito (un volkswagen escarabajo) y que estaba enamorado de mi mejor amiga y me necesitaban para "cantar la zona", mientras ellos atrás se besaban, YO era autodidacta en el arte de conducir un carro de cambios. (Creo que los besos de mi amiga, nunca fueron lo suficientes para reparar el daño al motor de su carrito, jajajajaja). Comencé a dar mis primeros pininos en el casi privativo arte de conducir.

Luego, muchos amigos, con poco apego a las cosas materiales, se prestaron para ser mis profesores de manejo.

Aprendí, entre otras cosas, a conducir cual trailera: usando los espejos retrovisores: Nunca se me dió eso del "cuello del exorcista" que muchos de los conductores usan a la hora de retroceder. (Cuello del Exorcista: Esa hiperflexión de los músculos del cuello, que mientras tienen los brazos adelante, la cara está hacia atrás)

Llegó el esperado día, en que compré mi primer coche, (una historia interesante al respecto, antecede este hecho, pero se las contaré en otro momento) un Toyota Starlett 1998, de paquete, recíen salido y standard. AHORA si le iba a ver el queso a la tostada... porque una cosa era manejar carros ajenos, y otra cosa era CONDUCIR mi propio carrito que me costó varios años de ahorro.

Reto Nº 1: Conducir por calles empinadas, llenas de tráfico y sin estar muy segura de los cambios y escuchando los gritos de los desesperados que al rebasarme decían: "TENIAS QUE SER MUJER".
Solución: Escribí un banner y lo coloqué en la parte de atrás de mi coche que decía: ¡Mujer aprendiendo a manejar carro con cambios, mantenga su distancia!

La primera vez, que me tocó mi primer semáforo en amarillo, que como buena mujer respeté, frené tan de golpe, que aunque el hombre del coche atrás de mi frenó, el tercero (hombre), acostumbrado a pasarse la luz amarilla y un pedacito de la roja, no frenó y le arrugó toda la parte trasera al segundo. Obvio, que comencé a rezar mientras veía por mi espejo retrovisor, toda la floristeria completa de groserias que decía el infortunado de atrás, acompañando a cada grosería con un: "TENÍA QUE SER MUJER" mientras no apartaba su mirada maléfica de mi carrito.

Reto Nº 2:  Conducir al trabajo en avenida atestada de semáforos, y donde no había semáforos: conductores que conducían a grandes velocidades tipo: "ir a cobrar una herencia".

Solución: Levantarme 1 o dos horas antes, donde el tráfico era menos, e irme con las luces intermitentes como alertando precaución. Aprender rutas alternas donde no hubiesen semáforos. Salir del trabajo, cuando hubiese bajado el volumen del tráfico.

Una vez tenida la confianza, por la práctica diaria, me convertí en autosuficiente, aprendiendo lo elemental del carro: Cambiar un caucho (llanta), revisar batería, cambiar fusibles, medir el aceite, medir presion de aire de los cauchos (llantas), etc... Porque un mito, muy cercano a la realidad, es que la mujer, "no sabe nada de coches", por lo que esa ignorancia, hace que sea presa fácil de los mecánicos. Recuerden el chiste (sospecho que es anécdota) de la mujer que cuando llevó su carro al mecánico, vio una tapa dentro del motor decía: 710 y con aire muy seguro le dijo al mecánico: - "Recuerde revisarle lo de la tapa 710 a mi motor", el mecánico asombrado, le dice: -¿La tapa 710? ¿Qué es eso?. La mujer muestra entonces la tapa de otro motor abierto, y le dice triunfal: "Una como esa"

Ya obtenida la experticia, la confianza y la seguridad al volante, me daba el lujo de señalar errores de manejo en todo homínido que los cometiera en mi presencia. Allí aprendí una lección muy grande: "MACHO QUE SE RESPETA NO ACEPTA QUE SE LE INDIQUE COMO CONDUCIR"

Reto 3: Mantenerme en silencio ante las burradas de manejo de los hombres, sobretodo choferes de transporte público.

Solución: ¡Aún no encontrada!

OJO: Me han chocado fuerte 2 veces en mi vida. Las 2 veces fueron HOMBRES. La 1º vez, un hombre que me vio cruzar en una glorieta, pero el no frenó sino que pensó rebasarme por la derecha, y yo justamente cruzaba hacia ese lado, me impactó destrozando todo el lado derecho de mi coche, donde iba el asiento de mi bebé, a quien acababa de dejar en la guardería. La 2º vez, saliendo del hospital de buscar a mi tio recién dado de alta opor infarto, en un cruce, dispuesta a cruzar, vi un coche a toda velocidad, frené para esperar que pasara, el conductor que venía detrás de mi, pensó que iba a pasar, y por no guardar distancia ni precaución, me chocó por detrás.

La única vez que he chocado fue a UNA MUJER, y fue el susto más grande que he pasado en mi vida. Justamente venía de buscar mis boletos para asistir al DIM 2008 en el Auditorio Nacional, cuando venía por la avenida Anahuac, en el puente, en bajada, la mujer que iba delante de mi, frenó bruscamente para no chocar con el coche de enfrente, y yo, no tuve tiempo, así que la impacté. Me bajé, pues mi camioneta fue la que sufrió mas daños, y mi sorpresa fue que la mujer llevaba a una niña, sin cinturón de seguridad en el asiento de atrás, y para colmo, la mujer estaba sin cinturón tambien, sólo que estaba embarazada, aunque no se le notaba.

Afortunadamente no pasó a mayores, pero si he de llamar la atención, que justamente por mujeres imprudentes al volante, o poco seguras, es que se nos ha hecho mala fama a la hora de conducir. En Periférico, una mujer me dio un toque, y ni siquiera se bajó, incluso, cuando me acerqué para hablar al respecto, me salió con que la disculpara, que su mamá se acababa de morir y estaba nerviosa, cosa, que me molestó mucho más que el daño material, porque la mentira se le vio a leguas, y sonriendo me dejó parada sola en la via.

En general, no puedo decir que los hombre manejan mejor que las mujeres, ya que la acción de conducir, no es individual, es una interacción social. Es bidireccional, en conducir con prudencia pensando en ti y en el otro. Las noticias están llenas de reseñas de accidentes viales por imprudencias del conductor.

RETO 4º: CONDUCIR DE MANERA EJEMPLAR.

Solución: Poner la prudencia y el Sentido Común al Volante. Lamentablemente la prudencia no siempre está disponible y el Sentido Común es el menos Común de los sentidos.

--- Les dejo un video que me gustó mucho, de una mujer, que de una manera muy ingeniosa, no se dejó de un HOMBRE macho vernáculo al volante, que se quiso pasar de listo.

Nota del Autor, (osease mía): Investigando sobre este tema encontré una ley, increíblemente machista y al parecer es la más anticuada de las leyes y está en Memphis, Tennesee. Una normativa dice que una mujer sólo podrá conducir si tiene a su lado una persona corriendo y sujetando una bandera roja advirtiendo a otros conductores, motoristas y peatones de que hay una mujer conduciendo.

 Nota 2: Encontré un interesante artículo "Los malos hábitos de manejo de las mujeres" de Fuente:  Giovanna Ferreyra 11/10/2007 que nombra algunas cosas que observó que hacen las mujeres mientras conducen, mi opinión personal la coloqué entre paréntesis:

- Maquillarse;

- Verse en el espejo;

- Contestar el celular; (esto no es propio de sólo las mujeres, me canso de ver hombres atendiendo el celular, y testeando)

- Buscar objetos en la bolsa;

- Voltear a ver al niño sin usar los espejos;

- Frenar con brusquedad; (esto tampoco es exclusivo de las mujeres, me he topado con cualquier cantidad de hombres que hacen esto, aunque las mujeres tendemos a usar más el freno que los hombres ya que los hombres, simplemente NO FRENAN)

- Meterse con brusquedad, (tampoco estoy de acuerdo con esta... son en su gran mayoria los conductores hombres del transporte público, los que se llevan este galardón)

- Acelerar en tramos cortos,es común ver mujeres que nos rebasan a toda prisa para reencontrarnos en el próximo semáforo o en el siguiente tope, mujeres si ven que la luz es roja o ámbar a la distancia midan su velocidad, para que acelerar si se van a detener en una distancia relativamente corta. (Esto tampoco es exclusivo de la mujer)

- Sacar la mano por la ventana para que les den el paso; pero sin tomarse la molestia de cerciorarse de que en realidad se los cedieron.

- Estacionarse en doble fila; sobre todo cuando van a dejar o a recoger a sus hijos a la escuela, no se preocupan por el caos vial que pudieran ocasionar a terceros. - (Los hombres estacionan en doble fila, tanto o más que las mujeres)

- Estacionarse en dos carriles dentro de un estacionamiento; luego por las prisas o la flojera de estacionarse bien, podemos ver camionetas que ocupan más de un carril en la Plaza o el supermercado. (Mal estacionados hay tanto hombres como mujeres)

- Ir comiendo; (Los hombres no sólo comen, hasta beben, manejando, así que este tampoco es exclusivo de las mujeres)

- Estacionarse en donde crean que cabe su auto; también a consecuencia de la prisa o la flojera, dejan el auto donde cabe la mitad de este y la otra mitad se queda estorbando a la demás gente. - (Eso si he visto, muchas mujeres, no saben el límite de su carro, y por inseguridad, lo mal estacionan. Muchas mujeres se quedan paradas esperando que alguien les ayude a sacar su coche del estacionamiento, porque les da miedo moverlo)

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Queda comprobado que la mala conducción no es una cuestión de géneros...

Son malos hábitos, y que manejamos sin saber conducir.

Uyyyy me voy, ya se me hizo tarde para conducir mi supercombi...

Les dejo mis mejores deseos y un millón de sonrisas.

Mélida