Artículo: ISHA www.isha.comEn todos los tiempos escuchamos amenazas de eventos catastróficos a suceder, predicciones para el 2012, la tierra diciéndonos basta por el maltrato que le hacemos y, entonces, acontecen catástrofes naturales que nos traen a la mente y al sentir todo tipo de sentimientos diferentes.Estamos de vacaciones, relajados con la familia, haciendo un balance de lo logrado y resolviendo planes para el nuevo año, o tal vez, hemos tenido pérdidas y estamos reponiéndonos y saliendo adelante y de pronto, un sentir muy profundo de vulnerabilidad nos deja expuestos y sin respuestas.Sentimos y vemos que los medios, lo material, ofrecen lo transitorio de todo en esta vida. Pero los movimientos telúricos anteriores se despliegan en nuestra memoria y nos golpean, nos recuerdan que no podemos tener control sobre lo más significativo en nuestra existencia y que es nuestra seguridad, la vida y el pánico nos oprime la guata.Y entonces preguntas profundas emergen en una desesperada búsqueda de respuestas. ¿Por qué suceden estas cosas?¿ Por qué a ellos, por qué a mí, de quién depende? ¿Cómo puedo asegurarme más de que nada malo me sucederá? ¿Cómo enfrentar la vida cada día cuando el temor a perderla opaca mi capacidad de disfrutar? ¿Cómo liberarme de la opresión y la responsabilidad de velar por la vida de los que me rodean y la mía? ¿Cómo vivir en un mundo consumidor que nos consume a cada uno y en una inseguridad que lo que de seguro tiene es que crece y se asoma por cada esquina. ¿Cómo protegerme, cómo vivir así??????Preguntas, sin respuestas fáciles de encontrar, al menos no en el mundo de afuera. Pero con certeza puedes descubrirlo en tu interior y es cuestión de recordar el mapa, el camino de cómo llegar, el sendero de ese profundo sentir, la plenitud de ser uno con la vida, aquello que tan dichosamente y con tanta libertad disfrutábamos de niños.Hay dos aspectos que son inherentes a la vida como la conocemos: el que nada es justo en realidad y que todo cambia permanentemente. Basándonos en esto podemos enfocarnos en lo que necesitamos encontrar y que la vida, en sí, no nos brindará, y por lo tanto, podemos desistir de tener expectativas al respecto.La inseguridad en lo externo forma parte de lo que siempre cambia, por esto es que necesitamos tantas garantías, que para algunas cosas funcionan pero para lo esencial no existen.La vida es una sucesión de momentos de los que en su mayoría estamos ausentes y que cuando llegamos al final del camino o nos encontramos en algún peligro enfrentando de alguna manera la muerte, a veces, tenemos la sensación de no haberlo logrado, de no haberlo realizado, de que el tiempo se nos fue como agua entre los dedos y ¿para qué?La vida está compuesta de momentos en donde siempre estamos adelantados para medir resultados, mirando al pasado recordando algo y bien atentos de no repetirlo en el futuro y por eso, se nos escapa el momento. El presente, es lo único que tenemos y en el único lugar que podemos cambiar y en la única experiencia que podemos encontrar la seguridad.Sea que el afuera se derrumba por un terremoto o por una crisis económica, por una enfermedad o por algo que nos sacude, podemos enfrentarlo en un mismo lugar de una sola manera. Estando muy presentes, muy presente con uno mismo, muy presente con el otro, muy presentes en nuestro sentir, lo que nos permite ser vulnerables sin negar la dimensión del impacto y fluyendo como la vida lo hace sin quedar atrapados a un sentir pasado no reconocido y que se pudrió dentro, que se ignoró y se transformó en algo muerto dentro.Las emociones, como el agua esencialmente, fluyen y riegan a su paso las orillas de nuestra experiencia humana en cada momento, a veces con cielos mentales nublados, soleados, pero fluyen como la vida en el tiempo, esencialmente danzando esta ilusión que nos invita a ser más humanos y reales en cada momento.Esa seguridad, si yo me enfoco, sólo la puedo encontrar en el centro del ciclón, en el centro del torbellino que en su quietud mantiene a flote lo que no se llevó. Pero nuestro condicionamiento es la respuesta del miedo, miedo que huye, miedo que esconde, miedo que se defiende, miedo que teme, miedo al miedo, miedo que nos cierra a la vida.Nada de lo que es permanente y real se puede perder, nada basado en el amor se puede perder, entonces estos sacudones nos pueden acompañar a crecer, guiarnos a amar más, empujarnos a dar que es la verdadera naturaleza del amor, y lo vemos en acción.Cuando creemos que la especie humana no tiene esperanza ya, vemos como aviones y barcos gigantes y presidentes y representantes de todos los rincones de este único planeta se juntan en el momento para actuar. La necesidad nos lleva a actuar, no es algo que se pueda planificar y así rebrota la confianza en la condición humana, y así brotan los héroes, se muestran los silenciosos corazones que entregan todo sin más, para que el dolor y el sufrir del que padece encuentre la calma, la consolación, lo necesario para readaptarse y seguir adelante, agradecido por lo que la vida le dejó y dejando partir lo que la vida tomó.No podemos hacer nada para impedirlo, ni tiene sentido sufrir ahora por lo que pueda pasar, pero podemos ponernos en acción y dar; podemos enfocarnos en amar más a cada momento a los que nos rodean en lugar de criticar; podemos dar gracias por todo lo que recibimos a cada instante en cada simple y pequeña expresión y dejar ir lo que no nos sirve para cultivar la pasión de este existir. Podemos estrechar los vínculos del amor que todo lo abraza y pone un sí en cada lugar que encuentra un no; podemos darle un nuevo color a nuestro vivir, utilizando como un regalo profundo esta oportunidad de mirarnos y sentir, cambiar y fluir, abrazarnos en este momento y a lo que ya no nos sirva, simplemente dejarlo ir.Este es el momento de encontrarte contigo en el centro del ciclón, de dar la bienvenida a un nuevo ser humano conectado completamente a su corazón, allí donde la vida pulsa, allí donde tu esencia habla y vibra en ti y en todo, siendo uno en amor.Por Isha, autora de "¿Por qué caminar si puedes volar?", libro de Aguilar Fontanar, del grupo Santillana y película distribuida por Arthouse. Disponibles en todo Chile y el mundo de lengua hispana y en inglés, japonés, turco y próximamente danés. Más información en www.isha.com o chile@isha.com
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