Publicado por Luisa Carballo el 17 de Abril de 2010 a las 3:40pm
Temor a la muerte, a que te lastimen, a que le suceda algo a alguien que amas, a perder el empleo, a tener un accidente... Si nos pidieran una lista de aquellas cosas a las que podemos temer, creo que sería interminable, y no es novedad. Pero, viéndolo fríamente, ¿qué es a lo que realmente tememos, y sobre todo, a lo que deberíamos temer?Si somos muy cuidadosos y observamos nuestra historia personal, notaremos que los miedos casi siempre se materializan. Aquellas cosas que menos deseas, y que más energía inviertes en rechazar, es común que algún día te sucedan. Desgraciadamente, las ocasiones en que no llegan a hacerse realidad, sigue siendo doloroso y desperdiciado tooodo el tiempo que gastaste temiéndolas.Hoy en día, la vida es más peligrosa en muchos aspectos. Somos muchas más personas viviendo juntas en ciudades, que hace miles o cientos de años. Esto hace que seamos desconocidos unos para otros. Y esto provoca que se pierda la sensibilidad ante el dolor ajeno. "Ni lo conozco, no es mi problema" pensamos comúnmente. Y esto hace que entre otras cosas, aumente la delincuencia, por ejemplo. O los accidentes viales también. Ese es un miedo de nuestra época.Pero también existen los antiguos terrores, como el famosísimo "miedo a lo desconocido". Podría decirse que las cosas sobrenaturales entran en esta clasificación. Podemos temer a aquello que no podemos explicar, por eso constantemente buscamos explicarlo todo; para aumentar nuestra seguridad y reducir o desaparecer nuestra angustia.Pienso que la raíz de los miedos, la mayor parte de las veces, radica en que queremos tener el control de todo. De lo que hacemos, de lo que nos hacen o de lo que nos sucede. Y en realidad, casi todo esto sí podemos vigilarlo, pero siempre habrá cosas que se salen de nuestro rango de poder, y es ahí donde empiezan las inseguridades, los terrores. Cuando algo fuera de nuestro control, como un fenómeno natural o un accidente por ejemplo, cambia de algún modo nuestra vida, tendemos a sentirnos más pequeños, más frágiles y vulnerables.En realidad, no es así. No estamos solos, ni indefensos. A nuestro alrededor hay muchísimas personas, y aunque no lo creas, sí podemos sentirnos más seguros por eso. Sí, el hecho de ser demasiada gente a veces hace que pensemos "A es@ ni l@ conozco, no es mi problema"... pero eso es falso. Te aseguro que si Dios, el Universo, la vida o lo que tú quieras, está permitiendo que presencies algo, es porque tienes algo que hacer o algo que aprender de eso.Cada pequeña decisión que tomamos, de alguna manera influye en nosotros mismos, aunque no lo parezca. Si elegimos endurecer o ablandar nuestro corazón, es totalmente nuestra elección. Y al dejarnos enlazar de forma natural a esa enorme RED de la que formamos parte, en lugar de luchar y tratar de imponer nuestras reglas, el miedo va desapareciendo, porque nos vamos sintiendo más fuertes, convirtiendo la fragilidad en algo bueno, no en algo que deba hacernos temer. Vamos entendiendo que esos pequeños detalles que antes no eran nada importante, ahora tienen un significado, y eso hace que en lugar de luchar contra la corriente para no "ahogarnos", nos dejemos llevar por ella y veremos que ¡flotamos!Sí, hay cosas más grandes que tú, que no puedes ni podrás controlar... y está bien. ¿Perder el empleo? Si eso ocurriera dudo mucho que vayas a morir de hambre (y eso sería lo peor que podría pasar...); ¿A que te lastimen o te traicionen? Es mejor ser lastimado pero haber amado que nunca haber tenido ese privilegio; ¿A la muerte? La materia y la energía no se crea, ni se destruye, sólo se transforma, y eso es parte de la naturaleza. ¿Temes por tus seres queridos? Siempre recuerdo aquella fábula en que por querer salvar a un pajarillo del frío, con la mano protectora le asfixiaron.Estoy segura de que no me dejarás mentir. Una vez que has enfrentado tu peor miedo, te das cuenta de que pase lo que pase, tardes lo que tardes, y aunque en ocasiones caigas al suelo, de alguna forma, te levantas.Sólo me restan unas últimas palabras: Simplemente dedícate a hacer lo bueno hoy, y no tendrás que preocuparte por el mañana. Pero si lo oscuro te toca, sólo una persona será quien decida si te destruye o no: tú.
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Felicidades considero que el peor de los miedos es, el de expresarse, muchas personas se quedan con tantas cosas, por el miedo a que dirán, y por el miedo de hablar en público, pero todo eso al igual que lo que pones al final te erradica solo enfrentándolo un saludo y muchas gracias por compartir.
a mi nunca tengo miedo .por cierto ,no lo he conocido. es mas me hace mas el sufrir y padecer. pero el miedo no lo conozco.Mucha gente tiene miedo de la felicidad.
Para esas personas, esta palabra significa cambiar una serie de hábitos y perder su propia identidad.
Muchas veces nos sentimos indignos de las cosas buenas que nos ocurren.
No las aceptamos porque, al hacerlo, tenemos la sensación de que le debemos algo a Dios.
Pensamos: "Es mejor no probar el cáliz de la felicidad, porque cuando nos falte sufriremos mucho".
Comentarios
Para esas personas, esta palabra significa cambiar una serie de hábitos y perder su propia identidad.
Muchas veces nos sentimos indignos de las cosas buenas que nos ocurren.
No las aceptamos porque, al hacerlo, tenemos la sensación de que le debemos algo a Dios.
Pensamos: "Es mejor no probar el cáliz de la felicidad, porque cuando nos falte sufriremos mucho".