Arqueóloga de profesión y también por convicción. Me encanta el desierto por su paisaje, por la abundancia que esconde y porque ahí puedo escuchar el silencio.
No busco la felicidad porque ésta es sólo un estado de ánimo que va y viene, busco la tranquilidad, la cual, afortunadamente, tengo en este momento porque estoy en el camino que por ahora me toca, pero sobre todo porque tengo un rumbo bien definido.
No me preocupa que pueda aprentar ser frágil, porque soy fuerte.
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