En nuestro tiempo, surge la posibilidad de diseñarse a uno mismo hasta el delirio. El narcisismo de la ciencia pretende corregirle la plana a la naturaleza. Queremos controlar todo, hasta la hora de nuestra muerte, el cómo y el dónde. Celebremos que los comités de Bioética existan y que Rafael Matesanz opine en relación a los trasplantes de útero, que "no todo lo que se puede hacer se debe hacer".
Patricia Rodríguez
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