El parto consiste en una serie de contracciones uterinas rítmicas y progresivas que gradualmente hacen descender al feto por la cérvix (cuello del útero) y la vagina (canal del parto) hacia el exterior. Esta es la última etapa del embarazo, si aun te faltan unas semanas para dar a luz, y estas preparando la llegada de tu bebe con una hermosa fiesta de baby shower, aquí te dejamos las frases para invitaciones de baby shower ideales para tu evento.
El parto se compone de tres etapas principales:
Primera etapa: periodo de dilatación (o trabajo de parto). Cuenta con dos fases, inicial y activa. Las contracciones provocan la dilatación gradual del cuello uterino, que se va haciendo más delgado hasta llegar a desaparecer (borramiento) y casi a confundirse con el resto del útero. Estos cambios permiten que el feto pase a la vagina.
Segunda etapa: periodo de expulsión. Se trata del nacimiento del bebé.
Tercera etapa: periodo de alumbramiento. Se trata de la expulsión de la placenta.
El parto suele comenzar aproximadamente en torno a 2 semanas antes o después de la fecha estimada del parto. No se sabe exactamente qué hace que se inicie el parto. Hacia el final del embarazo (después de 36 semanas), el médico examina el cuello uterino para intentar predecir cuándo comenzará el parto.
Un parto dura de 12 a 18 horas de media en la mujer primípara (que da a luz por primera vez) y tiende a acortarse hasta de 6 a 8 horas de media en los embarazos siguientes. El hecho de permanecer de pie y caminar durante la primera etapa del parto puede acortarlo en más de 1 hora.
Etapas del parto
PRIMERA ETAPA
Desde el principio de los trabajos de parto hasta la dilatación completa del cuello uterino (unos 10 cm).
Fase inicial (latente)
Las contracciones son irregulares al principio, pero se vuelven cada vez más fuertes y rítmicas.
Las molestias son mínimas.
El cuello uterino (cérvix) empieza a hacerse más delgado y se dilata aproximadamente 4 centímetros.
La fase inicial tiene una duración media de 8 horas (por regla general no más de 20 horas) en un primer embarazo y de 5 horas (por regla general no más de 12 horas) en los embarazos posteriores.
Fase activa
El cuello del útero se dilata por completo, pasando de los 4 a los 10 cm. Se hace más delgado y se va retirando (borrando) hasta que se une con el resto del útero.
La parte que presenta el bebé, por lo general la cabeza, comienza a descender por la pelvis de la mujer.
La mujer comienza a sentir la necesidad de pujar mientras el bebé desciende, pero se debe resistir. Empujar demasiado pronto puede ser innecesariamente agotador y con frecuencia desgarra el cuello uterino, que debe ser reparado.
Esta fase dura de 5 a 7 horas de media en un primer embarazo y de 2 a 4 horas en los embarazos posteriores.
SEGUNDA ETAPA
Desde la dilatación completa del cuello uterino hasta el nacimiento del bebé: esta etapa suele durar aproximadamente 2 horas en un primer embarazo y aproximadamente 1 hora en embarazos posteriores. Puede durar una hora o más si la mujer ha recibido una inyección epidural o un medicamento para aliviar el dolor. Durante esta etapa, la mujer empuja.
TERCERA ETAPA
Desde el nacimiento del bebé hasta la expulsión de la placenta: esta etapa suele durar unos minutos aunque puede llegar a durar hasta 30 minutos.
Comienzo del parto
Todas las mujeres embarazadas deben saber cuáles son los principales signos del comienzo del parto:
Contracciones a intervalos regulares en la parte inferior del abdomen
Dolor de espalda
Toda mujer que ya ha tenido partos rápidos en embarazos anteriores debe ponerse en contacto con su médico apenas piense que está comenzando el parto. Las contracciones en la parte inferior del abdomen al principio pueden ser débiles, irregulares y muy espaciadas. Pueden sentirse como dolores menstruales. A medida que pasa el tiempo, las contracciones abdominales se van haciendo más largas, más intensas y más próximas entre sí. Las contracciones y el dolor de espalda pueden ser precedidos o acompañados de otros hechos como los siguientes:
Expulsión del tapón mucoso: una pequeña secreción de sangre mezclada con mucosidad de la vagina generalmente es un indicio de que el parto está a punto de iniciarse. Desde la expulsión del tapón mucoso hasta el comienzo de las contracciones pueden pasar hasta 72 horas.
Rotura del saco amniótico: al inicio del parto normalmente se rompe el saco amniótico (membranas llenas del líquido que contiene el feto) y el líquido amniótico sale al exterior a través de la vagina. A este episodio se le suele llamar «rotura de aguas». Algunas veces la rotura de membranas se produce antes de comenzar el trabajo de parto. La rotura de las membranas antes del comienzo del parto se llama rotura prematura de membranas. Algunas mujeres sienten la salida de un chorro de líquido de la vagina, seguida de fugas menores pero constantes.
Si las membranas se rompen antes del trabajo de parto, la gestante debe ponerse en contacto con su médico o matrona de inmediato o debe ser conducida a la maternidad más cercana. Alrededor del 80% al 90% de las mujeres cuyas membranas se rompen en o cerca de su fecha de parto, inician el parto espontáneamente en un plazo de 24 horas. Si el parto no ha comenzado después de varias horas y el feto está preparado para nacer, las mujeres suelen ser ingresadas en el hospital, donde se les inicia el parto artificialmente (inducción) para reducir el riesgo de infección. Este riesgo se origina porque después de la ruptura de las membranas, las bacterias de la vagina pueden entrar en el útero con mayor facilidad y causar una infección en la mujer, el feto o en ambos.
Tras el ingreso en un centro de maternidad de una mujer con rotura prematura de membranas se indica oxitocina (que provoca la contracción del útero) o un medicamento similar, como una prostaglandina, para inducir el parto. Sin embargo, si el saco amniótico se rompe más de 6 semanas antes de lo debido (de manera prematura o antes de la semana 34), los médicos no inducen el parto hasta que el feto no sea más maduro.
Una mujer debe ir a un hospital o centro de maternidad cuando ocurre una de las siguientes situaciones:
Se produce la rotura de membranas.
Si aparecen contracciones fuertes cada 6 minutos o menos y duran 30 segundos o más.
Si se sospecha la rotura del saco o el cuello uterino se ha dilatado más de 4 cm, la mujer es ingresada. Si el médico o la matrona no está seguro de si el parto ha comenzado, se suele dejar en observación a la mujer y se supervisa el feto durante una hora aproximadamente. Si para entonces no se confirma el parto, se envía a la mujer a casa.
Cuando la mujer es ingresada se anota la intensidad, la duración y la frecuencia de las contracciones. También se determina el peso de la mujer, la tensión arterial, la temperatura y las frecuencias cardíaca y respiratoria, y se toman muestras de orina y sangre para analizarlas. El examen del abdomen incluye la estimación del tamaño fetal, su posición (si está mirando hacia adelante o hacia atrás) y su presentación (es decir, si la cabeza, la cara, las nalgas o los hombros se encuentran más próximos al canal del parto).
La posición y presentación del feto determinarán cómo va a pasar a través de la vagina. La combinación más segura y frecuente consiste en lo siguiente:
La cabeza primero
Orientada hacia atrás (con la cara hacia abajo cuando la mujer se tumba boca arriba)
La cara y el cuerpo vueltos hacia la derecha o la izquierda
El cuello doblado hacia adelante
El mentón metido hacia abajo
Los brazos cruzados sobre el pecho
La presentación de vértice o cefálica es la que la cabeza va por delante. Durante la última o las dos últimas semanas antes del parto, la mayoría de los fetos se dan la vuelta de forma que la cabeza se presenta primero. Una presentación o posición anormal, como cuando las nalgas salen primero, cuando el hombro va primero o cuando el feto está orientado hacia delante, dificulta considerablemente el parto tanto para la madre como para el feto y el médico. En ese caso se recomienda el parto por cesárea.
Se practica una exploración vaginal utilizando un espéculo para determinar si las membranas se han roto. (Un espéculo es un instrumento de metal o de plástico que separa las paredes de la vagina). A continuación, el médico o la comadrona exploran la vagina y el cuello uterino con una mano para determinar la dilatación (anotada en centímetros) y la retracción (borrado) del cuello uterino (anotada en porcentaje o en centímetros). Esta exploración puede omitirse si la mujer está sangrando o si las membranas se han roto de forma espontánea. También se toma nota del color del líquido amniótico. El líquido debe ser claro y sin un olor significativo. Si la mujer ha roto aguas y el líquido amniótico es verde, la anomalía de coloración es el resultado de la primera deposición del feto (meconio fetal).
Generalmente se inserta una vía intravenosa en el brazo de la mujer durante el parto en un hospital. Esta vía se utiliza para administrar líquidos para evitar una deshidratación y, en caso de ser necesario, para administrarle fármacos.
Cuando se administran líquidos por vía intravenosa, la mujer no tiene que comer ni beber durante el parto, aunque puede elegir ingerir algunos líquidos y alimentos suaves durante este periodo. El estómago vacío durante el parto hace que la mujer tenga menos probabilidades de vomitar. En muy raras ocasiones se aspira el vómito, por lo general después de la anestesia general. La aspiración del vómito puede provocar la inflamación de los pulmones, que es potencialmente mortal. Se suelen administrar antiácidos a las mujeres que tienen un parto por cesárea para reducir el riesgo de daños a los pulmones si se inhala el vómito.
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