Asertividad es un término que empezó a definirse en la década de los 40 para referirse a la habilidad de expresar y hacer las cosas de manera que se hagan valer los derechos personales, sin pasar por encima de otros.
Comunicar es un arte, fundamentalmente cuando se trata de hacerlo con asertividad. No hay que olvidar que “en el pedir está el dar”, así que muchas veces se presentan conflictos, no por lo que se dice, sino por cómo se dice. Aquí la forma es tan importante como el fondo.
Haz una prueba de asertividad en tu comunicación, preguntándote:
¿Qué tan claros son mis mensajes? Esto implica expresarse en términos que el interlocutor sea capaz de entender lo que decimos, sugerimos o solicitamos.
¿Qué tan conciso soy al expresar lo que necesito? La precisión es una cualidad que en la comunicación tradicional del mexicano, al menos a nivel “oficial”, no se practica mucho. ¿Recuerdas esos oficios que más o menos decían:…”por medio de la presente le envío un afectuoso saludo y, al mismo tiempo, me permito distraer su atención, para que, de ser posible me facilite… y sin otro particular por el momento y en espera de su amable respuesta, quedo a sus órdenes, su atento y seguro servidor…”? Eran tan enredados estos escritos que el área de oficialía de partes, de las organizaciones públicas, tenían un marcatextos para localizar el asunto y simplificar la lectura del documento.
¿Qué tan confiable soy al comunicarme? Si hemos hecho muchas promesas que jamás cumplimos, si nos comprometemos a llegar a una hora y lo hacemos treinta minutos después, si aseguramos conocer un dato y es erróneo, seguramente hemos perdido credibilidad y es por eso que no somos confiables al comunicarnos. La credibilidad de la fuente es un factor fundamental para hablar de asertividad.
¿Soy cordial al hablar con otros? Dice el dicho que “lo cortés no quita lo valiente”. Una cosa es ser muy muy franco o directo y otra es utilizar términos ofensivos, tajantes o vulgares. La cordialidad abre puertas para conseguir lo que deseamos.
¿Soy certero al emitir mi mensaje? Podemos decir muchas cosas y no lograr el objetivo. Es fundamental darnos cuenta de qué tanto damos “en el blanco” cuando lanzamos un mensaje. Si con éste llegamos a donde planeamos, entonces vamos por buen camino.
¿Soy comprensivo con quien me comunico? La comprensión implica que hemos desarrollado la habilidad del buen escucha. Si sólo sabemos emitir, entonces podemos llegar a ser buenos informadores, pero para ser comunicadores, debemos, primero, aprender a escuchar con una actitud participativa, es decir, reflejando un interés auténtico en lo que el interlocutor expresa. La comunicación es un ciclo, no un proceso unidireccional.
Entonces, ¿con cuántas C’s te comunicas? Hemos hablado aquí de claridad, concisión, confiabilidad, cordialidad, de ser certero y comprensivo.
Analiza tu forma de hablar y de escuchar y tendrás la respuesta.
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