Siempre creí que llevar una relación amistosa con la expareja, era señal de madurez. Ser amiga del ex, es una realidad digna de presumirse. ¡Hemos podido dejar atrás los rencores!, “somos muy buenos amigos por todo lo compartido…”, ¡Gran error!
Al revisar un estudio de la Universidad de Oakland, me enteré de que quienes piensan que es fabuloso tener una relación de amistad con su expareja, refleja rasgos psicopáticos.
Mogilski y Welling, publicaron en 2017 un estudio llevado a cabo con un grupo de 500 individuos de diferentes nacionalidades y orígenes étnicos quienes calificaron la importancia de continuar una relación de amistad con quien alguna vez fue su pareja, de donde salieron siete razones fundamentales para permanecer, no sólo en contacto, sino en una relación de amistad con el ex, entre las que se cuentan la confiabilidad y el aspecto sentimental, desde el punto de vista femenino; mientras que, desde el enfoque masculino, las motivaciones apuntaron al pragmatismo y al acceso sexual. Además del sexo, hay otros beneficios que suelen recibirse de un ex, por ejemplo, estatus, dinero e información.
Y, ¿esto qué tiene que ver con los rasgos psicopáticos? Curiosamente, al analizar la conducta de un promedio de 800 sujetos, amigos o amigas de sus exparejas, predominaron personalidades oscuras: maquiavélicos, narcisistas y psicópatas. Estos últimos caracterizados por una conducta irresponsable y faltos de tolerancia a la frustración.
Los resultados asustan y tal vez pienses que tu caso no encaja en esta descripción, así que te invito a preguntarte, ¿qué tipo de necesidades cubres estando tan cerca de tu expareja?, ¿qué buscas en realidad? ¿Quieres un apoyo permanente, alguien que cuide de ti, que te dé sexo, que siga cubriendo algunas necesidades económicas, que te acompañe para asistir a compromisos sociales? Si tienes alguna de esas respuestas…¿por qué buscar la satisfacción de esas necesidades en quien, ya se demostró, tuvo tantas diferencias contigo que ya no pudo continuar siendo tu pareja?
Para saber si esto es codependencia, egoísmo o madurez, El Diario el País, aborda el tema, apoyado en otro estudio, éste de la Universidad de Kansas, que afirma que hasta el 60% de las parejas, buscan una relación cercana después de la disolución del vínculo amoroso. Rebecca Griffith, líder de este estudio, llegó a una conclusión interesante, similar a la investigación de Oakland, después de muchos cuestionarios aplicados; las personas continúan cerca de sus ex parejas por cuatro razones fundamentales: la confianza que les inspira aquel o aquella que fue su pareja, la practicidad que implica, sobre todo, cuando hay hijos; la cortesía y la ilusión de que aún existe la posibilidad de volver. De estas razones, la confianza y la cortesía tienen un origen positivo; en cuanto a la practicidad, cuando hay hijos, obedece más a la expectativa de “llevar la fiesta en paz” para no lastimar los sentimientos de éstos. La que tiene un origen negativo es, sin duda, la ilusión de regresar con la ex pareja, porque los riesgos de daño emocional, son elevados.
Lo que es un hecho, es que inmediatamente después de la ruptura es complicado porque los sentimientos negativos están a flor de piel. Pensar en la posibilidad de una amistad significa tiempo transcurrido y espacio de por medio.
Únicamente podrás ser amigo o amiga de tu ex pareja cuando tu mente no pueda concebir, ni remotamente, volver a tener a esa persona, ni en tu cama, ni en tu corazón; si no es así, y aún hay ilusión, recuerdos que te sacan lágrimas o deseo físico, lo mejor es mantenerse distante para trabajar en el amor propio y ser capaz de evaluar objetivamente la relación.
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