La articulación temporomandibular une la mandíbula con el cráneo, y es la que nos permite masticar y hablar.
En ocasiones existe un problema en esta articulación ya sea debido a problemas de base como el bruxismo, a anomalías congénitas de los cóndilos o debido a una mala forma de morder. Esto puede desencadenar una serie de síntomas:
Dolor en la zona de la mandíbula.
Dolor de cabeza.
Sobrecarga y dolor de los músculos del cuello.
Limitación en la apertura de la boca.
Chasquidos al mover la mandíbula.
¿Qué es el Bruxismo?
El bruxismo es el hábito de apretar o rechinar los dientes, generalmente durante las horas de sueño. Suele ser provocado por situaciones de ansiedad aunque también puede tener causas genéticas. A corto plazo el bruxismo puede generar desgaste y sensibilidad en los dientes, dolor muscular y articular. A largo plazo este desgaste dentario puede acabar provocando fracturas o una disminución considerable del tamaño de los dientes.
¿Cómo se diagnostica la disfuncion temporomandibular?
Lo primero que se hace es una historia clínica para conocer la existencia de sintomatología previa -y/o patologías sistémicas que conllevan problemas articulares- y se realiza una exploración manual, tanto de las articulaciones témporo-mandibulares como de la musculatura facial y cervical.
Para examinar la oclusión se emplea el T-Scan, dispositivo electrónico con el que se registran sus características, asignándoles valores objetivables.
La posibilidad de reconstruir el cráneo y la mandíbula en 3D da una información muy valiosa sobre el estado real de las superficies articulares, así como de la simetría de las estructuras faciales y su relación. Esta simetría y la relación de las bases óseas entre sí constituye el eje central del diagnóstico cráneo facial tridimensional
¿Cómo se tratan las disfunciones mandibulares?
Dependiendo del diagnóstico (si es articular o muscular) y la severidad de la disfunción, se tratan con fisioterapia, punción seca, terapia medicamentosa, toxina botulínica, férula de
Recomendaciones y consejos para aliviar el dolor de mandíbula
Es muy importante favorecer el reposo, tanto de la articulación témporomandibular, como de las estructuras asociadas (músculos, columna cervical, etc.) y del organismo en general. En ocasiones es necesario el uso de antiinflamatorios y analgésicos para aliviar la fase aguda. Asimismo en casos como el bruxismo una férula de descarga nocturna permite aliviar la articulación y proteger los dientes de movimientos excéntricos.
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