Los expertos nos dan las claves para identificarla y salir de ella ilesos. No dejes pasar sus señales.
Las relaciones tóxicas no solo pueden darse en la pareja, también pueden encontrarse entre amistades, familiares y en el trabajo. Son relaciones que provocan estados emocionales negativos, minan la autoestima y dejan a la persona dañada "en una situación de trampa de la que ven difícil salir, quedando enganchados en ella.
En pareja
Mientras uno adopta un papel dominante, llevando el control de la relación, la otra tiene un papel sumiso que queda condicionado a lo que quiera el otro, estando siempre en segundo plano y perdiendo autonomía y autoconfianza.
Falta de comunicación
La comunicación en estas relaciones no es asertiva (expresión clara de opiniones y sentimientos teniendo en cuenta los derechos de los demás) y predomina el chantaje emocional para que el otro se comporte según los intereses de una persona, sin tener en cuenta las necesidades y sentimientos de la otra parte.
En el trabajo
Son relaciones que afectan al sufrimiento emocional, a la motivación laboral y a la productividad, y puede estar representada la toxicidad de distintas maneras: relaciones punitivas donde se castiga el comportamiento del trabajador si no coincide con las expectativas del otro, acoso laboral, relaciones unidireccionales donde uno está realizando todo el trabajo incluso el que no le corresponde según su puesto laboral y relaciones donde se idealiza al otro, permitiéndole pasar por alto errores que afectan laboralmente.
En la familia
En las familias rígidas se dan relaciones tóxicas, dificultando el poder de expresar opiniones y sentimientos de forma clara. En estas familias predomina un uso de la autoridad muy intenso (frente a las familias flexibles donde predomina la asertividad, la empatía, la comunicación funcional y la capacidad para adaptarse a los cambios familiares). Aparecen conflictos constantes, donde no se tiene en cuenta las necesidades de cada uno de los miembros de la familia.
Cómo salir de ella
Hay que abandonar las justificaciones del tipo “pero realmente me quiere”, “no podré estar solo”, “es solo una mala racha”, etc. También requiere ser consciente de los costes manteniendo la relación de pareja y si realmente merece la pena seguir juntos. Es un proceso difícil para la persona que se ve atrapada en la relación tóxica y por ello acuden a terapia psicológica porque ven que no pueden seguir así, con tal sobrecarga emocional, aunque tampoco se ven fuertes para dejar la relación, por eso necesitan ayuda psicológica.
Otras veces, acude la pareja porque quieren seguir en la relación realizando cambios. En este caso, iniciar una terapia de pareja no implica siempre que la pareja decida seguir juntos porque a lo largo de la terapia se pueden dar cuenta de que es inviable y en estos casos sirve para que la ruptura sea menos dolorosa para ambos.
El chantaje emocional es frecuente en este tipo de relaciones
3 ideas clave
1.Sé consciente
Identificar que se está siendo víctima de una relación tóxica es el primer paso para liberarse de ella. No siempre es fácil. A veces es necesario la ayuda psicológica. Si te sientes mal en una relación, no dudes en acudir a un experto para que te ayude a identificar el problema.
2. No mendigues
Si sientes que en tu relación de pareja estás suplicando amor y cariño y no te sientes lo suficientemente confiado para expresar tus emociones o tus necesidades, plantéate si estás viviendo una situación saludable. El buen amor no debe 'pedirse' o 'reclamarse'. Si el otro no te lo da, es porque no lo tiene.
3. Rehaz tu vida
Tras una ruptura (sea familiar, de pareja o en el trabajo), es esencial volver a recuperar las riendas de tu vida, ya que la romper no basta para recuperarse.
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