Si sufres con frecuencia de dolor abdominal y tus evacuaciones son irregulares, con tendencia al estreñimiento y/o a la diarrea, además se te inflama mucho el estómago (obligándote a aflojar la ropa) y te dan unos dolores horribles como cólicos, y aunque dejaste de comer y beber “lo que te hacía daño” el malestar no desapareció, te tengo noticias ¡tienes colitis nerviosa!
La colitis nerviosa (o síndrome de intestino irritable) es uno de esos trastornos de los que se ha dicho que “no matan, pero no dejan vivir”
La colitis nerviosa aparece precisamente cuando se somete al cuerpo a situaciones de estrés o nervisismo frecuentes, los cuales producen contracciones en los músculos del intestino grueso, aumento de sensibilidad ante la presencia de gas y movimientos altamente molestos del sistema digestivo. Todo esto, en conjunto, produce los malestares insoportables de la famosa colitis nerviosa, además de que la inflamación del estómago es muy difícil de ocultar, lo que nos hace ¡ver y sentir gordas!
Se ha encontrado que alrededor del 50% de quienes sufren colitis nerviosa, es porque de alguna manera el colon es el órgano de choque de sus emociones.
La ansiedad y la depresión puede modular la presencia y severidad de los síntomas de la colitis nerviosa, al igual que la alimentación, los medicamentos para la colitis y la capacidad individual de sobrellevar la enfermedad.
La edad promedio en que comienzan a aparecen los síntomas de la colitis nerviosa está entre los 20 y los 30 años, y era de esperarse pues es cuando comenzamos la vida laboral, la vida de pareja y los conflictos que conllevan las relaciones interpersonales, además de los cambios hormonales que siempre afectan nuestras emociones, pero puede perdurar hasta los 60 años o más!
La colitis nerviosa es una de las principales causas de visitas al gastroenterólogo por los incómodos síntomas que ocasiona, que afectan la calidad de vida de quien los padece.
Los síntomas más comunes de la colitis nerviosa son gases, estreñimiento, diarrea e inflamación o distensión abdominal. En algunos casos suelen alternarse el estreñimiento y la diarrea en la misma persona. Uno de cada 4 pacientes con colitis nerviosa sufre constantemente los síntomas, los cuales desencadenan señales emocionales y cambios en el estado de humor. A esto le agregamos que se agrava con el periodo menstrual (tanto la inflamación del estómago como las cuestiones emocionales)
Con frecuencia, con la colitis nerviosa se presenta dolor que no está muy bien localizado. Puede abarcar toda la mitad inferior del abdomen o solo el lado inferior izquierdo o derecho. El dolor causado por colitis nerviosa puede ser de dos tipos:
1. Dolor constante que se agrava después de las comidas o la actividad física y no disminuye con la expulsión de gases o defecación, con el reposo ni con la aplicación de calor en el estómago inflamado (auch!)
2. Dolor tipo cólico normalmente seguido de la expulsión de gases o heces que lo alivian. Es frecuente que el dolor se presente en las mañanas, cuando inicia la actividad del colon o intestino grueso.
La distensión abdominal causada por colitis nerviosa, puede aumentar francamente el volumen del abdomen obligándote a quitar o aflojar la ropa apretada (porque si no, el dolor es insoportable). Generalmente la inflamación es mínima por las mañanas y aumenta gradualmente a lo largo del día. Se presenta con frecuencia junto con estreñimiento y puede empeorar después del consumo de alimentos grasosos, condimentados o muy ricos en fibra.
Estrés + mala alimentación = colitis nerviosa
Los síntomas de la colitis nerviosa pueden presentarse de forma continua o tener altas y/o bajas al pasar las semanas, meses o años, habiendo quienes incluso se ¡¿acostumbran a sus síntomas?!
Comúnmente se recurre a la automedicación para “tratar” la colitis nerviosa, con remedios tradicionales como los laxantes (ocasionan más inflamación), fibras (generan mayor inflamación o distensión abdominal) y antiespasmódicos (medicamentos para el dolor, que pueden empeorar el estreñimiento)
Además, entre el 25 y el 50% de las personas que tienen colitis nerviosa, pueden sufrir de otros trastornos como dolor de cabeza, dolor de espalda, fatiga, síntomas urinarios, dermatitis, alteraciones del gusto o del olfato, náuseas, eructos, entre otros.
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