Publicado por Beti Rocha el 25 de Noviembre de 2009 a las 10:18am
Coctel emocionalPublicado por Vivi Cervera en Mayo 12, 2009Por Vivi Cerveracoctel emocionalHace unos días llegó a mi correo electrónico un mensaje con la siguiente pregunta: Vivi… me puedes explicar ¿Qué significa amar? ¿Acaso amar, se convierte en poner la otra mejilla?Este par de preguntas inspiraron este texto, porque sé que con la práctica de ho’oponopono están llegando a la mente de muchas personas, preguntas como por ejemplo, si es correcto o no permitir el abuso, el maltrato o cualquier situación que sea difícil de enfrentar. Así que por esa razón me permito responder para ti desde mi punto de vista, por lo que aclaro una vez más, que no soy la dueña de la verdad y que por lo tanto puedo equivocarme, de hecho eres tú quien me enseña, aprendo gracias a ti, así que por favor toma aquello con lo que más vibres y deja ir lo demás, tal vez necesites leer esto ahora o tal vez no.Se nos ha enseñado que manifestar ira, miedo, celos, tristeza o negación, es malo; se nos ha enseñado a ocultar estos sentimientos, a esconderlos, a temerles, a reprimirlos. Es esta negación o esta represión la que ha formado seres humanos separados y en constante guerra consigo mismos. Estas emociones atascadas, llegan a convertirse en odio hacia nuestro ser, porque nos hacen creer que somos malos, imperfectos, pecadores, culpables, egoístas y perversos. Así se va desarrollando el concepto de “no merecer” con su correspondiente necesidad de pago o castigo.Integrar un sentimiento es lo opuesto a reprimirlo, para ello es importante observarlo y aceptarlo, como si este proceso nos llevara al conocimiento de nuestro yo humano, para poder disfrutar de lo que estemos experimentando. Cuando sientes que no puedes controlar tu ira, dolor, enojo o tristeza es porque en algún rincón de tu ser estás rechazando esta emoción, quieres que se marche, que deje tu cuerpo definitivamente para experimentar paz; y el sentirte así te lleva hacia esa lucha interna que te impide comprender que el dolor es el amor disfrazado, que el dolor es el amor protegido.Si eliges aceptar al dolor físico que también es emocional, empezarás a hacer presencia en el único momento donde existes, que es el presente y en cuanto hagas presencia observando de cerca tus emociones reprimidas, notarás que dejan de estar ahí, simplemente desaparecerán. Puedes preguntarte: ¿Siento ira o es algo más? ¿Qué tanta ira estoy sintiendo ahora? ¿Cómo me siento cuando estoy así? Y finalmente aceptar: “Tengo derecho a estar enojada, iracunda, desesperada o miedosa, mi ira (o cualquier otro sentimiento) es una parte amorosa de mi ser, puedo expresarme ahora, puedo sentirlo, puedo permitir que este sentimiento se quede conmigo, no hay nada malo en mí, me permito estos instantes de rabia y enojo”. Explora la emoción pura, sin los hechos, sin trasladarte al ayer. Notarás que el miedo se va desvaneciendo en la medida en que lo aceptas y lo integras; cuando lo vuelves parte del todo que tú eres, vas profundizando en él hasta que logras ver de qué está hecho realmente, para finalmente dejarlo marchar. Este tratamiento se puede aplicar para cualquier suceso doloroso e incómodo en tu vida, te traerá muchos beneficios.“El dolor emocional se nutre con la resistencia.”Supongamos que tienes una relación de pareja que te ocasiona mucho dolor emocional y decides que es el momento de borrar los recuerdos que te atan a esta sensación de carencia de afecto; entonces comienzas a regalarte más amor cada día y a sentir que se enciende una luz cada vez que pronuncias las palabras sanadoras de ho’oponopono o cuando utilizas cualquier otro mecanismo de liberación emocional que hayas decidido adoptar (los mejores métodos de liberación emocional te permiten escuchar tu voz interior así como soltarte hasta el punto de actuar en comunión con tu propia Divinidad); así que llegan las respuestas que tanto habías pedido en forma de impulsos como querer marcharte de casa, sientes la necesidad de escuchar a tu corazón para dejar definitivamente a tu pareja o te levantas un día con el deseo de poner toda su ropa en una maleta para que salga de tu vida o tomas un bate de béisbol y golpeas las almohadas de tu habitación, lloras, gritas, te lamentas, en tu desesperación le cuelgas el teléfono a tu mejor amiga, dejas de bañarte varios días, vas al supermercado por un galón de helado, te resbalas con una cáscara de banano que había en el patio, sufres, en fin…Percibes en tu ser, una gran cantidad de emociones que interpretas como equivocaciones y como errores que surgen de tu percepción errada de la vida; en ese instante sólo puedes sentirte vulnerable, frágil, desprotegida, falible y sobre todo sientes que todo lo has hecho mal. De modo que te preguntas ¿Acaso esto es borrar memorias con ho’oponopono?Si.Borrar memorias es pronunciar y sentir las palabras sanadoras de ho’oponopono para poder apartarte del problema y que el Universo haga su trabajo sin tu interferencia. Entonces es muy lógico que todo lo que se derive de tu proceso de sanación tenga un valor, que todo eso que consideras un error en ti, no sea más que el amor con una máscara de protección y que aceptarlo e integrarlo es continuar en manos de la Divinidad para que todos tus actos puedan sincronizarse con los comportamientos de los demás seres de la Tierra.Borrar memorias es abandonarse, es permitirte ser un túnel por donde pasa la luz, es celebrar todo lo que sucede en tu cuerpo y en tu vida, aunque vaya disfrazado de odio, rencor, apatía, maldad. Si sientes el impulso de gritar, llorar, correr o huir, concédete el permiso para hacerlo por un tiempo determinado, algo así como: “mmm, creo que lloraré por los próximos 20 minutos”, “me iré a la autopista a gritar”. Si no hay tiempo de establecerlo así, acéptalo también; por ejemplo, si una emoción te tomó de sorpresa y en lugar de tu almuerzo, te comiste las fotos de tu ex, entonces acepta esto de ti para que esos papeles con la tinta, te hagan digestión. Esto es aprobarse. Pase lo que pase apruébate. Bendigamos ese coctel emocional que elegimos experimentar, su diversidad te ha puesto en ese lugar donde estás ahora leyéndome, mientras yo disfruto el que lo hagas. Recuerda que cada uno de tus actos son parte del plan de alguien, así que la perfección es ya una parte de ti.Para concluir, respondí la pregunta de mi querida amiga y lectora así:“Aprobar y aceptar cada una de tus intenciones, pensamientos y emociones es tu mejor forma de amar”.Si de tu corazón nace el impulso de poner la otra mejilla hazlo y apruébalo. Y si tu alma tiene la necesidad de romper el lazo con alguien para poder aprender, también hazlo y apruébalo. Lo que elijas será perfecto para ti y para mí.Escribió este texto tu amiga Vivi Cervera, una mujer controvertida y predecible, errática y perfecta, vulnerable e intocable, culpable e inocente, cuestionada y amada, sol y luna, tuya y mía. Gracias por estar aquí.Lo siento, perdóname, te amo.El siguiente texto ha sido tomado del libro “Un curso de milagros”.“A medida que compartas conmigo mi renuencia a aceptar error alguno en ti o en los demás, te unirás a la gran cruzada para corregirlos. Escucha a mi voz, aprende a deshacerlos y haz todo lo necesario por corregirlos. Tienes el poder de obrar milagros. Yo proveeré las oportunidades para obrarlos, pero tú debes estar listo y dispuesto”.Vivi Cervera. Copyright 2009. Derechos reservados de autor.
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