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Pese a que todavía hay para quienes el tema representa un tabú, acudir al consultorio de un terapeuta debiera ser algo que todos hiciéramos por lo menos durante un tiempo en la vida, sin esperar a que aparezca una crisis que nos empuje a pedir ayuda.

No obstante, en este mundo donde prácticamente cualquier cosa es más importante y más urgente que uno mismo, hay quien no hace caso a ciertas señales que indican la necesidad de un  proceso terapéutico. Te comparto algunas (hay muchas más) para que, si las identificas, ponderes la idea de tomar un buen tiempo de terapia con algún especialista serio. Algunos meses por lo menos. Lo lamento, pero en mi experiencia, los remedios mágicos y rápidos, casi nunca sirven si deseas un cambio significativo.

1) Tus relaciones no funcionan.  No importa lo que hagas, parece que tienes muy mala suerte. La gente suele "portarse mal" contigo y eso que tú eres buen@. Una y otra vez, se te repite que las personas no te corresponden y, por el contrario, te maltratan.

Las personas desconsideradas existen, eso que ni qué. Pero si una vez y otra más te sucede, probablemente se deba a algo que tú estás haciendo sin darte cuenta.  Un especialista puede ayudarte a descubrirlo.

2) Llevas un buen rato sintiendo enojo con todos a tu alrededor, porque hacen, dicen y piensan cosas que no te parecen. Tus seres cercanos te reflejan que siempre te enojas por todo. Y eso no hace sino aumentar tu rabia, porque, además de que son estúpidos (y hacen, dicen y sienten cosas que no te parecen), encima te reclaman!

El estrés es pésimo asesor. Cuando sentimos molestia con nuestro entorno (personas y situaciones) puede que eso se deba a que hemos amontonado una gran carga de tensión a la que no hemos dado salida. Dar expresión a todo el material emocional que tal vez has acumulado te ayudará a sentirte mejor.

3) Sufriste una pérdida importante (de una persona amada, de un trabajo, de salud...), pero te dijeron que tenías que "echarle ganas", secarte las lagrimitas y tirar pa´lante. La cosa es que, frente a otros, actúas como si la cosa estuviera superada, pero en tu interior aún hay dolor, no importa cuánto tiempo haya pasado.

Las pérdidas se llevan un tiempo para superarse. Si en vez de respetar el duelo, mandamos esos sentimientos a un cajón, eventualmente esa acción pasará factura. Si crees que necesitas compañía profesional, respétate y no hagas caso de quienes piensan que "son tonterías".

4) Tu vida nomás no arranca. No logras ser productiv@ ni concretar tus planes. Parece que tu existencia se desarrollara dentro de un pantano donde tus iniciativas se hunden y tus planes se pudren.

Cuando eso pasa, es necesario revisar varios aspectos, como cuáles son las creencias sobre ti y sobre la vida que están impidiendo tu realización. Un terapeuta te ayudará a encontrarlas.

5) Tienes todo aquello por lo que siempre luchaste. Conseguiste cada meta que te propusiste. Has llevado tu vida como dictada por un libro... y no te sientes satisfech@. Pues qué pasó? Si tienes todo lo que soñaste?

Puedes seguir viviendo de acuerdo a estándares que ya no te dan satisfacción, pero que desde afuera se ven muy bien y provocan la envidia de otros o puedes hacerte caso y, en compañía de un terapeuta, buscar tus nuevas metas, el rumbo hacia el cual quieres dirigir tus pasos para recuperar la alegría, el orgullo de ser quien eres y la conexión con la vida.

Estos son sólo cinco síntomas. Como te digo, hay muchos más. Quizá el más importante, es que sientas "el llamado". Una suerte de voz interior que te dice que está bien buscar ayuda pues eso te servirá para conocerte mejor y, en suma, ser más feliz. Si lo has sentido, no dudes enseguirlo! Todos somos uno: todos necesitamos ayuda y todos, alguna vez, ayudamos a alguien más.

Que hermosas bendiciones de claridad para tu camino de crecimiento lleguen a ti! que tu vida en la Tierra sea un continuo motivo de gozo!!! Así sea

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@AuroradelVillar