Hace poco más de una década le pregunté a un legislador cuál era el sentido del artículo 477 del Código Civil del estado de Guanajuato que indicaba que los que ejercen la patria potestad tienen la facultad de “corregir” y “castigar” a sus hijos “mesuradamente”.
El cuestionamiento era urgente porque después de muchos años de atender a niños y niñas en situación de maltrato extremo notaba en tal artículo un “permiso” para castigar sin límites (aun cuando no fuera esa la intención del mencionado artículo), pues lo “mesurado” variaba de una persona a otra, y para los padres de estos niños solía traducirse en fuertes golpes (algunas veces propinados con objetos o utensilios generadores de fracturas o lesiones graves).
“Es imposible ser muy específico en la ley, ‘castigar a sus hijos mesuradamente’, se refiere a la nalgada que usted o yo le hemos dado a nuestro hijo alguna vez”, dijo el legislador.
Su respuesta me dejó paralizado al escuchar la espontaneidad con que reconoció haber golpeado a su hijo, y constatar una vez más, que este tipo de leyes hace suponer que tenemos la facultad para castigarlos, variando únicamente, la frecuencia e intensidad de los golpes, de unos padres a otros.
Bueno, pues ese fue el inicio de un proceso de investigación-acción acerca del castigo corporal en nuestra época, cuyos hallazgos, reflexiones y conclusiones fueron publicados en diversos medios de comunicación, por ejemplo, www.retosfemeninos.com. Ahora, a poco más de una década de haber comenzado dicho proceso pongo a tu disposición sus resultados en el libro “Cero golpes. 100 Ideas para la erradicación del maltrato infantil”.
Este libro describe la dinámica, dimensión, causas y consecuencias del castigo físico, así como alternativas para la utilización de métodos realmente pedagógicos, positivos, humanos, bientratantes, no violentos.
La originalidad de la presente obra se encuentra en su postura, la cual consiste en una oposición total al castigo físico en la crianza de niños y niñas; dicha postura implica que este tipo de castigo, además de pernicioso, resulta inútil como método educativo; también sostiene y comprueba que no es necesario ni benéfico golpear a los niños bajo ninguna circunstancia, ni “como último recurso”, expresión que en la vida cotidiana suele abrir la puerta para su práctica.
En “Cero golpes” encontrarás, por ejemplo, una propuesta educativa vivencial para que las personas dejen de utilizar el castigo corporal, medidas para evitar caer en la desesperación que suele llevar al maltrato y recomendaciones para la creación de vínculos seguros y confiables entre padres e hijos, así como múltiples sugerencias y referencias bibliográficas donde podrás adquirir aún más herramientas para una educación y disciplina basada en el amor, la firmeza y el respeto.
En palabras de la psicoterapeuta Marta Campos, “‘Cero golpes’ es un libro de fácil lectura, mejor comprensión y que desata la reflexión, llevando al lector a una mejor acción: el buen trato. Es un libro con propuestas muy claras para la buena crianza”.
Ya puedes encontrarlo en librerías Gandhi, El Sótano, Fondo de Cultura Económica, Porrúa y Sanborns. Te invito a leerlo y a difundir su mensaje.
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