México vive un momento clave en su historia, en los últimos meses se ha vuelto común ver, escuchar, leer, sobre las divisiones en la sociedad, sobre los cambios que están surgiendo en el país y los posibles impactos en el mediano y largo plazo a nivel político y económico.
Con más de 120 millones de habitantes, de los cuales aproximadamente el 51% son mujeres y el 49% hombres; cada uno de los que aquí vivimos, enfrentamos el reto de conciliar nuestros proyectos personales y profesionales en un entorno que genera incertidumbre, dudas y hasta desconfianza.
Han salido a la luz distintos comportamientos y actitudes que profundizan las diferencias, ya de por sí marcadas, en nuestra sociedad. Como ciudadanos y habitantes de este país, tenemos la responsabilidad de hacer de México un país más armonioso e igualitario, si empezamos la transformación en nosotros mismos; si nos preguntamos qué puedo hacer yo para generar un cambio, y vamos permeando en nuestra familia, nuestra colonia, y así, como una piedra que se arroja en un lago; se creará un impacto positivo en los niveles de tolerancia, empatía y trabajo colaborativo.
Hoy dejo esta breve carta a mi país, la comparto con ustedes.
“Querido México:
Hoy quiero decirte que me siento muy orgullosa de haber nacido, crecido y de vivir aquí.
Eres un país que constantemente está cambiando, eres rico, tu gente es primordialmente bondadosa, amable y trabajadora. Estás lleno de cultura, historia y tradiciones que nos otorgan identidad y reconocimiento en todo el mundo.
Eres un país en el que disfruto viajar y recorrer, eres tan vasto en gastronomía, ecosistemas; eres tan diverso como desigual, tan retador.
Vives ahora una época de grandes retos, de enfrentamientos de todo tipo; eso me ha hecho reflexionar sobre lo que puedo hacer para darte y dejar algo positivo en el ambiente en el que me desarrollo, para ayudar a otros mexicanos.
Estoy convencida que el verdadero cambio debe nacer en cada uno de los que aquí habitamos, que cada quien, desde su trinchera dé lo mejor de sí mismo, que nos ayudemos unos a otros, que dejemos la crítica para ser más constructivos, que dejemos rencores y reproches a un lado, para darnos la mano y tengamos más visión de futuro.
Deseo de corazón que tu gente despierte, que sus consciencias despierten, que cada día estemos dispuestos a transformar positivamente el ambiente que nos rodea y que juntos superemos las adversidades que hoy se nos presentan.
¡Vamos por un mejor país, en unidad e igualdad! “
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