Publicado por Martha Chapa el 29 de Marzo de 2010 a las 10:43am
Desde los orígenes de nuestra cultura, la mujer ha ocupado un lugar preponderante. Se pensaba que si una mujer moría cuando daba a luz iba al cielo del sol, al igual que los guerreros muertos en batalla, pues el trabajo de parto era equivalente a una lucha con la muerte, aunque también tener un hijo significaba vencerla.Ello explica esa fuerza de las mujeres de nuestra raza, que nos han trasmitido carácter, decisión y perseverancia, resaltando la importancia femenina en nuestro devenir histórico.Como cualquier mujer mexicana, inquieta y preocupada por nuestro país, las reconozco a la vez que las admiro, indistintamente de las épocas en que vivieran, por sus contribuciones en la forja de la Nación. Es decir, esa energía del México milenario y ese gran esfuerzo de tantas madres que desde aquellos tiempos acompañaron al sol para iluminarnos.Por eso me he propuesto alentar remembranzas de mujeres célebres a propósito del Bicentenario de la Independencia de México y del Centenario de la Revolución Mexicana. Seguir su ejemplo de superación. Pero también mi reverencia por ser atrevidas y generosas en pensamiento y acción, al propio tiempo de cumplir con el destino de procrear y educar a sus hijos, como las matronas romanas que mientras hilaban mecían la cuna.De forma similar, ahora conjuntan roles de amas de casa, esposas, madres, compañeras, amigas, vecinas y además trabajadoras, lo mismo en la fábrica y en el campo que en la academia, el arte, la ciencia, pero al fin mujeres que constituyen el presente y futuro del país, siempre alertas, estoicas y valientes, e incluso en muchos casos hasta sostén económico de sus propias familias.Pero evoquemos a Carolina, “La teniente Regiomontana”, quiennació en Monterrey, Nuevo León, y fue una aguerrida combatiente en la Revolución Mexicana, a pesar de que se desconozca, su nombre, aunque su recuerdo y leyenda subsista.Se cuenta que a los 20 años de edad escapó de su casa y se dio de alta en las fuerzas carrancistas, donde obtuvo el grado de teniente.Imagínense a esa mujer subida en un caballo, atravesando por desiertos indómitos siempre bajo el peligro.Una mujer decidida que renunció a la tranquilidad del hogar y la comodidad doméstica, para ir a pelear por ese ideal de que su patria fuera mejor, más libre, justa y próspera.En plena batalla arremete contra el enemigo y supera incluso a muchos hombres, en valentía y entereza.Un testimonio ejemplar de entrega y compromiso contra la dictadura porfirista y a favor del cambio social.Así, llegó a Monterrey en la avanzada revolucionaria y en un enfrentamiento en las calles de Zaragoza y Treviño fue sorprendida por las balas de los huertistas.Estoy segura de que las mujeres mexicanas de hoy, como las de antaño, siguen, seguimos, acompañando al sol en su eterno recorrido y tratando de alumbrar más nuestra tierra.
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Que gusto me da el que les haya gustado el artículo, seguiremos revisando la vida de tantas mujeres que han participado en la construcción de nuestro país. Saludos
HOLA !!
DE VERDAD QUE ME GUSTO LA HISTORIA, AUNQUE ES CORTA Y SE SUPONGO SE SABE POCO DE ELLA, ESTOY SEGURA QUE ASÍ DEBIÓ HABER HABIDO MUCHAS CAROLINAS EN LOS MOMENTOS HISTÓRICOS DE NUESTRO PAÍS.
GRACIAS POR COMPARTIRLO CON NOSOTRAS, OJALA HAYA MAS.
SALUDOS
ANGELES NÁJERA
Comentarios
DE VERDAD QUE ME GUSTO LA HISTORIA, AUNQUE ES CORTA Y SE SUPONGO SE SABE POCO DE ELLA, ESTOY SEGURA QUE ASÍ DEBIÓ HABER HABIDO MUCHAS CAROLINAS EN LOS MOMENTOS HISTÓRICOS DE NUESTRO PAÍS.
GRACIAS POR COMPARTIRLO CON NOSOTRAS, OJALA HAYA MAS.
SALUDOS
ANGELES NÁJERA