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Regresando de unas vacaciones familiares maravillosas de Mazatlan Sinaloa.

Fue un viaje increíble, en donde definitivamente me relajé, gracias a un servicio incluido en el Hotel Resort & SPA especialmente para los huéspedes de las habitaciones llamado Hidroterapia, donde pasas por un circuito de estaciones para mejorar tu piel, y eliminar toxinas (de esta manera si que conscienten a los clientes, y aseguran su próximo regreso, buena estrategia...)

 Al principio con un poco de desconfianza antes de empezar este proceso de SPA (ahí es donde te das cuenta de tu actitud ante la vida, si eres aventada, o si prefieres ir poco a poco o si definitivamente no accedes a lo diferente y desconocido)… Primeramente entrabas a un regadera con agua templada (fría y caliente), después pasabas por un camino de piedras en donde salía a presión agua para tus pantorrillas, posteriormente tomabas hielo y te lo untabas en el cuerpo (especialmente en las zonas de tensión), después te ibas directo a una alberca de agua fría (muyyy fría) en donde te sumergías, la idea aquí era meterte sin pensarla (yo si lo hice), pero mi hermana no pudo sumergirse, le dio miedo y solo llego hasta el cuello el agua fría en su cuerpo, (cabe mencionar que al finalizar el circuito ella se arrepintió de no haber vivido al máximo las sensaciones, y quería volver a pasar por el agua fría, para ahora si sumergirse –cosa de chiste, pero sucede-..

La siguiente estación era meterse a una tina caliente (a una temperatura más alta que el agua de un jacuzzi), esa transacción permitía que tu cuerpo sintiera una adrenalina, era una sensación increíble en donde sentías como tu sangre circulaba por tus venas, sentías tu piel distinta, y se supone que ayudaba bastante a la restauración de tus células. Después de ahí te ibas directo al jacuzzi, donde podías sentir las burbujas y el agua tocar todo tu cuerpo (sensación sumamente placentera), posteriormente pasabas al cuarto de vapor, donde lo único que respirabas era eucalipto con menta, y sentías como tus vías respiratorias se activaban y se llenaban de aire puro.

Al final pasabas por una serie de regaderas de aguas templadas, y finalmente podías irte a duchar!! No sin antes recostarte en un camastro con rodajas de pepinos en tus ojos y una toalla fría para taparte tu cara, acompañándote de un vaso de agua fresca con rodajas de pepino y esencias naturales, WOW! Que sensación tan más deliciosa y placentera, realmente sentía como mi mente estaba en blanco, y como mi ritmo cardíaco se encontraba naturalmente balanceado.

Lo recomiendo ampliamente, es un cariñito que una misma se regala, dentro de este mundo tan ajetreado, tan apresurado, donde estos mágicos momentos, saben a gloria. Aproveché esta magia que sentía en mi cuerpo para re programarme, y hacerme a mí misma afirmaciones positivas dirigidas a objetivos.

Sentí mi re-conexión con mi cuerpo, mi mente, mi espíritu, me amé yo sola por un momento, fue un momento especial en donde reafirmaría un pacto conmigo misma, traducido en un compromiso de auto transformación.

Porque si de algo estoy segura es que estamos “Determinadas a progresar”.

Deseo que día a día te descubras, y te permitas merecer todo lo que sueñas.

Ármate de valor, llénate de amor, y con una sonrisa tengamos la certeza de que Dios nos acompaña.

Enhorabuena.

Dulce Victoria