Publicado por leticia serna el 3 de Septiembre de 2009 a las 9:44am
Qué triste es pensar amigas queridas, que una mujer esté o pueda estar privada de su libertad, que no pueda disfrutar de la sonrisa de sus hijos, de la belleza de las flores del campo, del canto de los pájaros, del sonido del agua al correr por los arroyos del bosque y las riveras de los ríos, del aire siempre meciendo las hojas de los árboles, y de los rayos del sol, colándose por las montañas, valles y colinaQué difícil es o debe ser para una mujer, estar dentro de un claustro, dentro de un presidio, dentro de una cárcel para mujeres, sumida en sus más profundos pensamientos, impotente, angustiada, desolada y sintiéndose atada, viéndose “guardada” tras sendos barrotes de acero que mantienen cautivo su cuerpo físico, un lugar inhóspito, frío, oscuro y desolador, desde donde ella se preguntará seguramente: ¿Dios mío, qué hice?Las causas pudieron haber sido muchas y diversas, nadie sabe lo que lleva una mujer en su corazón, sólo ella misma lo sabe y conoce sus motivos muy personales que tuvo para llegar al grado de delinquir. ¿Quiénes somos nosotras para juzgar o para condenar actos ajenos?Pero hay otra cárcel más negra todavía amigas queridas, y esta es… ¡La de nuestra propia esclavitud oscura!, conocida también como:“La cárcel de los sentimientos” (en la cárcel de tu amor, como dice una canción), y de allí sí que es más difícil salir todavía, veamos el por qué.La mayoría de las mujeres no conocemos los factores que componen nuestra personalidad ni conocemos a ciencia cierta cuáles son nuestros rasgos característicos mentales, o mejor dicho de carácter psicológico. Nadie conoce los códigos del corazón de una mujer, ni la forma de abrirlos automáticamente. Sólo sabemos que en nuestro hogar, recibimos principios, normas, estatutos, ejemplos, y nada más. Pero nadie nos enseñó cómo vivir la vida interiormente, y cómo tomar decisiones correctas y a tiempo, eso se fue dando en el camino de nuestro crecimiento y también de nuestro entendimiento, de acuerdo a nuestro nivel de ser y de saber.Pero cuando una mujer ya tiene cierta edad y no aprendió a crecer y a madurar ni siquiera por sus errores cometidos, ella se lamentará el resto de su vida de todo lo que le pasa: “Es que mi marido es alcohólico”, “Es que mi familia es histérica”, “Es que me violaron”, “Es que me engañaron”, “Es que me dejaron”, “Es que se burlaron de mí”, “Es que estoy enferma”, “Es que soy muy pobre”, “Es que soy muy torpe”, “Es que no tengo suerte”, etc.Hey… ¡Da la vuelta hacia aquí, a ti te estoy hablando mujer! ¿Sabes cómo se llama todo eso?, esas frases de bolsillo se llaman: EXCUSAS, EXCUSAS, SÓLO EXCUSAS, ¡Entiéndelo por tu propio bien y de una santa y buena de una vez!No podemos ni debemos corazonas de mi alma, darnos el lujo de perder más tiempo lamentándonos por todo lo que nos pasó y hasta por lo que no nos pasa todavía. La mujer como que siempre se adelanta a los hechos, o se quedó en el pasado, en todo está, menos en el presente, en su realidad, en su verdad del aquí y ahora. Enfoquemos la atención en lo que nos pasa ahora y busquemos soluciones, pero empezando por tirar en un cesto de basura las lamentaciones inútiles.¿Quieres salir de tu cárcel de frustraciones y fracasos mujer?Entonces date cuenta aquí y ahora, de que nadie te tiene prisionera dentro de ti, más que tú misma, y si en una cárcel las rejas están cerradas, ¿quién tiene la llave para abrirlas? ¡La propia celadora o carcelera!… ¡Esa eres tú!, rasga el velo del misterio que hay dentro de ti, conócete a ti misma mujer, ¡Atrévete a conquistarte!… ¡Conquista tu libertad!… y estoy segura de que si lo logras, te será más fácil conquistar el corazón de los demás, porque habrás escalado la cima de propio corazón primero.Espero tus valiosos comentarios....
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EfCuanta razón tienes en que nosotras mismas nos volvemos prisioneras de nuestras experiencias, lo peor del caso es que es la peor carcel que pueda existir en ella guardamos tantos sentimientos negativos esos que oscurecen nuestra vida cada día y lo malo es que les damos cadena perpetua y no los dejamos salir y eso nos vuelve infelices y cuando quiere entrar un sentimiento de amor no dejamos que le de libertad a los otros para poder ser felices si no que al contrario terminamos matandolo.
Muchísimas personas viven prisioneros del pasado. Si tú eres una persona muy sensible cuando te hacen una observación o comentario, probablemente esa puede ser una señal de que dentro de ti hay un recuerdo de una situación que viviste y te lastimó En realidad, vivir prisionero del pasado es algo horrible que te impide vivir el momento, te impide sentirte libre para poder vivir y expresar amor, ayuda y sentimientos correctos hacia los demás. Te impide experimentar una paz y tranquilidad en tu alma que son valiosísimas.
Mira más allá de las estrellas, observando primero lo que te rodea, y luchando por mejorarlo, solo tú puedes lograrlo.
. Pese a todo lo negativo, que es externo, puedes llevar una vida positiva buscando apoyo en lo interno. San Agustín al momento de morir dijo: “Toda mi vida busqué a Dios fuera y estaba dentro de mi”.
. Dentro de ti está la mente consciente que es la fuente de los pensamientos, los que tan sólo tu puedes manejar. Está tu mente subconsciente que es la depositaria de la fuerza que nos llega desde el alma, y que rige la vida y nos permite vivir, fuerza que conscientemente con los pensamientos puedes aprender a programar. Usa los pensamientos de manera tal que te permitan ser el mejor programador de tu subconsciente. Usa la fuerza interior con el fin de tener una mejor vida exterior y colaborar a lograr un mundo mejor.
Comentarios
Mira más allá de las estrellas, observando primero lo que te rodea, y luchando por mejorarlo, solo tú puedes lograrlo.
. Pese a todo lo negativo, que es externo, puedes llevar una vida positiva buscando apoyo en lo interno. San Agustín al momento de morir dijo: “Toda mi vida busqué a Dios fuera y estaba dentro de mi”.
. Dentro de ti está la mente consciente que es la fuente de los pensamientos, los que tan sólo tu puedes manejar. Está tu mente subconsciente que es la depositaria de la fuerza que nos llega desde el alma, y que rige la vida y nos permite vivir, fuerza que conscientemente con los pensamientos puedes aprender a programar. Usa los pensamientos de manera tal que te permitan ser el mejor programador de tu subconsciente. Usa la fuerza interior con el fin de tener una mejor vida exterior y colaborar a lograr un mundo mejor.
PUEDES HACERLO! ERES CAPAZ! ERES IMPORTANTE! DECÍDETE YA! HAZLO AHORA!