Era tarde, estaba nublado,Era un dia caluroso y calidoEntre a un café en busca de historiasFue un café misterioso, alguien acompaño mis pasos, Serías tu? o tan sólo el deseo de que estuvieses a mi lado.Una mesa estaba sola, estaban sentada en un lado la soledad y en el otro el silencio, ambas compartian la tasa de café que le habían ordenado al recuerdo.La tasa se enfriaba a la espera del encuentro de una persona o una pareja.Una mesa estaba sola, el café a la espera de un susurro callado al tiempo.Se acerca una persona, -hola- le dice al silencio; esta sola, soledad su unico compañero. Pero solo por momentos, ya que alguien posiblemente irá a su encuentro.Habla al pensamiento, toma un café que a la mesa llega a su encuentro.Toma sorbos de sentimientos, saborea el recuerdo, piensa en el momento de un pasado no olvidado y de un futuro anhelado; es la espera la repuesta al instante de ese tiempo.Café negro -susurra el sentimiento- sabes al placer escondido en la vida, como tú en la tasa que cobija tu cuerpo.La silueta vé el ventanal y cruza el firmamento viajando más lejos que el tiempo; teniendo como guía el sentimiento, va en busca de su amor eterno, de aquel que conocio en tiempos donde todo era bello, joven, sincero. Cree que todo esta perdido en el olvido; de la vida que un día tuvo en su camino ha aprendido a ser fuerte a la respuesta del silencio.Un café a la mesa, un silencio a la espera; soledad en la otra silla le hace compañia.Soledad que por ella existe, de no ser asi, sería la ausencia.Toma el ultimo trago, saborea el café frio ya amargo, se recarga en la barra que esta a un lado, dice “volveré” a este café que la hospeda, que la acompaña para saborear lo dulce de la busqueda al encuentro y lo amargo de una espera.Ella se levanta y se va quedando otra vez la mesa seca, fria a la espera de quien se siente a contar su odisea, un café a la mesa ordena la soledad y pidio otro para el silencio que la aconseja.Se va enfriando a la espera del momento vivo, pero existente tan solo de quien lo contempla.Y llegó el fin de la espera, una pareja se sienta y da vida a ambas sillas de la misma mesa, una comunicación se despierta, la comunión de seres se mezcla.Un café a la mesa, que sea tan solo uno para ambos, será compartido como la vida que esperan.Café a la mesa, una tasa cubre el cuerpo sensible, ligero y ardiente del que aconseja. Cafe presente a la escuha de la plática sin fronteras.Ella se desnuda en su mirada y él la contempla con las palabras no habladas.Ya son dos a la mesa hablando de la vida encontrada, es eterno lo que ellos aclaran, no se hablan en palaras, tan solo se miran y se comunican con un lenguaje místico, aquel que solo entiende el que ama.Sus ojos y miradas se entre cruzaban como buscando el significado del mariposeo que cada uno siente por la presencia que el otro emana: sonrisas, miradas bajas, manos entrelazadas era la comunicación entre ambos, era su mundo, era su espacio, su tiempo y nada alrededor importaba.Su reloj marcaba la hora eterna, al querer que ese encuentro no terminase nunca, al sentir sus sentimientos desnudados, puros y claros. Sus ojos no se movian, no parpadeaban, él lanzaba desde su retina la palabra “Te amo”, ella le respondia con sus ojos negros “yo tambien” con un miedo a lo nuevo, a lo mas puro jamas encontrado; tocaron sus manos y escucharon los latidos de su corazón, y comenzaron a cantar con esas notas su nueva canción.Se convertian en novios, pero sin saberlo el café les leía en sus labios el destino, les decia que terminarian juntos, llegando hasta esos años que ya no se cuentan: manos marchitas, ojos caidos, cabello blanco, pero conectados con el Corazon; quien es su interlocutor ante el lenguaje hoy descubierto. Se ven juntos hoy y se verán juntos mañana, la vida es bella y eterna.Una tasa de café toman en este tiempo, una tasa de café tomarán en aquel momento, en que uno de los dos parta a la vida eterna, una tasa de café saboreará cada día aquel que quede aguardando el recencuentro de quien esta sentado solo en la mesa.La pareja se aleja, ya han sellado su suceso, la tasa queda vacia a otro encuentro. Las luces se apagan y todo queda como en pausa, a que llegue alguien y tome del café la pauta, rompa el silencio y la soledad sea acompañada.!Mesero!, por favor, un cafe a la mesa: a la mesa vacía, a la mesa de alguien sólo, a la mesa de la pareja que hoy sella el encuentro.Una tasa se enfriará sin remedio, sera olvidada y el café sera muerto, de la otra se saboreará la espera, la busqueda, y de la otra el encuentro; todas al mismo tiempo, el tiempo es relativo, depende de quien este cuando se diga: “mesero, café a la mesa” para la soledad, para la espera o para el encuentro.Autor: Jair Solis Macias
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Buenos días para ti, interesante reflexión y narración, lo que sugiere y emana de una taza de café: el amor eterno, la búsqueda, la entrega, la esperanza, el desamor, la tristeza y la espera del ser amado.
Hola Anikita queridisima! Es que me estoy cambiando de Alemania a Espana, imaginate! ... Apenas tenga tiempo y te escribo o hablo por telefono. Leiste esta bellisima reflexion? Es de un amigo mexicano que vive en Hannover, Alemania. Besitos, MS
Comentarios
Buenos días para ti, interesante reflexión y narración, lo que sugiere y emana de una taza de café: el amor eterno, la búsqueda, la entrega, la esperanza, el desamor, la tristeza y la espera del ser amado.
Suerte en tu cambio.
Continuamos en contacto.
Saludos.
Edith.
NO SE DE TI... COMO ESTAS???
BESOI
ANNA