Intento encender cada día esa pequeña hoguera que ilumine mi corazón con felicidad.
Pero es en la noche sin luna donde mis lágrimas mojan la leña y cada vez me cuesta más.
Es el calor de ese fuego, que ni los sueños permiten olvidar.
Es en la noche oscura donde mis ojos se ahogan, buscando esa luna, hasta que amanece, y de nuevo
quiero encender esa hoguera, cuyo fuego ilumine mi vida, mi sonrisa al caminar.
Pero cada día están más húmedos esos pedazos de rama, que mis lagrimas mojaron, que se
dejaron cortar.
Y cada día me cuesta más.
Entonces es cuando pienso, si es que la vida es un juego donde se puede perder y ganar, tanto si estoy
despierto como si vuelvo a soñar.
¿ Dónde se encuentra el sueño, dónde la realidad. ?
Solo sé que al abrir los ojos al amanecer: ¡¡¡ cada vez me cuesta más. !!!
Félix Moratilla
Comentarios
Llegan momentos en la vida en que: Cada Día nos cuesta más. Solo que no permitamos que nos venzan, levantémonos y sigamos adelante en nuestra lucha con nosotras mismas. La vida sigue y debemos prepararnos a dar la batalla. Nuestro ser interior es tan fuerte como nosotras se lo permitamos, así es que.... ¡¡¡ Adelante !!!