Mucho se ha dicho sobre lo que hay detrás de la escasez económica. En un país como el nuestro se habla constantemente de pobreza extrema, de desempleo, de inflación y mucho más. Todo eso nos hace asumir, desde que tenemos uso de razón, que la riqueza es algo ajeno a nuestras vidas. Conozco personas, sin embargo, que han generado ingresos abundantes, independientemente de su nivel de estudios y ocupación; por supuesto, estoy hablando de riqueza generada honestamente.
Un obstáculo para llegar a la abundancia económica tiene su origen en nuestros hogares, porque nuestros padres solían decir cosas tales como: “el dinero no crece en maceta”, “el dinero es la raíz de todos los males”, “más vale pobre, pero honrado”, lo que nos ha hecho relacionar al dinero con eventos negativos.
Si a esto sumamos la creencia de que el trabajo es un auténtico sacrificio, que nos aleja de la familia y de la felicidad, será mantenernos alejados de él.
Así que te comparto algunas recomendaciones que Joe Vitale, experto en sistemas de creencias, hace para cambiar nuestra relación con el dinero.
Lo primero es justamente detectar y cuestionar todas las ideas erróneas que tienes sobre el dinero para hacer conciencia y romper viejos paradigmas, seguro de que eres merecedor de la abundancia, convencido de tu capacidad para generar dinero; no sólo por la intención de acumular, sino con toda la certeza de que la razón vital de tener dinero es expresar agradecimiento, tal como lo dice Arnold M. Patent. Así que es recomendable agradecer cada bien o servicio que recibas cuando pagues por ello. Por lo tanto, el dinero es un medio y no un fin.
Ten la seguridad de que el dinero es bueno porque te permite cumplir con tu misión de vida. Cuestiona tus creencias limitantes y abre la posibilidad de que fluya constantemente a tu favor.
Es importante descubrir tus habilidades y pasiones para emprender en aquello que domines y goces, con la seguridad de que tus bienes y servicios serán pagados con gusto. Vuélvete un auténtico empresario.
Cuando te preguntes cuál es la forma más inteligente de comprar, piensa en que lo que elijas debe destinarse a lo que genere valor para ti, a elevar tu calidad de vida. No tengas miedo a comprar lo que vale la pena.
Tampoco te llenes de orgullo cuando necesites ayuda. La gente que te aprecia, estará encantada de darte la mano. Así como disfrutas dar, hay que aprender a recibir. Y cuando des, hazlo bien. Elije las causas a las que habrás de apoyar y da, da siempre de lo que tienes, que estarás sembrando abundancia.
Juega a imaginar, como cuando eras niño, que tu objetivo se ha cumplido y actúa como si todo ya estuviera logrado; como si fueras rico. Prepárate mentalmente para la abundancia. Pregúntate si lo que tanto deseas es bueno para ti y para los demás. Beneficia a otros con tu abundancia.
Cambia tu actitud y prepárate para lo que deseas, pensando desde ahora, que ya lo tienes.
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