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A continuación te comparto algunos puntos de vista que la sociedad de manera más o menos sostenida expresa sobre nosotras, las mujeres de 40 y más años. No son, por fortuna, las opiniones del 100% de la sociedad. No obstante, por doloroso que sea, se trata de creencias firmemente arraigadas en muchos sectores. Mira nada más:

Según varios cuentos de hadas:

Las mujeres de 40 y más somos las madrastras amargadas, envidiosas de la hermosura de las muchachas más jóvenes y estamos dispuestas a matar con tal de no perder nuestra belleza. O somos unas brujas feas, con verrugas en la nariz, que comemos niños y hacemos hechizos maldosos.

Según algunos creativos de publicidad de nuestro país:

Somos las tontas que no sabemos cómo se usa un celular de última generación y  necesitamos que alguien más joven nos lo explique con palitos y bolitas mientras se burla de nosotras con disimulo. También somos señoras de camisa rosita y pantalón beige que planchan ropa, lavan platos, cuidan a sus adolescentes y asean la casa sin que se les mueva un cabello de lugar. Basta ver la tele abierta unos 20 minutos y lo comprobarán.

Según la mayoría de las telenovelas: 

Estamos bien para papeles de soporte y de relleno o para personificar señoras ridículas. Rara vez se nos ha considerado protagonistas, aunque cuando así ha sido, se han roto récords de audiencia (Mirada de mujer, teledrama de 1997 estelarizado por Angélica Aragón, es un ejemplo al haberse convertido en una de las novelas más vistas de la historia del género en México). Este caso se extendía a toda la televisión, donde las mujeres cuarentonas y mayores éramos prácticamente invisibles, hasta que Esposas desesperadas, la serie norteamericana, rompió ciertos esquemas y nos puso de moda un poco... (siempre y cuando nuestra apariencia sea tan espectacular como la de las chicas que ahí salen)

Según el mundo editorial:

A nosotras nos interesan los chismes, los consejos de belleza, las dietas, la moda y tener orgasmos. No se imaginan que podamos examinar alguna revista de contenido político o que leamos la sección económica del periódico. O has visto que alguna publicación especializada en temas noticiosos nos considere entre su nicho de público más importante?

Según los analistas políticos:

Cito aquí a Michelle Bachelet, ex presidenta chilena: si un candidato hombre carga a un niño en un mitin, es sensible. Si lo hace una mujer, es cursi.

Según quienes miden las estadísticas:

Esta es fácil. Según ellos, nosotras no existimos. Casi todos los estudios sobre la mediana edad están basados en mediciones de la experiencia de los hombres. Y a propósito de ellos:

Según varios hombres de más de 50:

Cuando su esposa ya cumplió 45 años, se le cayeron los pechos, tiene bolsas en los ojos por las noches sin dormir velando por los hijos de ambos y/o  se le arrugaron las manitas por trabajar para amasar un patrimonio en común, llegó el momento esperado de cambiarla por una más joven y bonita.

 Según algunos hombres de cualquier edad:

Las mujeres maduras podemos ser blanco de burlas por el simple hecho de que estamos envejeciendo: los comediantes pueden decir que estamos urgidas, los misóginos nos declaran indeseables, los chavos consideran que nuestros anhelos del alma son grotescos y que nuestra hora ya pasó...

Vaya una sociedad cruel. Vaya un mundo hostil para quienes ya pasamos la cuarta década... Echemos un vistazo alrededor para encontrar al culpable de que seamos tratadas así!!!

Ser mujer y ser madura es igual a un montón de desventajas y con mucha pena te comunico que una enorme parte de la responsabilidad no es más que NUESTRA.

Hasta cuándo vamos a permitir ser tratadas como tontas, feas e insignificantes sólo porque nuestro trasero se ha caído y ya apagamos un pastel lleno de velas??? Si no comenzamos a hacernos visibles y a exigir ser tratadas con dignidad. Si no comenzamos a validarnos y dejamos de esperar que alguien más lo haga, mucho me temo que las cosas no van a cambiar y que, para no variar, vamos a dejar este asunto en manos de mujeres más jóvenes que sí se pondrán las pilas.

Como dice Úrsula Lehr en su estudio La situación de la mujer madura, aspectos psicológicos y sociales: "envejecer no es un destino al cual el individuo está expuesto de forma pasiva, sino un destino que debe dominar y al que debe enfrentarse de manera activa"

Dominemos nuestra edad madura. El primer paso hacia el cambio es la sencilla aceptación de un hecho irrefutable: ya no somos las que fuimos.

De nosotras depende que el mundo comience a darse cuenta de que ya no somos las niñas de antes. Ahora somos mejores. En más de un sentido.

Te mando un  abrazo con mi afecto y te recuerdo que aún estás a tiempo de inscribirte en el taller Las princesas cumplen 40, 50 y más que se efectuará este sábado 2 de junio. Informes en estimulacioncreativa@gmail.com

Aurora Del Villar