Reaccionar en forma automática, sin pensar primero que sientes, asegura una pelea con grandes posibilidades de perder.
La primera reacción que la mayoría de las personas tienen cuando se sienten atacadas, criticadas, o incomodas, es contestar sin pensar, ya sea para defenderse o simplemente porque quedarse callado crea un sentimiento incómodo. Escuchar palabras inesperadas expone la vulnerabilidad de cualquiera.
El enojo, desilusión, miedo, angustia, etc. Son sentimientos naturales, somos humanos y las reacciones son normales. Sentir ese picor en el estómago, los músculos tensos, el dolor intenso en el pecho, la respiración atorada, son cuestiones físicas inevitables. Las reacciones son reales y necesarias para adaptarse al medio y a cada escenario de la vida.
A pesar de que uno puede tener una buena relación y su comunicación sea fluida con la gente, existen ciertos temas o puntos sensibles que provocan reacciones y desencadenan sentimientos escondidos.
Es raro encontrar personas que anteponen sus necesidades, para tratar de entender con quién habla y saber cómo decir lo que quieren comunicar. Por lo tanto, lastiman y ni siquiera se dan cuenta, porque ellos están en lo suyo.
En general, las personas tienen la disposición de ver por ellos primero, sin entender a los demás. (No tiene nada de malo, es importante estar consciente.)
Cuando se reconoce que no se tiene el control de lo que otros dicen, entonces, el escuchar sin sentirse criticado o acosado se vuelve un poco más tolerable, aunque nunca dejara de molestar.
En general las personas tienden a reaccionar en forma inmediata, sin hacer una pausa para tratar de revisar primero les está provocando lo que escuchan.
Una persona puede sentir pena por alguna idea que tiene en su mente, la otra persona quiere explicarle su molestia de alguna razón personal que no tiene nada que ver con lo que el otro piensa, pero, ni uno explica que dice, ni el otro reconoce que porque su sentimiento lo apabulla y entonces, deja de escuchar, porque se sintió criticado, humillado etc... asi… ambos reaccionan, se enojan y se crea el conflicto.
Al reaccionar sin pensar, uno siente la necesidad de confrontar lo que escucha, cuando la realidad, es que palabras son solo la interpretación personal de cómo se ha decidido escucharlas.
La reacción ante lo que se escucha, NO es el mensaje que uno tiene que entender. Lo que a uno le provoca, lo que a uno le molesta y lo que uno resiste, no es lo que le dicen es lo que escucha.
Uno debe de concientizar, aprender a reconocer y separar lo que siente, de lo que escucha. Asi se deja de reaccionar sin sentirse lastimado o criticado.
Entender lo que uno siente, es la base para evitar males entendidos o sufrimientos innecesarios.
Ser curioso y preguntar ¿Qué quieren decir? ¿Porque lo dicen? ¿Por qué estoy reaccionado asi?, en lugar de asumir, enojarse o sentir que lo humillan y lo atacan es una buena receta para no reaccionar o alterarse de gratis.
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La receta
Ingredientes:
Curiosidad – intención genuina depara querer entender a la otra persona
Atención- reconocer todos los pequeños cambios que me suceden
Calma- tomar tiempo para pensar y ajustar mis sentimientos antes de actuar
Aceptación – validar la realidad, sin cambiarla o crear nuevas historias
Meditación – reflexión personal e integración de lo que pasa y mis sentimientos
Afirmación positiva:
Acepto con paz las reacciones que siento cuando me estreso, cuando me lastiman o cuando me atacan. Mi cuerpo me avisa cuando se siente desprotegido. Aprendo a escucharme y entiendo que primero tengo que calmarme, validar mis sentimientos y después puedo escuchar sin sentirme acoso. Cuando me escucho primero, puedo entender a los demás.
Como aprender a no reaccionar:
1. Siempre se tiene la opción para elegir como reaccionar. Perder el control por no querer separar los sentimientos de lo que se escucha, garantiza una batalla perdida.
2. Reaccionar con confrontaciones y venganza crean resentimientos y multiplican los problemas. Antes de explotar o sentirse humillado hay que darse un tiempo para separar los sentimientos propios de lo que se está escuchando.
3. La atención a los cambios del cuerpo son los mejores indicadores para entender las reacciones personales., notar los cambios en el cuerpo y reconocer cuando uno se siente atacado o lastimado, ayudan a aceptar la realidad y facilitan controlar los impulsos para no tener que contestar sin pensar.
Cuando reconoces que tus pensamientos te están confundiendo, tienes la posibilidad de aceptar que no todo lo que escuchas es para atacarte, los otros también tienen sus problemas. *Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2020 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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