Son innumerables las ocasiones en que las personas expresan su inseguridad acerca del amor que, supuestamente, otros sienten por ellas: pareja, hijos, padres, hermanos… porque determinan el “grado de amor” en función de la percepción que tienen de éste.
¿Para ti, qué es amor?, ¿Cómo debe ser expresado el amor de los demás hacia ti, para que lo reconozcas?, ¿Cómo demuestras tu amor a los demás?
Éstas son algunas de las preguntas que puedes hacerte para iniciar una reflexión que te lleve a concluir que no todos amamos igual. Gary Chapman escribió en 1992, Los cinco lenguajes del amor, un texto muy aleccionador dirigido a las parejas; sin embargo, los lenguajes aplican a cualquier tipo de amor. Decide con cuál de estos lenguajes te identificas:
Al primero el autor llama “palabras de afirmación”. Hay quienes son muy amorosos de manera verbal. Constantemente dicen te amo, te quiero, me encanta estar contigo, eres una persona maravillosa…entre muchas otras frases con las que expresan su sentir. Para algunos esto es fantástico porque les brinda la certeza de que son muy amados, pero, para otros, es insuficiente, porque, probablemente, se inclinan más por el “tiempo de calidad”, es decir, que les resulta más valioso el hecho de que la persona que las ama, dediquen un tiempo sólo para estar con ellos; tal vez viendo una película, platicando en un café, paseando por el campo, en fin, estando ahí, por encima de otros compromisos.
Para un tercer tipo de personas “los regalos” son el más grande lenguaje de amor porque implica, no sólo la erogación, sino la búsqueda de ese detalle especial que haga feliz al otro. Por supuesto, que es un lenguaje complejo ya que no cualquier obsequio será bien recibido, por ejemplo, no hay nada peor que regalar a mamá un electrodoméstico el día de su cumpleaños, para que siga trabajando para otros, en lugar de un lindo perfume o un abrigo que le encante.
El cuarto lenguaje es el del “contacto físico”. Existen personas que disfrutan abrazando, tomando de la mano, besando…para manifestar su amor profundo hacia el otro. En algunos casos esto no es muy bien recibido por quienes se definen como personas frías y distantes, a quienes disgusta que las toquen. Opuesta a esta postura, es la del Centro de Psicología de Madrid que encuentra grandes beneficios en el contacto físico, como la reducción del estrés, la liberación de sustancias en el cerebro que producen felicidad y motivación y el equilibrio del sistema nervioso, entre otros.
El quinto lenguaje es el de “los actos de servicio”, que es una forma muy práctica de demostrar amor. Peter Drucker, el padre de la administración por objetivos, afirma que lo que no se mide, no sirve. Éste es el caso. Las personas que aman de esta manera están convencidas que más que palabras dulces o apapachos, es lo que hacemos por el ser amado, lo que realmente constituye el amor, pero habrá quien piense que no está mal escuchar de vez en vez, cuánto le aman.
En conclusión, resulta complejo llegar a un acuerdo, por lo que lo más recomendable es aplicar una dosis de cada lenguaje con quienes tanto amamos, para que no exista duda alguna de ese maravilloso sentimiento. Y tú ¿Cómo quieres que te quieran?
Si necesitas un coach búscame en gabycruzcoach@gmail.com
Comentarios