COMO LAS NÓRDICAS PERO SIN LOS SUECOS
Cecilia Soto
Casi el paraíso: en estas elecciones alcanzamos porcentajes nórdicos de participación política de las mujeres. Gracias al mandato constitucional de la paridad de género en las elecciones federales, la participación de mujeres en la próxima LXIII Legislatura aumentará un 5 por ciento al sumar 42 por ciento. Estas son cifras similares a la altísima participación de mujeres en países nórdicos como Noruega y Suecia. Esos países ya no requieren de políticas de acción afirmativa como porcentajes obligatorios de mujeres candidatas porque comenzaron con esas políticas hace más de 40 años y hombres y mujeres han cambiado.
En el caso de México, la batalla primero por el cumplimiento de las cuotas de 40/60 en 2012 y luego por la paridad ha sido épica. De 2011 a la fecha, tanto en las elecciones federales de 2012 como en las locales y casi hasta el último día del proceso electoral federal que culminó el pasado domingo 7, los organismos electorales locales, el federal y los tribunales especializados estuvieron atendiendo juicios de defensa de los derechos políticos interpuestos en su mayoría por mujeres. Candidatos hombres que han visto escapar sus oportunidades de participación por la obligación de cumplir la paridad, también han interpuesto juicios. Lo fundamental que demuestra esta elección es que las medidas afirmativas funcionan y funcionan de forma eficiente y segundo, que tanto hombres como mujeres cuentan ahora con instrumentos legales eficaces para defender sus derechos porque los y las integrantes de los órganos electorales han venido sucumbiendo al nuevo paradigma de la paridad.
En contraste con otras áreas de la vida nacional en las que hay buenas leyes pero mal cumplimiento de éstas, la diferencia fue la pasión, el convencimiento y la terquedad obsesiva con las que las feministas nos propusimos convencer a los juzgadores y funcionarios electorales sobre lo justo de la necesidad de aumentar la participación de las mujeres y la necesidad de vencer la resistencia de las burocracias partidarias, integradas abrumadoramente por hombres. Las feministas y en especial la Red de Mujeres en Plural utilizamos estrategia, táctica, guerra de guerrillas, redes sociales, armas ligeras, tanques, drones y una que otra bomba con poder atómico. El punto de quiebre fue el convencimiento de los magistrados del TEPJF de que lo establecido en el código electoral que permitía a los partidos no cumplir con la cuota 40/60 cuando los candidatos eran electos mediante procesos democráticos violaba el mandato constitucional que ordenaba a los partidos cumplir siempre con procesos democráticos. La histórica sentencia 12624, derivada de este razonamiento, ha sido el parteaguas.
Una vez inscritas como candidatas, las mujeres han corrido la suerte de cualquier candidato. Aunque de 5 candidatas competitivas a gubernaturas sólo ganó mi paisana Claudia Pavlovich (PRI) en Sonora, difícilmente habrá nuevas elecciones estatales en las que no haya candidatas mujeres al gobierno de un estado. Sonia Mendoza del PAN perdió apenas por 3 puntos y tanto Cocoa Calderón (PAN) en Michoacán como Beatriz Mojica (PRD) en Guerrero tuvieron altos porcentajes de votación. Ivonne Álvarez fue arrastrada por aguas broncas pero es joven, sabe comunicarse con los electores y debe luchar por nuevas oportunidades.
La presencia y participación de mujeres candidatas y en especial de mujeres en puestos de poder otorga naturalidad a la paridad. Si las generaciones más maduras miran a las funcionarias o legisladoras con curiosidad o prejuicio, para las nuevas generaciones resultará natural que las gobierne una mujer o que las mujeres compitan y ganen y pierdan. De tal manera que en el imaginario de niñas y jóvenes las opciones de participación no tendrán límites: para ellas será natural aspirar a gobernar su ciudad, su estado, su país, un organismo internacional o ser Secretaria General de la ONU. Ya tenemos hoy con Margarita Zavala a una precandidata a la Presidencia con peso y experiencia que rompe el monopolio masculino de aspirantes.
Las elecciones también demostraron que ahí donde no hay acciones afirmativas las inercias son tan fuertes que la participación de las mujeres no avanza. Nuestro próximo objetivo son las presidencias municipales y que se gane en todos los estados la obligatoriedad de tener paridad en esas candidaturas. Ésa también la ganaremos.
Las mujeres nos sentimos casi en el paraíso: ya sólo nos faltan algunos suecos y noruegos. Nos encontramos en @twitter.
Comentarios
Te comparto mi post de hoy: http://www.retosfemeninos.com/profiles/blogs/y-el-recreo
¿Ya sabes cuántas mujeres llegarán a San Lázaro?
Saludos