Pedro se acercó a su madre pretendiendo obtener un chocolate que lucía apetitoso y que había estado junto al horno de microondas toda la tarde. A sus cuatro años, le era difícil alcanzarlo y también sabía que si no lo pedía, se metería en problemas con ella. Así que se escuchaba una y otra vez: por favor, mamá, déjame comer el chocolate que está ahí…mientras ella le explicaba: -ya sabes que a esta hora no puedes comer nada dulce, lo dijo tu pediatra; y como respuesta se oía: ¡ándale, mamá!, por favor, déjame comer el chocolate que está ahí…y ella continuaba…ya sabes que comer dulces te pone inquieto y después ya no duermes. Pero ¡por favor, mamá, déjame comer el chocolate! Hasta que finalmente ella accedió: está bien, pero sólo esta vez.
Pedro no lo sabe, pero empleó una técnica de asertividad que se llama “El disco rayado” y es ideal para esas ocasiones en que crees firmemente en lo que afirmas, pero percibes que tu interlocutor no atiende el mensaje, entonces, con toda cordialidad, seguirás repitiendo lo mismo hasta ser atendido.
Otra técnica es el “Acuerdo asertivo o viable” muy utilizada en negociación. Cuando estés dispuesto a ceder frente a tu oponente alguna parte de la ganancia, en pro de una solución que favorezca a ambas partes, bajo la filosofía del “ganar-ganar”, estarás empleando el acuerdo asertivo. ¿Te suena familiar: papá, préstame el coche y te lo lavaré toda la semana? Es, sin duda, una oferta tentadora.
En alguna ocasión, te habrás enfrentado a algún cliente insatisfecho, a quien no puedes resolverle el problema porque no cuenta con los documentos de respaldo, o porque ha dejado que el plazo de reclamación venza, o porque no leyó “las letras pequeñas” del contrato. Habrá llegado furioso a decir lo indignado que se siente por lo ocurrido y que desea la solución inmediata a su problema. Si tú le permites desahogarse y además le dices que entiendes perfectamente lo que siente; que tratarás de apoyarlo hasta donde te sea posible y en el último de los casos, lo canalizarás con quien pueda explicarle la situación, entonces estás utilizando la técnica llamada “Banco de niebla” en la que la escucha activa juega un papel primordial.
Todas éstas son técnicas de asertividad para mejorar tu comunicación interpersonal, y aunque probablemente las has empleado todas, las cosas cambian cuando lo haces conscientemente, porque así decidirás cuál emplear y en qué momento. Todo dependerá de qué es lo que quieres decir y a quién se lo debes decir. No todas son eficaces en ciertas situaciones. Con la mamá de Pedro lo fue, pero, tal vez, tu mamá podría haber dicho: mañana te comerás el chocolate, digas lo que digas y sólo…¡porque soy tu madre y lo mando yo!
Comentarios