Cuando una persona se enfoca en todo lo malo y negativo que le rodea, es muy difícil que sea feliz.
Quizá una de las cosas más difíciles que puede haber, es vivir cerca de una persona que está enojada con el mundo, que todo lo que pasa lo ve mal y además se enfoca en todo lo obscuro y negativo. Estar cerca de estas personas, enferma, angustia y además estresa, al punto que el malestar se contagia y el mal humor se pega.
Una persona que constantemente está buscando problemas para demostrarse a sí mismo que tiene una vida difícil, que es injusta etc… o bien, que las personas que lo rodean son maléficas y tienen malas intenciones, vive por supuesto en un código postal espantoso, aislado de la bondad y de la alegría. Esta persona se ha convertido en víctima de sus propios pensamientos y esclava de su malestar.
Lo más curioso es que estas personas negativas que tienen la mirada de un cuervo, es decir, obscura y destructiva, generalmente son las ultimas en reconocer su condición. De hecho insisten que el mundo está lleno de gente inepta, corrupta y abusiva. Jamás van a aceptar que es su percepción o su foco de atención lo que los enajena y los envenena.
Estas personas se caracterizan generalmente por tener pensamientos nocivos, palabras groseras o toxicas y acciones llenas de reproches, chismes, críticas etc. Hay que tener mucho cuidado cuando uno está cerca de estas personas, ya que es poco lo que se pueda hacer o decir antes de que los lastimen, después de todo, algo malo van a encontrar.
Estas personas amargadas sufren, viven en la desolación y ni el sol las calienta. En realidad hay que sentir compasión por ellas, su alma esta triste abandonada y les cuesta mucho trabajo acercarse a las personas que los quieren y podrían ayudarlos.
Después de todo lo malo que se acaba de describir también existe algo bueno, hay salida, si se puede mejorar esta horrible condición. En la obscuridad un rayito de luz puede cambiar el panorama.
Existe un ingrediente que sana el alma, endulza la vida y mejora el carácter. Este ingrediente es tan poderoso que con una mínima porción puede lograr resultados impresionantes. Además, es un ingrediente fácil de conseguir y nunca se termina, de hecho entre más se utiliza, más eficiente se convierte. Este ingrediente milagroso se llama “bondad”.
Lo único que se requiere es un ojo noble, que vea el dolor de estas personas, un ojo bueno que tenga la posibilidad de entender que detrás de tanta maldad hay un corazón solo, triste y lastimado. La bondad que se siente, se comparte y se regala, es el antídoto más eficiente para ayudar a una persona amargada a cambiar el sabor de su vida.
Pero cuidado, hay veces que la amargura y la maldad están tan impregnadas que ni todo el amor, ni toda la bondad podrán salvar el alma tan envenenada. Así que a tener cuidado para no dejar que esto suceda. La vida es bella, es una y no se debe de desperdiciar.
La receta
Ojo noble
Ingredientes
1 taza de gratitud – ag
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