Entre los infortunios de los días recientes tenemos que incluir el lamentable deceso de Miguel González Avelar, escritor, abogado, político y funcionario público de larga y fructífera carrera, quien llegó a ocupar importantes cargos en la administración pública, entre los que destacó el de secretario de Educación Pública.
Me interesa subrayar el hecho de que se trata de un servidor público, a la vez que un hombre de la cultura, categoría que se ha ido diluyendo en quienes hoy están al frente de nuestras instituciones.
Cómo no recordar en este sentido, por ejemplo, a la luminosa generación de mexicanos que formaron parte de la Reforma en torno a Juárez, pues prácticamente en todos los casos, además de sus probadas capacidades para el ejercicio de los asuntos públicos, eran talentosos escritores, cronistas, historiadores o periodistas. Es decir, el país contaba con servidores públicos que no eran incultos ni ágrafos. Qué nostalgia de aquellos tiempos en los que no era extraño ver a hombres talentosos que simultáneamente realizaban tareas propias del gobierno y de la cultura.
Una realidad muy diferente es la que prevalece en nuestros días entre las filas de los funcionarios públicos –como decíamos–, donde son contadísimas las excepciones de quienes muestran notables capacidades para gobernar, ya no digamos que tengan una obra personal, sea de carácter literario, histórico, jurídico o científico.
Desde luego, conforme nos vamos remontando a décadas anteriores, podemos ubicar más casos con un currículo fuera de lo común, como es el caso de Miguel González Avelar y de otros que sirvieron bien a las instituciones e hicieron aportaciones a la cultura del país en el recién terminado siglo XX.
Así, en el plano del servicio público baste decir que González Avelar fue fundador y secretario general del Infonavit, presidente de la Gran Comisión –máximo órgano de gobierno– del Senado de la República y titular de la Secretaría de Educación Pública, entre otros cargos relevantes.
Y si aludimos a sus dotes de escritor, lo mismo podemos mencionar su libro de cuentos Varona, que sus incursiones en el palindroma, como La Adelita, si no mal recuerdo: una singular y deslumbrante obra de teatro dentro de este tan peculiar y complicado género literario.
Se sabe también de gestos humanos que lo enaltecieron, como cuando le tocó afrontar una huelga de hambre de trabajadores en Radio Educación, que estalló debido a decisiones ajenas a él. En pleno conflicto se presentó de improviso para solicitar a los trabajadores que levantaran su huelga a fin de que no sufrieran perjuicios físicos, con lo que mostró con su sentido humanista y de sensibilidad social. Acompañó su petición con la garantía de que se formaría una comisión de inmediato para responder a sus legítimas demandas laborales; por cierto, nombró a Alejandro Ordorica para que encabezara esa comisión, que contribuyó a la solución del problema laboral en poco tiempo.
Y, desde luego, fue un hombre que supo formar a sus hijos, quienes en el funeral patentizaron su cariño por su progenitor a través de las palabras de despedida que pronunciaron para él con enorme cariño, admiración y gratitud. Me refiero a Miguel, Federico, Francisco, así como a Nicolás Alvarado, a quien don Miguel prodigó también su amor paterno por ser el hijo de Teresa Vale, quien fue su compañera desde mucho tiempo atrás. Asimismo, sus hermanos Víctor y Raúl, así como a sus nietos y nietas que tanto nos conmovieron el día de su fallecimiento con la lectura de poemas de la autoría de su inolvidable abuelo.
Un pésame muy sentido, lleno de aprecio y reconocimiento a todos ellos de mi parte y la de Alejandro, quien colaboró con Miguel González Avelar en aquellos buenos tiempos del Programa Cultural de las Fronteras, entre otras dependencias. Quedan, pues, muy buenos recuerdos de su paso por las instancias públicas y en el campo de las letras mexicanas contemporáneas.
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Comentarios
HOLA MARTHA ME ENCANTA TU PROGRAMA DE TELEVISION ASI COMO EL SABER UN POCO DE TU TRAYECTORIA PUES VI LA EPETICION DE TU ENTREVISTA EN APRENDE Y ME DAS ANIMOS A PERSEGUIR MIS SUEÑOS PUES TU ERES EJEMPLO DE LO QUE SE PUEDE LOGRAR AUN TENIENDO TODO EN CONTRA.