El Foro Económico Mundial, que entre el 21 y 24 de enero próximos estará celebrando su reunión anual en Davos, Suiza; tiene como uno de los 7 ejes principales de esta reunión el de “Economías más justas”, en el que se abordarán temas relacionados con geografía y género, paridad de género, liderazgo y desarrollo sostenible de la fuerza laboral y desarrollo de habilidad en las mujeres para cerrar la brecha de género en el mercado laboral.
Todos estos temas vienen a propósito de su Reporte, recientemente publicado, del Índice Global de Brecha de Género 2020. Este Índice compara 153 países y sus avances en materia de paridad de género y se construye en cuatro dimensiones: 1) participación y oportunidad económica, 2) logro educativo, 3) salud y supervivencia y 4) empoderamiento político. Además, el informe de este año examina las perspectivas de brecha de género en las profesiones del futuro, particularmente las relacionadas con la cuarta revolución industrial.
Cabe destacar que, según el reporte, el país mejor calificado con este Índice es y ha sido Islandia (por undécimo año consecutivo). Los países que más han mejorado son Albania, Etiopía, Malí, México y España. Los países con calificación más baja son Siria, Pakistán, Irak y Yemen.
México ocupa el lugar número 25 del listado, con una calificación de 0.754 sobre 1 (máximo valor del Índice, mientras que Islandia tiene una calificación de 0.877. Entre los países latinoamericanos el mejor calificado es Nicaragua con 0.804, le sigue Costa Rica con 0.782 y Colombia con 0.758.
También se reporta que la fuerza laboral de México está formada por 20.42 millones de mujeres y 32.2 millones de hombres, existiendo una brecha salarial promedio de 14 por ciento; y que la proporción de trabajo no remunerado por día (mujeres respecto a los hombres) es de 29.52.
Respecto a roles de liderazgo en el país, hay dos indicadores alarmantes; uno es el porcentaje de mujeres miembros del consejo de empresas es de 7.5 por ciento mientras que el de hombres es de 92.5; el otro indicador es el porcentaje de empresas con mujeres en dirección ejecutiva es de 16.4 por ciento y el de hombres es de 85.40 por ciento.
De manera particular para el caso de participación de la mujer en altos puestos directivos, es fundamental examinar las prácticas salariales en cada uno de los niveles de las empresas, examinar la distribución de mujeres y hombres en todos los niveles y; medir el desempeño y monitorear los esfuerzos para construir una fuerza laboral inclusiva. Otro punto a considerar es que a pesar de existir una menor brecha en materia educativa, entre hombres y mujeres, es necesario desarrollar capacidades particularmente en las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Lo anterior nos indica que, si bien ha habido logros claros como la Ley de Paridad de Género, aún hay camino por recorrer en materia de igualdad, inclusión y no discriminación de manera que se incida en la participación económica y política de las mujeres, así como en la transformación de la sociedad en cuanto a derechos de las mujeres se refiere.
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