El Sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra: Ámela.
Luego se calló.
-Pero es que ya no siento nada por ella.
-Ámela, repuso el Sabio.
Y ante el desconcierto del señor, después de un oportuno silencio,
-Agregó lo siguiente:
"Amar es una decisión, no un sentimiento; amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor. El amor es un ejercicio de jardinería: arranque lo que hace daño, prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide. Esté preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvia, mas no por eso abandone su jardín.
Ame a su pareja, es decir, acéptela, valórela, respétela, darle afecto y ternura, admírela y compréndala.
Eso es todo "ámela".
Comentarios
Es una bonita historia me encanto y es cierto, debe uno cuidar nuestro jardin, en todos ambitos de la vida, para poder amar y que nos amen.
Saludos
Vero me encanta esta historia que nos deja una reflexion tan importante es cierto cuidemos nuestro jardin personal primero amemonos,aceptemonos,valoremonos para poder brindar lo mejor de nosotros a los demas y siempre cuidemos, respetemos, reguemos y abonemos el jardin de nuestra pareja, hjjos,amigos y yo diria principalmente con Dios que nos brinda todo su amor sin condicion alguna.
Bendiciones Infinitas y un fuerte abrazo!!!!!
Analaura
Esta historia me gusta mucho, y en verdad siempre hay que cuidar nuestro jardín; ya sea con nuestros amigos, con nuestra pareja y principalmente con nosotras mismas. Ya que, para poder cuidar y dar AMOR hay que cuidarnos y amarnos. Saludos a todas y feliz dia del niño!!! :)