El lenguaje es creación, a través del concepto que antecede al habla se rigen los días y tiene un carácter sagrado, es tan complejo que una podría volverse muda al aquilatar cómo se establece la vida a través del habla guturalizada y escrita.Emitir conceptos es dejar ondas en libertad, mismas que se expanden sin que nadie quede exento de ser víctima o beneficiario de las palabras que a final de cuentas son los actos de cada día. De tal manera construimos la campana o domo bajo el cual se desarrolla nuestra vida hasta el final.En México existe un determinado grupo de féminas parlantes, ellas, como si la interlocutora careciera de algún sentido; le traducen lo que en ese momento pasa por su mente y espacio donde se encontraron; siendo absolutamente desconocidas comentan de la fila que están haciendo, de la compra, evento o trayecto que harán; después sacan a relucir a la familia y los caracteres de conducta y acción de ésta.Otro grupo de mujeres es tan silente que cimbra y asombra a cuantos les conocen. Una persona que hacía nulo uso del lenguaje, era bonita, exitosa y llena de gracia, pero cuando hablaba sus palabras eran excesivamente difamatorias y quebraban, como fino cristal, la imagen de directiva a cargo de una empresa educativa.En el plano familiar las palabras pueden tener la magia de modificar o provocar situaciones que al no saber manejarlas verbalmente podrían volverse un pandemónium y es en este terreno donde el sigilo lingüístico puede beneficiar o perjudicar a quienes más amamos.En el terreno de la comunicación, la prensa en los países latinos tiende a publicitar eventos deleznables propagados y producidos como pandemia inextinguible, en cambio hay estados que no publican, en todo el mundo, los crímenes de sus habitantes, éstos tienen un menor índice delictivos. El lenguaje y la prensa vienen a fungir como las madres que guían nuestros pasos.Si reflexionáramos lo que nuestros congéneres producen y lo que los medios de comunicación hacen con la palabra escrita y hablada, el crecimiento humano daría inicio, la lucidez y la evolución también, y ello tan sólo a través de la comunicación.Si la transmisión de información es equívoca, si la palabra sólo propaga el horror; el mundo y la vida no existirán a plenitud.
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