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Hoy un gran amigo el Padre Luis Miguel Vargas recomendaba actuar en la vida con INTELIGENCIA, que cada uno de nuestros actos lleve el raciocinio necesario, pero poniéndole a todo un ingrediente indispensable y primordial AMOR, no es posible utilizar nuestro intelecto si es solamente para satisfacer  egos y necesidades personales, si estamos de paso por este mundo de experiencias que mejor si es con causa y beneficio expandible a los demás.

Déjenme que les cuente lo que sucedió con el  escultor alemán, Juan Enrique Danneker, quien trabajó por dos años en una estatua de Cristo, trabajó y trabajó  hasta que le pareció que estaba perfecta.

Fue entonces que llamó a una pequeña niña a su estudio, señaló a la estatua y le preguntó:

-¿Quién es ese? Ella lo miró por un momento, y luego sus ojos se le llenaron de lágrimas mientras cruzaba sus brazos en su pecho y decía: -Dejad a los niños que vengan a mí. Ese momento fue en el que Dannaker percibió que había valido la pena su trabajo.

Luego, el escultor confesó que durante seis años, Cristo se le había revelado en una visión, y su misión fue transferir al mármol lo que él había visto con sus ojos internos. Tiempo más tarde, Napoleón Bonaparte le pidió que hiciera una estatua de Venus para el museo de  Louvre, Dannaker se rehusó y explicó -Un hombre que ha visto a Cristo nunca puede emplear sus dones en esculpir una diosa pagana. Mi arte es, por tanto, algo consagrado-.

Te das cuenta de lo importante que es tener la inteligencia necesaria para realizar todo cuanto soñamos, pero cuán importante es poner mente, cuerpo y corazón a todo lo que hacemos pero en total equilibrio. El verdadero valor de un trabajo no viene solamente de un esfuerzo, ni por su acabado y los detalles, sino de ¿qué tanto amor e inspiración? en Cristo Jesús dediquemos a ello.

Así pues pensemos que para salir triunfantes en nuestros proyectos, bien valdría la pena seguir estas sugerencias:

• No te distraigas nunca, Dios nunca parpadea, esto es parte fundamental para llegar al éxito.
• Dirige mente, cuerpo y corazón hacia tus proyectos y metas, sin flaquear ni dudar.
• Mantén tu mirada atenta a la línea de llegada, recuerda que es tu punto de referencia y al mismo tiempo será tu base de salida para un nuevo objetivo.

Así pues permíteme citar en ésta ocasión Romanos 12:11

Con celo incansable y fervor de Espíritu, sirvan al Señor.

Dios te colme de maravillosas Bendiciones este año que comienza y te de la inteligencia y amor necesarios para que cuando te toque ser YUNQUE  SOPORTES y cuando te toque ser MARTILLO GOLPÉES.

Hasta el próximo martes.