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http://mujersincadenas.blogspot.com/2012/01/abuso-verbal-cuando-las-palabras-danan.html
Las palabras dañan. No se les puede ver, pero las cicatrices que dejan son reales y pueden durar años.
El abuso verbal puede ser permanente e irreversible… ¡¡No sufras en silencio!!
Al principio de la mayoría de las relaciones es muy difícil que aparezca la violencia. Durante este período se muestra un comportamiento positivo. Cada miembro de la pareja muestra su mejor faceta. En muchas relaciones que se vuelven violentas es frecuente que el primer ataque aparezca como un hecho aislado. La violencia que tiene lugar en las relaciones de pareja es reflejo de las relaciones de poder que jerarquizan y colocan lo masculino como eje principal en todos los ámbitos de la vida: social, cultural, educativo....y, por supuesto, el familiar.
Todas las mujeres históricamente han vivido en mayor o menor intensidad formas de violencia en el marco de las relaciones de pareja.
En esta ocasión, trataremos un tipo de violencia psico-emocional de graves consecuencias para las mujeres que lo padecen:
Abuso Verbal
Mucho se dice sobre la violencia física y sobre la mujer golpeada, pero existe otra forma de agresión, mucho más sutil porque no deja marcas visibles, pero igual de dañina que cualquier otra agresión: el maltrato verbal.
Nos referimos a los comentarios degradantes, insultos, observaciones humillantes sobre la falta de atracción física, la inferioridad o la incompetencia, gritos, acusaciones, burlas y gestos humillantes. Todo esto puede lograr que la imagen de cualquier mujer se deteriore completamente.
Una especialista del tema ha mencionado que “las grandes cosas en la vida comienzan con detalles minúsculos en apariencia, pero profundos en consecuencias”, demostrando con claridad que la violencia es una especie de bola de nieve cuyo daño pocas veces puede predecirse.
“La forma de hablar puede provocar emociones y reacciones intensas. La violencia verbal es aquella en la cual por la elección de palabras, entonación y volumen de voz se trata de dominar e intimidar, logrando provocar en la víctima sentimientos de impotencia, rabia, humillación, vergüenza, inutilidad y vejación”.
Ejemplos de violencia verbal podrían ser frases como las siguientes:
¡Tú no aprendes!, ¡Te lo dije!, ¡Qué bruta eres!, No sirves ni para pasar el trapo al piso, Eres una inútil, agradece que te doy de comer; ¡La vecina sí es una mujer hermosa!; ¿Subiste de peso?; Sin mi, tú no eres nadie; Te voy a dejar en la calle y te quitaré a los niños…
Si a estas frases, directas o sutiles, que generan de por sí incomodidad y cierta tristeza, le añadimos el sonido, entonación, gestos apropiados y la repetición, obtendremos como resultado peligrosas granadas de mano que pueden desbaratar la dignidad e integridad emocional y psicológica de cualquier mujer.
El abuso verbal, casi siempre comienza a ocurrir en privado. La víctima del abuso verbal vive en un mundo cada vez más confuso. En público, la víctima está con una persona. Cuando está en privado, el abusador puede convertirse en una persona completamente diferente.
La víctima suele ser el blanco de arranques de ira, el sarcasmo, o una fría indiferencia.
Victimario:
El abusador intentará, para poder mantener su reinado del terror, lo siguiente:
* Destruir la autoestima de su pareja
* Hacerla económicamente dependiente de él, para lo cual evitará que consiga un trabajo
* Jugará esposo bueno – esposo malo. Por ejemplo, cuando su esposa quiera conseguir un empleo, será “esposo bueno” y la convencerá de que no trabaje para que finalmente, conseguido lo anterior, pueda pasar a “esposo malo”.
* Alejará amistades y familiares de ella, y si no es así, la tendrá siempre vigilada para que no lo delate.
* Mantendrá una imagen impecable de él ante la sociedad, para que nadie lo crea capaz de semejante cobardía y en caso de que ella lo denunciara, restarle credibilidad a sus palabras.
Si una mujer le expresa a su marido abusador que se sintió mal por lo que le dijo o la forma en que se lo dijo, éste inmediatamente podrá tomar algunas de las siguientes posturas:
* Ignorarla * Maltratarla todavía más * Minimizar lo sucedido
Normalmente, la reacción del abusador ante estas acciones a menudo está recubierta de una actitud de "¿Qué te pasa a ti?", o bien, acusa a la víctima de "exagerar". Con el tiempo, ella pierde su equilibrio y seguridad y comienza a preguntarse si es ella la que está loca.
El ataque verbal es una forma de violencia como lo es recibir un golpe, un tirón de pelo o un empujón. Ambas son igual de graves y atentan contra los derechos de la mujer, porque se trata de una forma de desacreditación y discriminación. ¿Cuál es la diferencia? El maltrato físico deja huellas visibles y cicatrices que duelen en el cuerpo. La palabra, en cambio, lastima la autoestima y deteriora la salud mental.
Por cada mujer que padece abuso corporal, hay otras tantas que soportan abusos de la palabra. Uno de cada cuatro llamadas de ayuda que se reciben en centros para la mujer, se deben a conflictos familiares en los que la mujer padece violencia verbal.
A diario, las mujeres sufren violencia verbal, sin embargo, la violencia siempre se incrementa y pasa a la siguiente fase. Cuando las situaciones se agravan, los insultos, los gritos y las discusiones se convierten, inevitablemente, en violencia psicológica, física, sexual y, en los peores casos, en feminicida.
Esther V., de 45 años acudió a una agencia especializada en delitos contra la mujer. Le acompañó su vecina para denunciar a su pareja, quien la agredió.
Según testimonio de la mujer, era la quinta vez en cuatro años que había sido agredida físicamente, aunque confiesa que los gritos, insultos y amenazas por parte de su pareja, han existido siempre. Tiene tres hijos menores de edad. “El sábado le di la merienda y le dije que necesitaba pagar una receta de mi primer hijo. Siempre me daba, aunque me insultaba. Ahora me pegó”.
Las víctimas, generalmente, retornan con sus parejas sin resolver el problema. Por tradición, la mujer cree que debe ser sumisa y soportar los insultos, las infidelidades, las limitaciones económicas y hasta los golpes.
Generalmente, se habla de violencia en aquellos casos que es visible, y se asocia al acto violento, al abuso y la lesión física.
La violencia verbal y emocional suele ser la más sutil, la que menos lleva a la denuncia a nivel judicial, la que incluso se admite socialmente y la que, no por eso, se sufre menos: una casa en la que los hombres se toman el derecho de humillar a la mujer y/o a los hijos, es un ambiente en el que se construyen imágenes distorsionadas y que deja huellas en las mujeres y, fundamentalmente, en los niños.
En la violencia verbal el violento intenta degradar a la mujer, llevándola lo más bajo que pueda para hacer con ella lo que desee. Cuanto más la degrada, más siente que vale, es una relación especular, de vida o muerte, donde el violento vive gracias a que tiene a otro a quien denigrar en función de sus preconceptos, señalándole permanentemente lo que le falta o lo que hizo mal.
A diferencia de la persona golpeada, que obliga a un tercero -sea un profesional o no- a declarar en defensa de la víctima, en la violencia verbal a lo sumo se puede hacer un comentario condenatorio y, cuando hay gritos, se recurre a los vecinos para que testifiquen.
El violento cree que él tiene la verdad y lo que ella diga no tiene ningún valor. A veces ocurre que la presencia de un tercero -como un hijo- despierta la violencia que hasta ese momento no existía, pero hay indicios que se pasan por alto, que no se toman en cuenta y el violento avanza en la medida en que la mujer lo deja hacer.
En un noviazgo puede haber indicios de violencia verbal que se van agravando en el matrimonio.
Las otras víctimas…los hijos
Un tema que se desencadena y resulta delicado, es cuando la violencia verbal recae sobre los hijos. Para un chico la verdad es la que le dicen los padres y si el padre le dice “basura”, el chico se va a identificar con un objeto de desecho, porque es el lugar en el que el otro lo posiciona. Se va a ofrecer al mundo como tal y va a encontrar siempre en la escena social otros que lo van a confirmar en esa posición.
En el caso de los chicos es una cuestión grave, porque ellos crecen con una imagen de sí absolutamente deteriorada y después pueden manifestar desde una terrible agresión hasta una gran inhibición: hacer lo que les hicieron a ellos u ofrecerse a la denigración de otro.
¿Cómo reconocer la violencia verbal?
A veces la violencia verbal manifiesta conflictos de pareja y sentimientos caldeados. Sin embargo en muchas ocasiones el maltrato se convierte en rutina. Consejos, comentarios y reclamos pueden confundir sobre cuándo la víctima recibió o no un ataque.
La clave está en reconocer el abuso verbal por lo que es, y comenzar a tomar pasos deliberados para detenerlo y traer sanidad. Dado que el abusador suele usar la negación, la responsabilidad por reconocer el abuso verbal suele estar en la pareja.
En general, el receptor (en la mayoría de los casos, la mujer) termina acusándose a sí misma por sentirse mal, sin poder visualizar la agresión y quedándose de brazos cruzados para defenderse.
La reacción de las mujeres frente al maltrato verbal habitual es la de las personas que pasan por situaciones traumáticas crónicas:
1) shock o fase de impacto
2) miedo con intentos de apaciguamiento
3) Sometimiento con depresión y auto acusación
A las mujeres se les enseña a permanecer calladas y siempre “femeninas” frente al otro lo que las torna indefensas ante esta modalidad de violencia…¡¡ES HORA DE CAMBIAR!!
¿Cómo debe defenderse una mujer?
La autodefensa es el remedio para los episodios violentos. Es necesario desarrollarla tanto en la prevención como en aprender a identificar los distintos tipos de ataques.
Cuatro reglas a seguir:
1) La mujer debe enterarse que está bajo un ataque. Reconocer las situaciones de riesgo ayuda a elaborar mejor una estrategia de defensa.
2) La respuesta utilizada debe ser la indicada para el tipo de ataque. Aquí entra en juego el uso de la palabra y la intensidad con que se las utilice.
3) La mujer debe entrenarse sobre cómo afrontar el momento de la discusión y sobre como continuar después del evento. La decisión manifestada debe ser sostenida en el tiempo. Para muchos esta es la parte más difícil de la autodefensa verbal.
4) Si la mujer asume que la razón por la cual sale de las conversaciones sintiéndose de alguna manera herida y deprimida es porque ella es además “hipersensible”, “paranoica” o “infantil”, como su atacante la acusa cuando intenta defenderse, no podrá salir del círculo de la violencia verbal.
Consecuencias:
La gravedad guarda directa relación con la periodicidad de las descalificaciones. La humillación continua destruye la autoestima y afecta seriamente la dignidad. Estudios científicos revelan que la víctima comienza a interiorizar la crítica y termina por aprobar la violencia, considerándola un castigo por sus faltas.
La violencia en el marco de las relaciones de pareja tiene efectos negativos en la salud mental, e incluye estrés postraumático, ansiedad, fobias, disfunción sexual, depresión. Otras consecuencias son: pérdida de dignidad, seguridad y confianza en sí misma y en los demás, pérdida de la capacidad para controlar el medio, experimentación de impotencia y desesperación, baja autoestima, daños en el resto de las formaciones motivacionales complejas, depresión, aislamiento, enfermedades psicosomáticas, pérdida de grupos de pertenencia, y, por tanto, de su vida social y hasta familiar, pudiendo perder hasta el vínculo laboral.
Recuerda:
No toleres ninguna forma de maltrato verbal. La violencia suele iniciar con "sutiles" abusos emocionales y verbales, y poco a poco puede ir incrementándose sin que te des cuenta, abarcando todos los tipos de violencia...hasta la más extrema. No te sientas culpable y, mucho menos, admires a tu verdugo. ¡¡SI TE MALTRATA, ALÉJATE ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE!!
1. El abusador niega su conducta.
2. Normalmente el abuso se perpetra a puertas cerradas.
3. La violencia física es precedida siempre por violencia verbal.
Sé firme ante cualquier señal de abuso verbal, pero no te expongas, muchos hombres se ponen más agresivos cuando nos defendemos ante sus insultos. ¡¡PIENSA EN TU INTEGRIDAD EMOCIONAL Y FÍSICA!!
MUJER:
El abuso verbal es un potencial destructor de la dignidad, de la autoestima, de la felicidad y, lo más importante, acaba con la identidad de la víctima.
Las mujeres han sido las principales víctimas de esta insidiosa forma de maltrato, principalmente a manos de sus parejas. Esto es debido, en gran parte, a los prevalecientes y erróneos estereotipos sociales que han relegado a las mujeres a injustos roles de subordinación, lo cual, ha permitido a los hombres abusar, maltratar y humillar.
...Depende de ti, mujer, poner límites y nunca olvides que el respeto a tu dignidad es un derecho esencial.
Comentarios
Hola me llamo Sofía tú artículo está súper interesante, y habla de un problema muy fuerte que muchas mujeres llegan a callar por miedo a lo que pueda pasar. Te dejo el link de un artículo que habla de un video de comos amarse con todos los defectos, ojala les sea de mucha ayuda.
http://www.confesionesdesofia.com/Relaciones/Pareja/Video-Amarse-co...
En la página podrás encontrar más artículos de muchos temas referentes a esto. Suerte y saludos.