MUJER Y DINERO: 7 verdades financieras que me habría gustado saber antes de casarme
La semana pasada estuve recibiendo mucha información de ex compañeras de secundaria que se reunirían en una emotiva comida a la que, lamentablemente, no pude asistir por motivos de trabajo. Al ver todas las viejas fotografías que subían al Facebook (¡de hace cuarenta años, Dios santo!), me quedé pensando en todas las cosas que nos enseñaban acerca de lo que nos esperaría al casarnos y formar una familia (no había otro proyecto de vida posible).
Estudiamos en una escuela católica,mi querido colegio,en ese entonces sólo para señoritas y, como comprenderás, el enfoque de esta amada institución (pues fui feliz en ella) era muy conservador con respecto a lo que se esperaba de nosotras como mujeres: casarnos, tener hij@s y dedicarnos por entero a la familia. Baste recordar cuáles eran los talleres o “asignaturas optativas”: cocina, repostería, corte y confección, decoración, tejido (yo me fui a taquimecanografía porque ninguna de las anteriores me satisfizo).
A pesar de que nos educaban para ser futuras esposas y madres, jamás nos enseñaron algo básico: cómo manejar el dinero. Se supone que nosotras debíamos hacer funcionar una casa pero, lo que estaba entre líneas, como en toda la sociedad de entonces – y de ahora - , era que el dinero grande (Clara Coria dixit) lo manejaría El Señor; por lo tanto, no había de qué preocuparse pues nosotras sólo administraríamos el dinero necesario para hacer funcionar el hogar y de nuestra seguridad financiera se encargaría el marido…es decir, unas adultas hechas y derechas pasaríamos a la tutela de un hombre como si no fuéramos capaces de ver por nosotras mismas.
La cuestión es que el “Y fueron felices por siempre jamás…” no es la realidad de todas las mujeres; de hecho, según INEGI, En 1980 por cada 100 matrimonios había 4 divorcios; en 1990 y 2000 esta cifra se elevó a poco más de 7 divorcios, para 2005 el número de divorcios por cada 100 matrimonios fue de casi 12 y al 2011 fue de 16 divorcios.Por otro lado, el porcentaje de matrimonios se redujo 19.3% y el de los divorcios aumentó 74.3%
¿Qué pasa con las mujeres que, incluso hoy, no tienen una educación financiera sólida? Si, como vimos arriba, el número de divorcios va en aumento, estas mujeres deberán manejar las finanzas del hogar solas cuando muchas de ellas aún tienen la creencia de que el dinero lo manejan los hombres y que es de mal gusto – por decir lo menos – que una mujer se interese en asuntos financieros; en consecuencia, no tienen ni idea de cómo ser cabezas de familia.
Es por eso que me quedé fantaseando qué habría pasado con la vida de muchas si hubiésemos tenido la fortuna de aprender contenidos curriculares más útiles para la vida de las mujeres. ¡Lo que habría dado por saber algunas verdades del dinero! Estas las aprendí sobre la marcha y por la fuerza y comparto 7 de esas verdades financieras.
1. En la gran mayoría de los matrimonios, el dinero es una herramienta de poder y quien la tiene (generalmente el hombre) decide, no sólo en qué se gasta sino la vida entera de los demás miembros de la familia. Con este antecedente, es esencial dedicar toda tu energía vital de los primeros años laborales en aprender sobre finanzas para construir tu propia riqueza en vez de perder el tiempo esperando a “la razón de tu vida”.
2. Vivimos en una sociedad que se mueve con dinero así que otra cosa que debemos saber desde muy jóvenes es que es esencial empezar a construir un historial crediticio positivo y mantenerlo absolutamente separado del de su futuro esposo, es decir, no permitir, por más que lo ames, que se soliciten préstamos a tu nombre pues, llegado el momento, la que tendrá que responder por ellos serás TÚ.
3. Confiar todo el manejo de las finanzas y, más importante aún, tu dinero y bienes a tu esposo no es una señal de amor de tu parte, es un signo de irresponsabilidad para contigo misma pues es, en ocasiones, peligroso. A veces las mujeres – muchas de ellas sofisticadas mujeres de negocios, abogadas, ejecutivas – actúan de forma increíblemente ingenua e infantil cuando se trata de su dinero, su herencia y sus propiedades, las que ponen a disposición de su pareja.
4. Existe la violencia financiera y patrimonial disfrazada de protección por parte de tu marido. ¿Cómo la reconoces? Él sabe todo de tus finanzas y tú no sabes nada de las suyas; en ocasiones, no sabes cuánto gana; te da lo indispensable para manejar la casa pero no hay excedentes para que dispongas de ellos; te “regala” la típica camionetota y la casota pero está a su nombre y calcula cuánto gastas de gasolina y cuál es el kilometraje normal para darse cuenta si gastaste de más o si fuiste a otro lado. Discreta o abiertamente, decide en qué y cómo se gastarán los recursos de la casa. Incluso aunque, en algún momento, él no trabaje y tú sí, él sigue decidiendo sobre el dinero.
5. Es una buena idea tener una cuenta tanto de ahorros como de inversiones de la que la pareja no sepa nada. Si tienes una buena pareja y siguen juntos, no pasará nada, representará holgura para ambos cuando lleguen a viejos. Si, en cambio, vives una relación de violencia, tener esos recursos fuera de su conocimiento – y alcance - , puede ser tu puerta de escape y una ayuda mientras te estabilizas como cabeza de familia.
6. Definitivamente, es importante que sigas generando dinero propio, ya sea mediante un empleo o manejando un negocio tuyo. Es una realidad que la vida laboral de las mujeres no suele ser una línea continua pues hay muchas etapas en la vida de casadas que nos quedamos en casa y en esas circunstancias perdemos voz y voto. La maternidad y paternidad compartida debe ser parte de tus planes. No dejes de seguir creciendo laboral y profesionalmente…nunca sabes.
7. Si tu pareja maneja todas tus finanzas, sé enfática en que lo hagan siempre juntos y que te explique de-ta-lla-da-men-te todo. Si se rehúsa y además controla hasta el último centavo de los gastos de la casa, es momento de allegarte recursos para preparar la huida
(Puedes hacer dos cosas: Uno: si es de los que “no te da permiso” de trabajar – sí, a estas alturas, todavía los hay – entonces consigue un trabajo de medio tiempo y dile que eres voluntaria. Abre una cuenta cuyos estados de cuenta te lleguen a casa de alguien más. Dos: de todos los gastos dela casa, ve apartando cantidades no muy llamativas y ponlas en la cuenta donde depositas tu sueldo. Por supuesto, no debe saber de la existencia de esta cuenta). Finalmente, si tienes bienes adquiridos antes de contraer matrimonio, pide asesoría legal para que no te quedes sin ellos en caso de decidir salir de ese matrimonio.
Cuando las mujeres entendamos que interesarnos en temas financieros y ocuparnos del dinero es equivalente a cuidar de nosotras, mucho del sufrimiento que se llega a vivir, podrá evitarse.
Que tengas una excelente semana,
Mercedes
Comentarios
¡Guau! Qué sabios consejos, ojala que todas las chicas que están en edad casadera, leyeran esto.
en mi caso puedo constatar la veracidad de tus palabras, nunca me dejaron trabajar (lo hacia a escondidas) pero si disponía de mis ahorros. Je je je, que pena por mi
Mercedes. Excelente artículo!! Me encuentro en una situación financiera con mi esposo difícil, creo. considero que el hombre es el proveedor de la familia, pero él me dice que en estos tiempos ya no es como antes; ahora ambos deben aportar al hogar. tengo año y medio casada y la moyor parte del tiempo he sido quién sostenga los gastos; ultimamente he sido renuente y lo he dejado a que sea él quien aporte. No me encuentro satisfecha porque nos tiene bien limitados; todo nos cuida. cuando era la que aportaba, siempre traté de que no faltara nada y fuera en bastedad; él no, piensa que si no hay, pues que yo complete el gasto. No estoy de acuerdo. No sé cuanto gana ni él sabe cuanto gano pero sabe que tengo un buen sueldo y en eso se basa para dejarme algunos gastos. No recibo cantidad; él siempre lleva, compra, pero no veo un centavo de él extra. Son problemas porque no me siento segura de dejar el trabajo y esperar a que el se encargue del todo. Considero que he actuado bien en cuanto a las finanzas porque antes de casarme fuí madre soltera; así que no ha sido complicado incluso mantenerlo a él. jajajaja. Debemos ser independientes en todos los aspectos, no solo en lo financiero. Tenemos capacidad incluso más que muchos hombres. Invito a las mujeres dependientes a ser independientes; no es fácil pero es muy confortable sentirse en libertad.