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1. Apaga las cosas y vuelve a encenderlas

Primero, apaga y enciende todo para ver si la velocidad de su Wi-Fi mejora.

Desenchufa el módem o puerta de enlace inalámbrica, espere 30 segundos y luego vuelva a enchufarlo. Este proceso permite que el módem despeje su cabeza virtual.

Su módem traduce las señales de Internet entre su red doméstica y su proveedor de Internet. Si su Internet está funcionando mal, un ciclo de energía es un buen lugar para comenzar a solucionar problemas; incluso puede solucionar sus problemas de conexión. Pero a veces necesitas un agente de atención al cliente para restablecer tu módem de forma remota y asegurarse de que esté calibrado correctamente para traducir las señales de tu conexión a Internet.

A continuación, repite el proceso si tiene un enrutador independiente. Al igual que con el módem, un ciclo de energía borra la memoria de tu router y le da un nuevo comienzo en las tareas que antes lo estaban estancando. 

Finalmente, apaga el Wi-Fi en todos sus dispositivos inalámbricos. Espera unos segundos y luego vuelva a activar el Wi-Fi. Permite que estos dispositivos se vuelvan a conectar y vea si su conexión mejora.

Un ciclo de energía puede parecer simplista, pero apagar y encender su equipo de red doméstica realmente puede darle un impulso a su red. Recomendamos reiniciar su equipo con regularidad, al menos una vez cada pocos meses. Pero tenga en cuenta que hacer esto lo dejará sin Internet durante unos minutos, así que planee reiniciar su equipo en un momento en que nadie necesite una conexión a Internet.

2. Mueve el router a una mejor ubicación

El Wi-Fi solo puede viajar hasta cierto punto, y sus señales pueden ser interrumpidas o bloqueadas por paredes, pisos, techos, muebles, electrodomésticos y, básicamente, cualquier objeto físico grande. Estas señales también pueden ser interrumpidas por ondas de radio de otros dispositivos, incluidos teléfonos inalámbricos, monitores para bebés, microondas y altavoces Bluetooth. 

Entonces, si colocas el router en una esquina, es posible que tenga problemas con el Wi-Fi en el otro extremo de su hogar. El mejor lugar para su enrutador es una ubicación central, cerca de donde usa Internet con más frecuencia. No relegues el router a un sótano o armario, eso es solo prepararse para problemas de conectividad.

Otra opción es cambiar de compañía, actualmente las ofertas de Virgin son muy económicas.

3. Ajusta las antenas de su enrutador

Muchos enrutadores y puertas de enlace inalámbricas tienen antenas internas, lo que significa que están montados dentro del dispositivo y no se pueden ajustar. Si ese es tu caso, omite este paso.

Pero si usted no tiene antenas ajustables en su router, intente reconfigurar ellos. Las antenas de enrutador suelen ser omnidireccionales, lo que significa que envían señales en todas las direcciones perpendiculares a la antena. Por ejemplo, una antena vertical envía señales de Wi-Fi horizontalmente y viceversa.

Entonces, si necesitas extender sus señales de Wi-Fi a varios pisos, ajustar una antena para que se coloque horizontalmente para difundir las señales de Wi-Fi hacia arriba y hacia abajo podría ayudar.

4. Asegúrate de estar en la banda de frecuencia correcta

Los enrutadores modernos funcionan principalmente en dos bandas de radiofrecuencia: 2,4 GHz y 5 GHz. La banda que usa para sus conexiones puede afectar sus velocidades y la calidad de sus conexiones a diferentes distancias de su enrutador.

La banda de 2,4 GHz es la conexión Wi-Fi más antigua y a la que se accede con más frecuencia. Se usa para muchas otras comunicaciones inalámbricas además de Wi-Fi , por lo que las ondas de esta frecuencia pueden estar un poco saturadas. Esta banda intercambia velocidad por alcance, lo que significa que es mejor para atravesar paredes y otros objetos, mientras que 5 GHz tiene mejores velocidades pero un alcance más corto.

Las dos bandas de frecuencia suelen aparecer como dos redes Wi-Fi independientes. Para reorganizar sus conexiones, cierre la sesión de la banda incorrecta y conéctese a la correcta en cada dispositivo.

5. Elimina las conexiones innecesarias

Si se está quedando sin ancho de banda, debe desconectar todos los dispositivos no utilizados. Todo lo que esté conectado a su red debería ser fundamental.

La forma más rápida de desconectar dispositivos no esenciales es cambiar las contraseñas de Wi-Fi y reiniciar el enrutador. Luego, deberá volver a iniciar sesión en su red con la nueva contraseña en cada dispositivo que utilice actualmente . Este método eliminará todas las conexiones innecesarias, como el teléfono celular de emergencia que mantiene encendido y que aún descarga actualizaciones silenciosamente .